Chapter 16

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Apenas llevaba unos días en la casa de Nam Joon, pero la incomodidad ya no sentía tan fuerte.

Logré llevarme bien con algunas mujeres de servicio y todos adoraban el impecable comportamiento de Richard, pero muy a pesar de que las cosas fueran bien, me seguía sintiendo ajena a todo ese mundo.

No estaba acostumbrada a platicar con Richard y verlo ser un niño, no estaba acostumbrada a tocar el piano porque me apetecía ni muchos menos a dibujar algo por inspiración. La libertad se sentía extraña en mi mundo y lo más ajeno a todo era el inmenso cariño que Nam Joon me daba.

Todos los días entraba a mi habitación y besaba mi frente antes de irse a trabajar, cuando regresaba preguntaba por mi día y el de Richard, nos trataba como algo demasiado preciado e importante en su vida.

Incluso durante las comidas la mesa nunca estaba vacía, los del servicio comían con nosotros y contaban historias divertidas o anécdotas impresionantes. Todo en casa de Nam Joon se sentía cálido, se sentía bello como un dulcísimo sueño, que seguía siendo desconocido para mí, pero poco a poco lograba llenarme de paz.

–April– me llamó Nam Joon desde su estudio y yo entré curiosa –siéntate por favor– me pidió y me senté frente a él –me comentaste de tu hermano y con la dirección que me diste conseguí localizarlo– me dijo con una sonrisa

Lo miré emocionada –¿en serio?– pregunté y él asintió gustoso, me entregó un papel

–podemos ir a verlo más tarde– comentó –pero antes– lo miré –tu padre no vive con él–

–ese maldito debió haber muerto– me quejé en voz alta y Nam rió bajo

–falleció y para nuestra suerte, eso es bueno April–

–¿eh?– lo miré curiosa

–mis trabajadores en Inglaterra me contaron que el señor Sedraia falleció en prisión– me dijo serio –los reos tomaron su presencia como algo malo y se deshicieron de él–

–Dios mío–

La libertad se sentía más preciosa y valiosa que nunca.

François ya no vivía y mi padre tampoco, ya nadie podía atacarme, nadie podía atentar en mi contra y mucho menos en contra de Richard. La vida se había encargado de darles una lección a ambos, las vidas que arrebataron se cobraron con sus vidas y por más cínico que sonase sentía ligera lástima por ellos. Nunca fueron capaces de gozar de la dicha de vivir sin preocupar su cerebro con lujos innecesarios, nunca pudieron tener la libertad que yo tuve y ahora eran pobres almas en pena que jamás irían a un cielo ni un infierno.

–no tienes padre ni esposo, por lo que tu tutor legalmente es tu hermano mayor– dijo y lo miré con una sonrisa

–esto es perfecto– dije emocionada y me levanté para abrazarlo

El rodeo mi cintura con suavidad y hundió su cabeza en mi cuello para acariciarlo con su nariz –mi bellísima April– murmuró –estoy tan feliz por ti–

–te debo muchísimo Nam Joon– lo miré alejándome un poco de él –te agradezco como no tienes idea–

–no me debes nada– dijo acariciando mi rostro –me gustas mucho April, lo hice por el cariño que te tengo, no importaba que, planeaba hacer cualquier cosa para sacarte de ahí–

–Nam Joon– murmuré su nombre

–April– murmuró de regreso

Sentí sus labios acariciar los míos dulcemente, consiguiendo que, en mi vientre miles de emociones se fusionaran, estaba feliz, emocionada, nerviosa y enamorada. Amaba cada segundo de ese beso, amaba el calor que su tacto me provocaba y adoraba despeinar su cabello para poder profundizar en su boca, pero un golpe en la puerta nos separó cuidadosamente y yo oculté mi rostro en su pecho por la vergüenza de que nos hubieran encontrado así.

–señor Kim, el carruaje está listo– informó un sirviente y Nam Jon asintió

–vamos a casa de tu hermano– me comentó y yo asentí emocionada, ambos salimos del estudio y él le pidió a Elena que trajera a Richard al carruaje

Cuando estuvimos todos subimos y empecé a sentirme algo ansiosa, no sabía que decirle a mi hermano. Contarle cómo había escapado me daba algo de temor, pero me daba aún más pánico la idea de que se hubiera convertido en la viva imagen de papá y que realmente no quisiera ayudarme, el carruaje se detuvo frente a una casa rosa, los tres bajamos y yo observé temerosa la casa, Nam Joon llamó a la puerta y una sirvienta abrió la puerta.

–buenas tardes– saludó Nam Joon –buscamos al señor Brown–

–¿quién lo busca?– preguntó

–Nam Joon Kim– dijo

La señora cerró la puerta para buscar a mi hermano y yo miré al suelo nerviosa, Richard tomó mi mano para disminuir mi tensión y regalarme una hermosa sonrisa, a los pocos segundos la puerta se abrió la puerta.

–buenas tardes– saludó una voz masculina que sin duda alguna correspondía a mi hermano mayor, por lo que, con muchas más ganas centré mi mirada en el suelo –señor Kim– dijo dudoso –pasen por favor–

–gracias– respondió Nam Joon y caminó seguido por Richard y por mí

En el interior del hogar se escuchaba risas infantiles y correteos por la casa, era como en la casa de Nam Joon, su hogar se sentía cálido, se sentía hermoso, tal y como siempre había dicho que sería cuando tuviese una familia.

–¿qué lo trae aquí señor Kim?– le preguntó Phil caminando hacia lo que seguramente era su oficina

–su hermana– habló Nam Joon con soltura consiguiendo detener el paso de mi hermano, quien ahora me observaba, al igual que yo finalmente lo hacía

–April– murmuró sin poder creerlo –eres tú– dijo con sus ojos llenándose de lágrimas –mi pequeña April– dijo emocionado abrazándome

–Phil– lo llamé soltando una risa nostálgica

–cariño ¿quién era?– preguntó una bellísima mujer que bajaba las escaleras seguidas de una chica un poco menor que Victoria

–oh, si– sonrió alejándose de mí –ella es April, mi hermana– miró a Richard y nuevamente me miró curioso –¿ese es Richard?– me miró entrecerrado los ojos –es como nuestro hermano menor–

–¿April?– me miró sorprendida –es un placer conocerte querida– saludó con una sonrisa- mi Phil me ha contado muchas cosas–

Después de la pequeña presentación, la esposa de mi hermano, Iris, me presentó a mis sobrinos, mientras que Phil llevó a Nam Joon a su oficina para que le contara todo lo que había sucedido. Para mí, era sorprendente ver la cantidad de sobrinos que tenía, eran muchos niños y de igual modo, todos eran muy educados y talentosos, se hicieron amigos de Phil y jugaron con él hasta el cansancio mientras yo platicaba con Iris, una mujer que era todo lo que mi hermano adoraba.

Finalmente, Nam Joon y Phil salieron de la oficina y ambos platicaban bastante animados, por lo que, me sentí mucho más relajada, pasamos la tarde con ellos y nuevamente sentía que tenía mi familia completa, me sentí más afortunada que en cualquier otro momento de mi vida.

La vida finalmente había dejado sus tonos grisáceos y se llena de colores armoniosos.

Eunoia® || KNJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora