Los días con Luna fueron de los más dichosos que pude pasar en mi vida, realmente ella era una chica tan llena de vida, divertida, risueña, encantadora.
Sin duda cualquiera que la conociera se enamoraría de ella, se me hacía una persona tan linda y pura que el hecho de que alguien pudiera lastimarla me hacía pensar que si pasara ella dejaría de ser ese ser tan maravilloso.
Un día tras otro compartíamos nuevas aventuras, nuevas experiencias y cada día descubría una cosa diferente de ella, era sumamente inteligente pero algo distraída, cantaba como los mismos ángeles, su voz era dulce, era como el canto de las golondrinas o más hermoso quizá, Luna estaba llena de talentos múltiples.
Pero todo lo bueno tiene algo malo porque mi Luna era la chica perfecta pero, su familia siempre la hizo sentir menos, como si no valiera nada cuando ella valía más que todo y todos.
Vivir con padres separados no es nada fácil y más si ellos te humillan cuando quieren y solamente te recuerdan que fuiste un error en sus vidas.