—¡Boom! —el sonido que hizo el pelirrojo luego de poner una sonrisa de maniático el cual provocó un estallido en el lugar de las cosechas posado atrás de él.
<<Debido a que la mujer de nombre Inko había nacido sin una pizca de poder mágico; siendo así totalmente humana, debió verse en una situación de aprietos cuando tuvo a su hijo y su esposo no volvió luego de una misión. Estaba devastada, sin dinero y con muy mala salud así que no podía trabajar como sirvienta o algo como ello porque además de esos factores, también tenía al pequeño Izuku y dejarlo solo era muy desalmado de su parte. Luego de conocer a la familia Bakugo fue como si su luz volviera a su cuerpo, ellos le ofrecieron compañía y estabilidad en todo tipo de sentidos. Estabilidad emocional, económica y demás. Se asociaron y abrieron la huerta para cultivar y que esa cosecha después fuera vendida a los nobles de la realeza. La cosecha que estaba algo descuidada era regalada a los plebeyos más necesitados e inclusive cuando sobraba algo, se los regalaban de corazón. Inko entendía perfectamente el sentimiento de impotencia al no poder llevar comida a la mesa, lo entendía perfectamente y le dolía>>.
Cuando los chicos crecieron y cumplieron los 15 (quince), iban y se adentraban al bosque más cercano para cazar y de lo que lograban traer a casa, les daban algo a los vecinos. Algunas veces llevaron vacas, venados y demás; que por supuesto era más que suficiente. Volteando hacia el pasado es donde se lamentaba por no haberse vuelto fuerte como ellos. Siempre dependió de su único hijo y ahora que no estaba era como el destino le decía que viera las consecuencias de depender demasiado de alguien que no iba a estar con ella para siempre.
—¡Por favor! ¡Nosotros vivimos de esas cosechas!
—¿Sí? No estoy seguro de eso... —volvió a mover su mano para indicarle a sus hombres que abrieran fuego contra la cosecha en el lugar.
—¡Es en serio! ¡No sabemos dónde estan ellos! —gritó la mujer de los cabellos verdosos, llamando la atención de los que se encontraban adentro de la casa.
—Vieja, ¿parezco estúpido?
—¡No!
—¡Ya basta! Rey Enji, no sabemos dónde estan los chicos, no tendríamos porque mentirle. Puede revisar la casa y vigilarnos todo el día si quiere pero estamos igual de preocupados que usted por ellos. —contestó la mujer de los ojos rubí la cual miraba con seriedad al hombre que apretaba con fuerza el brazo de la mujer de los cabellos verdosos.
—¿Preocupado? ¿Creen que estoy preocupado por esos traidores? Se fueron sin más y no volvieron, fueron cobardes y no les importó mis órdenes. ¡Son basura que necesito castigar! —gritó a la vez que lanzó su espada hacia la mujer rubia, el hombre de los lentes intervino y evitó lo que pudo ser una tragedia; sacó su espada y les obligó a entrar a la casa mientras se quedaba con el pelirrojo afuera.
—Bien, veamos que tan bien bailas. —susurró con una sonrisa malévola en su rostro.
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Ritanea; el lugar de los monstruos ✓TodoDeku •Hiatus
FanfictionEl pueblo de Osnob cuenta con más de 1500 años de antigüedad en los cuales son enriquecidos con bellas y extraordinarias historias por su misma gente. Osnob esta dividido por pequeñas aldeas inhabitables debido al gas lacrimógeno por parte de los e...