Capítulo 5

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𝕊𝕖 𝕞𝕚 𝕝𝕚𝕖𝕟𝕫𝕠 𝕪 𝕪𝕠 𝕤𝕖𝕣é 𝕖𝕝 𝕡𝕚𝕟𝕔𝕖𝕝

𝒞𝒶𝓅 5

—Señor Jeon, pensé que hoy no vendría a la oficina.— mencionó Jennie quien, acostumbrada a su forma de ignorarla, ni siquiera le miró cuando éste entró.

—Buenos días, Jennie. —el vicepresidente Jeon le dirigió una pequeña sonrisa, dejando más que sorprendida a su secretaria. —Sólo vine por unas cosas. —dicho esto caminó hasta su oficina y rápidamente sacó un sobre de un cajón. —Que tenga buen día, nos vemos. —la chica lo siguió a la salida con la mirada, boquiabierta.

—¿Qué le pasó en la galería? Ni siquiera había pronunciado mi nombre en todo este tiempo que trabajé para él.

Todos los empleados se percataron del cambio que tuvo Jeon, de un día para otro parecía una persona completamente diferente. Caminaba felizmente por los pasillos, sin perder su elegancia y seriedad, pero despidiendo una vibra brillante.

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—Hey, ¿a dónde vas tan temprano? —Namjoon soltó un suspiro y talló sus ojos.

—A la galería, hoy se harán más escenas para el comercial. —respondió mientras se colocaba el abrigo.

—¿Tan temprano? Eso no es típico de tí. —el moreno le miró extrañado.

—Tendré un invitado antes. Así que nos vemos al rato. —y salió de la casa sin esperar respuestas.

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—Señor Jeon, es puntual. —artículo Kim después de mirar su reloj cuando notó la presencia del empresario.

—Señor Kim, ¿me estaba esperando? —una sonrisa ladina, signo de presunción, surgió en los labios del menor.

—¿Cómo podría? Yo siempre vengo a estas horas para preparar la galería. —contestó, restándole importancia.

—¿En serio? Es curioso, hoy se vistió demasiado formal. —Jungkook lo examinó descaradamente, de los pies a la cabeza.

—Quizás es porque alguien se burló de mis pantaloncillos ayer. —Kim mordió su labio y tomó suavemente la barbilla del empresario.

—Entonces, ¿se vistió así por mí y aún así niega que me estaba esperando? —exclamó con profundidad en su voz, al tiempo que sus ojos estaban pegados en los labios ajenos, observando como los mordía.

—¿Pero qué me dice de usted? Hoy luce mucho menos formal que ayer. —retiró su mano de su barbilla para pasar sus dedos por el brazo descubierto del contrario, delicadamente.— No sabía que tenía tatuajes.— mencionó, para luego mirar sus ojos, perdiéndose en ellos.

—Ahora lo sabe, pintor Kim. —susurró a unos centímetros de sus labios.

Ambos se quedaron unos segundos así, sintiendo como sus respiraciones se mezclaban, teniendo el aire del contrario acariciando su piel. Jeon cerró los ojos, acercándose un poco más y Kim sujetó fuertemente la playera del opuesto por los bordes, con ambas manos, atrayendolo más.

El sonido de un automóvil acercándose les obligó a separarse abruptamente. Jeon maldició mentalmente, mirando mal al vehículo. Taehyung notó esto y sonrió por lo bajo, disimuladamente.
El auto se estacionó y la ventanilla del conductor fue bajada.

—Tae! Te traigo tu encargo. —el mejor amigo del pintor se asomó, mostrando su típica sonrisa, que hacía de sus ojos unas líneas.

—¡Jimin! No te esperaba tan pronto.

—Oh, veo que tienes invitados.

—Él es el vicepresidente Jeon. —presentó.—Vicepresidente, le presento a mi mejor amigo, Jimin. —Ambos se saludaron y, después de que Jimin le diera al pintor los lienzos nuevos que éste le había encargado, el amigo del pintor subió a su auto, se despidió amablemente y se fue.

Jeon aclaró su garganta, dirigió una sonrisa pícara al pintor después y preguntó. —¿En qué estábamos?

—Oh, es cierto. Estoy curioso sobre algo. —mencionó, a lo que Jeon alzó una ceja.

—¿Qué cosa? —cuestionó un poco decepcionado, pues no consiguió que el pintor siguiera su coqueteo.

—¿Qué hay en ese sobre que tu mano sostiene? —señaló.

—Son algunas obras que yo realicé hace mucho tiempo. —sonrió melancólico. —¿Quieres verlas?

—Para eso las trajiste, ¿no? —ambos intercambiaron sonrisas. —Pero entremos, no quiero que nos veamos interrumpidos por los ruidos de la ciudad.

Se mi lienzo y yo seré el pincel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora