Tenía la cara y los ojos rojos e hinchados, las lágrimas le mojaban la cara y caían por su suave piel. El corazón me dio un vuelco al verlo tan destrozado, ¿qué había hecho tan mal? ¿tanto le disgustaba? Sentí como algo me oprimía el corazón y me cortaba el paso del aire.
-Eiji, yo... - no supe que decir.
-...¿por qué lo hiciste Ash? - preguntó nuevamente mientras se secaba las lágrimas con furia, fue tan brusco que me dio miedo que pudiera llegar a lastimarse. Le agarré el brazo suavemente para detenerlo pararlo.
-Suéltame, ¡que me sueltes! - di un paso atrás confundido, nunca lo había visto así. Nos quedamos en silencio, mi cabeza iba demasiado rápido y las palabras no me salían.
-¿Te parezco un juguete, Ash?, ¿te parece divertido jugar conmigo? - Eiji dio un paso adelante acusándome.
-Eiji, ¿qué estás diciendo? - mi confusión era cada vez más palpable, solo quería solucionar las cosas y volver a cómo estábamos antes, felices.
- ¿Te parezco un juego?, ¿algo con lo que divertirte hasta que llegue algo nuevo?, pensé que éramos amigos al menos - resopló sollozando.
-¿Cómo vas a decir esas cosas? ¿Es eso lo que pensas? - di un paso adelante dolido con la mirada clavada en la suya.
-¿Por qué me besaste entonces? - esperaba mi respuesta, y yo no sabía cual darle. - ¿te gusto?
Me quedé helado, ¿era eso?, ¿tenía miedo de que me gustase?, ¿cómo podría decirle la verdad ahora?
-No...yo, bueno...em...- nunca se me había hecho tan complicado mentirle a alguien. Eiji me miró indignado.
-¿Ni siquiera te gusto un poco? o sea que todo ese espectáculo fue para demostrarle a esa señora que...ni siquiera se que querías demostrar, ¿que sos valiente? ¿Que no le tenes miedo a lo que digan? ¡¿Qué buscabas con todo esto?! - Eiji se quebró, su voz sonaba rota y desgarradora, el alma se me partió en mil pedazos y sentí la cara arder.
-¡No es eso!, ¿cómo podría?, o sea, en parte...pero Eiji, tu...- no podía decirlo en voz alta, no estaba listo todavía. Tenía miedo de perderlo, tenía miedo de darle asco y que se terminase alejando de mi. Quería ser sincero, pero había una partecita de mi que no me lo permitía por puro egoísmo.
-Ash, me gustas - el corazón me dejó de latir, creí haber escuchado mal cuando Eiji volvió a decir- En serio me gustas, me gustas demasiado, estoy cansado de pretender que no es así.
La cabeza me empezó a dar vueltas, había escuchado bien, yo...¿le gustaba?
-¿Es en serio? no me estás mintiendo para vengarte ¿o si?- cuando alguien me decía algo lindo me costaba creerlo, necesitaba confirmar que no me mentía.
-¿Te parece que yo haría algo así? - lo vi dolido.
-¡No!, no, no quise decir eso. Es que...Eiji- tomé aire y junté valor - tu también me gustas - no pensé mucho mis palabras y simplemente dije lo que mi corazón sentía en ese momento. Los nervios me comían por dentro y no me atreví a mirarlo a los ojos.
-¿Qué? - pude ver como una sonrisa tonta intentaba salir de sus labios. Dio un paso adelante, nuestras cara estaban más cerca.
-¿Q-qué?- levanté la barbilla haciéndole frente. - ¿Qué pasa? - tenía miedo ahora, ¿y si en realidad estaba jugando conmigo y nada de lo que dijo fue real? Estaba tan roto por dentro, no necesitaba otro pedazo tirado y olvidado en mi interior.
-Así que... ¿te gusto? - me miró juguetón mientras se acercaba un poco más.
-Lo mismo me pregunto, ¿lo que dijiste fue verdad? - lo desafié sin desviar la mirada de la suya.
Eiji me miró fijo unos segundos intentando descubrir mis intenciones, y yo intentaba descifrar las suyas. Sonrió de lado y mi respiración se ralentizó. Estaba demasiado perfecto con el sol dándole en la cara, sus ojitos iluminados, y sus labios tan...suaves. Antes de que me hubiese dado cuenta Eiji había acortado la distancia que había entre nosotros y juntó sus labios con los míos. Sentía que el corazón se me iba a salir del pecho y di un paso atrás sin despegar mis labios de los suyos. Eiji me agarró de la ropa y me acercó hacia él, pegando nuestros cuerpos, coordinando nuestras respiraciones. Cerré los ojos intentando asimilar lo que pasaba, sus labios eran tan suaves y dulces, parecían hechos para encajar con los míos. El pecho se me inundó de una sensación tibia, el cariño me embriagó y la sensación de paz se hizo presente en cada parte de mi. Sentí como lentamente Eiji se iba alejando y no pude evitar retenerlo suavemente en mis labios, solo un poco más. Puse la mano que tenía bien detrás de su cabeza y con toda la gentileza y el deseo que había encerrado lo acerqué a mi de nuevo. No podía permitir que se vaya, no quería que esto terminase, en cuando me besó lo supe, iba a necesitar más, ahora que conocía la sensación de sus labios no podría volver a ignorarlos. El tiempo que pasó fue oro puro, y en el mundo solo estábamos nosotros dos, pero no duró mucho más hasta que Eiji se separó lentamente de mi, con las mejillas coloradas y una mano en mi pecho.
-Sí, es verdad, en serio me gustas Ash Lynx - me miró a los ojos y no pude evitar perderme en ellos.
-Ya lo sabía - mentí. Eiji se rió y yo no pude evitar sonreír con cada músculo de mi cara, estaba aliviado y demasiado feliz, tantos sentimientos buenos no cabían en mi pecho.- ¿De qué te ríes? Era obvio, se notaba en como me mirabas.
- Ah ¿Si?, ¿es por eso que casi te caes de la cama cuando viste nuestras manos juntas?, ¿por qué ya sabías todo desde antes? o, el beso de recién...- ahogué un grito y la cara se me puso roja.
-¿E-estabas despierto? - moría de vergüenza, ¿qué otras cosas sabía?
-Claro que lo estaba, ¿cómo podría haberme dormido? no dejabas de decirme lo mucho que me querías en sueños.
-¡Mentiroso! - le pegué suavemente en el brazo y me di media vuelta fingiendo estar enojado, él solo se rió suavemente. - No termino de creerlo- me sinceré después de pensarlo- pensé que te disgustaba la idea de estar con alguien como yo.
-¿Quién dijo que quiero estar con vos? - dijo de golpe con una mirada seria, ya no había felicidad en su rostro. El alma me bajó a los pies, y no pude disimular el dolor en mi cara. Entonces ¿qué había sido el beso de recién?
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BANANA FISH au; una realidad distinta [EDITANDO]
FanficEsta historia transcurre en una realidad en donde Ash no muere y logra reencontrarse con Eiji para cumplir juntos lo que tanto deseaban. Pero no todo es color de rosa, Ash todavía tiene enemigos que quieren su venganza y no van a dudar ni un segundo...