Capítulo 11

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𝒞𝒶𝓅 11

"𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐡𝐢𝐣𝐨, 𝐬𝐢 𝐥𝐞𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐨𝐧𝐜𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐛𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐧𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐯𝐢𝐯𝐨𝐬. 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐮𝐬 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞𝐬 𝐭𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐧, 𝐲 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐯𝐚 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐚 𝐦𝐚𝐧𝐞𝐫𝐚, 𝐢𝐧𝐜𝐥𝐮𝐬𝐨 𝐬𝐢 𝐬𝐞 𝐚𝐠𝐨𝐭𝐚𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬.
𝐄𝐥 𝐦𝐨𝐭𝐢𝐯𝐨 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚 𝐞𝐬 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐦𝐛𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐝𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐚𝐫𝐫𝐢𝐞𝐬𝐠𝐚𝐫 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐩ó𝐬𝐢𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐮𝐧 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥. 𝐄𝐬𝐞 𝐞𝐬 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐬𝐮𝐞ñ𝐨 𝐲 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐨𝐥𝐮𝐧𝐭𝐚𝐝. 𝐒𝐚𝐛𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐚𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐚ú𝐧 𝐚𝐬í 𝐣𝐚𝐦á𝐬 𝐫𝐞𝐧𝐮𝐧𝐜𝐢𝐚𝐫í𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐦á𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐚𝐦𝐨𝐬.
𝐋𝐚 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐧𝐨 𝐧𝐨𝐬 𝐚𝐬𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬 𝐥𝐨 ú𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚, 𝐬𝐞𝐫í𝐚 𝐮𝐧 𝐡𝐨𝐧𝐨𝐫 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐯𝐞𝐳 𝐝𝐞 𝐦𝐨𝐫𝐢𝐫 𝐞𝐧 𝐯𝐢𝐝𝐚, 𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨𝐧𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨 𝐚 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞.
𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐨 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐢𝐞, 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚 𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐭í, 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐬𝐞 𝐝𝐢𝐯𝐢𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐩𝐢𝐧𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐬𝐚, 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐯𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧 𝐦𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨 𝐦𝐚𝐫𝐚𝐯𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬𝐨...
𝐍𝐨 𝐩𝐢𝐞𝐧𝐬𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧 𝐟𝐮𝐞 𝐞𝐠𝐨í𝐬𝐭𝐚, 𝐞𝐧 𝐯𝐞𝐳 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐨, 𝐡𝐨𝐧𝐫𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐢𝐫𝐭𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐛𝐢𝐞𝐧. 𝐏𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐚𝐫 𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝, 𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭ú, 𝐭𝐮𝐬 𝐡𝐢𝐣𝐨𝐬, 𝐭𝐮𝐬 𝐧𝐢𝐞𝐭𝐨𝐬 𝐲 𝐭𝐨𝐝a 𝐭u 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐝𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫 𝐯𝐢𝐝𝐚.
𝐂𝐨𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫, 𝐦𝐚𝐦á 𝐲 𝐩𝐚𝐩á."

Los ojos de Jeon se llenaron de lágrimas, llorando como si fuera un niño, como no lo hacía hace bastante tiempo.

Taehyung lo abrazó, apoyando suavemente su cabeza sobre la del contrario, dando de vez en cuando un par de besos en ella.

—Sí quiero, si quiero ser artista. —exclamó entre sollozos.

El pintor sonrió y sobó su espalda.— Me alegro que hayas sacado tu propia conclusión, Jungkook.

Los brillantes ojos del mencionado buscaron la mirada del pintor. —Es la primera vez que pronuncias mi nombre.

—Ya no serás más empresario,  Jeon. —susurró deslizando sus dedos por la espalda ajena.

—La persistencia de la memoria. —susurró sobre los labios ajenos, besandolos después.

—Correcto.— susurró de igual manera, volviendo a besarle. —Eres el mejor lienzo que he tenido. —mostró una sonrisa coqueta.

—¿Ah, sí? ¿Entonces ha tenido más, pintor Kim? —una suave risa salió de la boca del mayor, mientras el menor lo veía con fingida seriedad.

—No humanos, eres mi primer lienzo humano. —la mano del pintor se posó en la cintura ajena, acariciandola con suavidad.

—Uh. Esas si son buenas noticias. —sonrió pícaro, y volvió a unir sus labios con los del pintor. —Eso de ser su lienzo me está gustando. —pronunció por lo bajo, mordiendo su labio inferior.

—Es bueno que en casa tenga algunas pinturas.— susurró cerca de su oído, con esa voz tan profunda que le hacía estremecer.

Jungkook no dijo nada, sólo pasó su lengua por sus labios y se quitó la playera que Taehyung le había prestado.

—¿Espera una invitación? —cuestionó con una ceja levantada, ya que el pintor se había quedado estático, viendo el torso bien formado de Jeon.

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Ser manchado con la fría pintura le provocaba una sensación agradable y extraña al mismo tiempo. Contemplaba con atención como cambiaba el rostro del pintor con cada pincelada. Él lo estaba tratando con mucho cuidado, como si fuese de cristal.

Jeon soltó un suspiro, completamente embobado con la vista que el pintor le brindaba de él pintandolo. Pero todos sus sentidos se paralizaron cuando éste comenzó a cantar, su voz relucía sus mejores habilidades; la gravedad y profundidad. Era un sonido tan cálido e inexplicable, lo invitaba a hacerle el amor ahí mismo.

—No sabía que cantaba tan bien, pintor Kim. —comentó con voz ronca.

—¿Es así? —sonrió levemente, sin despegar su vista de lo que estaba pintando.

—Demasiado, diría yo... —susurró, consiguiendo que la mirada del opuesto se fijara en él.

Dios. Las hebras negras del menor estaban despeinadas ligeramente, cubriendo parte de sus ojos, los cuales le miraban con mucha intensidad. Sus labios estaban un poco abiertos, para recuperar el aliento que Kim Taehyung le hacía perder.

Esto provocó un desastre en el interior del pintor, quien no parecía poder aguantar más.

Se mi lienzo y yo seré el pincel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora