•Día 2 Sin Luna
No pude dormir en toda la noche, mis ojos pesaban pero no podía cerrarlos, mi corazón se sentía angustiado y mi cerebro quería explotar.
¿Quién podría dormir cuando el amor de su vida estaba desaparecida?
La imagen de Luna llorando venía a mi mente, muchos escenarios empezaron a crearse en mi mente, escenarios horribles uno cada vez peor, mi instinto me decía que debía salir corriendo a buscarla y evitar que alguno de ellos se hiciera realidad.
La impotencia que me invadida era demasiada, quería gritar, quería llorar, quería romper todo pero sobre todo quería encontrarla.
Las horas pasaron, el reloj marcaba las 4:30 a.m la hora en la que siempre me despertaba me arregle rápido e intente comer algo pero mi apetito había desaparecido, tome mi transporte y no desaproveche la oportunidad de repartir volantes de Luna, cada sitio al que pasaba colocaba algunos mientras más personas supieran que ella estaba desaparecida más rápido la encontraría.
En la escuela todos ya sabían que Luna había desaparecido, muchos de ellos habían difundido la noticia en redes sociales o con vecinos, me alegraba saber que no era el único que la quería de vuelta.