El cometa de Sozin voló a través de la atmósfera terrestre, ya atravesando la tierra, la bola de fuego caliente voló rápidamente por el cielo y advirtió a todos lo que estaba a punto de suceder, aquellos con el poder de controlar el fuego sintieron su poder absoluto fluir a través de ellos para cometer sus locuras, ataques y esparcir temor haciendo que la gente quisiera ocultarse bajo las sombras. El equipo Avatar, sin Aang, continuó con su plan inicial, ahora Zuko y Katara volaban en Appa hacia los dominios de la Nación del Fuego, ambos listos para enfrentar a Azula y pelear contra ella.
-Zuko, no te preocupes. Podemos vencer a Azula-le dijo la maestra agua, ella ya había notado el estado de inquietud en el contrario, pero parecía que cuanto más hablaran del tema, más nervioso se ponía.
-No estoy preocupado por ella, estoy preocupado por Aang-respondió Zuko con un tono de voz más serio de lo habitual y aunque parecía estar concentrado en su misión, por dentro estaba comenzando a perder la cabeza. A pesar de su ansiedad interna, notó la repentina incomodidad de la chica junto a él-¿y si no tiene las agallas para enfrentar a mi padre?-su voz era firme ahora, pero aquella pregunta le dejó en claro a la maestra agua que estaba atemorizado y asustado, la expresión de Katara se volvió firme, lo miró de forma diferente, casi agonizante. Zuko desvió su mirada hacia Katara, el viento soplaba con fuerza despeinando sus cabellos, si era un momento para ser sincero, tenía que serlo ahora-y... ¿y qué pasa si pierde?-
-Aang no perderá, él volverá-le dijo Katara con una expresión seria en su rostro, estaba tan segura de si misma que incluso creía en sus palabras. Zuko la miró por un momento antes de desviar la mirada hacia el horizonte-él tiene que volver-
El maestro fuego la miró y luego volvió a mirar hacia el horizonte, un pequeño alivio lo invadió apenas escuchó la confianza con la que Katara le estaba hablando, pero a la vez, no pudo evitar sentir un poco de celos o quizás era ira lo que se estaba acumulando dentro de él, no es que no creyera que Aang no regresaría, él le había confiado su vida al pequeño monje pero no confiaba en su padre, sabía perfectamente que el hombre haría cualquier cosa, CUALQUIER cosa para poder ganar esa guerra y la sola idea de perder a Aang le revolvió el estómago, este iba a ser un viaje bastante largo.
En el palacio de la Nación del Fuego, Azula estaba siendo cuidada y limpiada por sus criadas antes de su coronación como el nuevo Señor del Fuego; sin embargo, cuando una criada le ofreció unas cerezas, escupió una semilla de cereza, creyendo que había sido un patético intento por asesinarla.
-Oye, mira esto ¿qué estoy sosteniendo?-le preguntó Azula a la criada que sujetaba el cuenco con cerezas, mostrándole la semilla en la palma de su mano.
-Una semilla de cereza, princesa-respondió mientras bajaba el cuenco con cerezas para observar mejor la semilla.
-Exacto ¿y qué día es hoy?
-Es el día de su coronación-dijo bajando la mirada y desviando su cabeza lejos de la vista de la temible princesa.
-Sí, lo es-dijo Azula mientras miraba fijamente la semilla de cereza-por favor, dime por qué, en el día más importante de mi vida has decidido dejar una semilla en mi cereza-agregó mientras arrojaba la semilla contra la frente de la criada.
-No fue una decisión, solo fue un pequeño error-respondió ella.
-¿Pequeño? ¿y si no hubiera sentido la semilla a tiempo?-preguntó Azula enojada, las otras criadas detuvieron sus tareas para observar la escena que estaba sucediendo frente a sus ojos.
-¿Supuse que se habría ahogado?
-Sí, entonces ya conoces la gravedad de tu crimen.
-Entiendo, princesa-dijo la criada al tiempo que se inclinaba frente a ella con temor-por favor, perdóneme-
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Chang Ai [zukaang/ zuko x aang fanfic]
FanfictionAdaptación del fanfic escrito originalmente por el usuario mattandmello, quien abandonó el proyecto hace once años y es poco probable que lo vuelva a actualizar, así que directamente dijo que cualquiera podía tomar o modificar el fanfic a su antojo...