Once años habían pasado sin que Zero se diera cuenta. Ya tenía tres hijos, Kaname o Kana como la familia lo llamaba, él era el mayor con diez años, el niño era la viva imagen de su progenitor, de cabellos castaños y ojos granate, le seguía Hanabusa con siete años, un niño muy alegre y revoltoso y finalmente la pequeña Rima de dos años, la consentida de todos por ser la más pequeña.Kaname llegaba a su casa con una maleta llena de ropa sucia, con él venían sus padres. Los tres adultos llegaron a la cocina donde los dos niños hacían galletas, Kana hacia bolitas con la masa y las aplastaba con la base de un vaso dejándolas perfectamente redondas, su hermano hacia lo mismo sin obtener el mismo resultado, mientras devoraba las decoraciones de chocolate.
- ¡Abuelita! - gritó feliz Hana al ver a su abuela y corrió a su lado - Abuelita voy a ser panadero igual que Kana cuando sea grande -
- Que bueno, mi amor, serás el mejor panadero del mundo - responde la mujer abrazando a su nieto
- Hijos ¿Dónde está su papá? - pregunta Kaname
- En el baño, con Rima - dice Kana
- Gracias - dice el hombre antes de desaparecer de la cocina dejando a sus padres con los niños.
Haruka estaba impactado de ver a sus dos nietos llenos de harina y con delantal de cocina.
- Que horror, dos alfas jugando a la comidita, ese hombre está arruinado a mis nietos - dice Haruka
- No digas eso, son solo niños - dice Juuri
- Dile a mi hijo que lo espero en el auto, no tengo ganas de verle la cara a ese tipo - dice despidiéndose de Hana tocando sus rubios cabellos
En esos once años de matrimonio, Zero no había logrado que su suegro lo aceptará, y eso que el peliplateado lo había intentado muchas veces. Se había esforzado mucho, para no dejar en vergüenza a su esposo. Zero ahora hablaba cuatro idiomas, superando a su esposo que hablaba solo tres, aprendió de etiqueta, tenía un gusto esquisto para la decoración, había tomado dos cursos de pintura y era realmente talentoso, pero a pesar de que ahora era todo un hombre refinado, no servía de mucho por que prácticamente no salía de su casa, por que Kaname iba a todos sus compromisos sociales solo o con Ruka.
Cuando Zero volvió con Rima del baño se sorprendió al ver a su suegra.
- Feliz cumpleaños, Zero - le abrazo la mujer
- Muchas gracias, Juuri -
- Kaname está arriba, ve con él, yo me encargo de los niños - dice extendiendo sus brazos para recibir la Rima -
- Sí - responde Zero y dando media vuelta se apresura a subir la escala, pero al ver que su esposo estaba llenando una maleta aún más grande de la que se había llevado hacía dos semanas su tímida sonrisa desapareció - Nuevamente te vas -
- Sí, tengo mucho trabajo, además viajo a Nueva York -
- ¿Cuántos días? -
- Tres o quizás cuatro, todo dependerá de las negociaciones que debo hacer -
- ¿Y para cuatro días llevas tanto equipaje -
- Sabes que después del infarto de Kain he tenido mucho trabajo, me quedaré en un hotel, ir y venir toma mucho tiempo -
- Si quieres podemos mudarnos cerca de tu trabajo -
- ¡No! Ya lo discutimos. Tú y los niños se quedan aquí. Cuando tenga tiempo prometo pasarlo con ustedes, pero ahora necesito que tengas paciencia -
- ¿Necesitas tiempo para seguir engañandome con Ruka? -
- ¡Que tonterías dices! Creo que estás viendo muchas telenovelas -
Zero estaba cansado de esa actitud de indiferencia de su esposo ante sus reclamos. Y arrojando el periódico sobre la maleta.
- ¿Y estos periodistas también están viendo muchas telenovelas? -
- Nunca te he sido infiel, pero si sigues así, no te garantizo que no lo sea -
- Eres un descarado, inmoral -
- Cállate, quieres que nuestros hijos se den cuenta del papá histérico que tienen -
- Llevas meses entrando y saliendo de casa, solo vienes por ropa limpia. Hace meses que no me tocas. ¿Qué quieres que piense? Te la pasas fuera de casa y a cada rato te veo en los diarios o las revistas con ella -
- Son eventos de trabajo ¿A caso te olvidas que Ruka, también es dueña de la empresa familiar? -
- Y necesitas salir pegado a ella en todas las fotografías -
- Tu paranoia me tiene aburrido - dice tirando lejos el periódico y cerrando la maleta
- ¡Ya te vas! -
- Sí, tengo cosas que hacer, mi padre me espera -
- Creí que te quedarías conmigo hoy -
- No tengo tiempo para tus cosas - dice pasando por el lado de Zero
- ¡Estoy...estoy! -
- ¿Estás enojado? - dice sarcástico Kaname
- No, estoy de cumpleaños -
Kaname se quedó helado, lo había olvidado por completo, Zero cumplía años dos días antes de su hermana y a ella ya le había comprado un regalo y había confirmado su asistencia al cumpleaños que se celebraría en dos días más.
- Lo siento, yo... -
- Lo volviste a olvidar - dice Zero muy apenado
- El trabajo me tiene colapsado, pero juro que te comprare algo lindo -
- Quédate conmigo, eso es lo único que quiero -
- Me estás tratando de manipular -
- No, yo no soy así. Solamente quiero tener a mi esposo junto a mí, quiero de regreso a mi familia -
- Tengo trabajo, lo siento, pero no puedo cumplir con todos tus caprichos - dice Kaname
- Al menos irás al cumpleaños de Yuuki -
- No lo sé - Responde Kaname - En todo caso si no vas tú, no hay problemas, creo que mi hermana lo entenderá -
- Los niños quieren ver a sus primos, te vamos a esperar para ir juntos -
- Haz como quieras -
Kaname tomó la maleta nuevamente y bajo, se despidió de su madre e hijos y salió de la casa. Zero espero hasta que sus lágrimas dejarán de brotar, una vez ya más calmado bajo. No quería que sus hijos lo vieran así.
- Papá, la abuelita trajo pastel - dice Hana
- Que bien, que te parece si lo comemos con un vaso de leche -
- Sí, yo la hago con Kana -
El niño salió corriendo a buscar a su hermano.
- ¿Estás bien? -
- No, pero ahora no quiero hablar -
Finalmente Zero paso su cumpleaños número 30 con sus hijos y su suegra.
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NO SOY CENICIENTA
FanfictionZero es un Omega huérfano, que no cree en los cuentos de hadas, para él las fantasías románticas son algo que no puede permitirse. Kaname es el presidente de una de las compañías farmacéuticas más importante del mundo, quien en un baile de máscaras...