–dios mío, mira April– me animó una amiga, acercándome a una tienda –aquí es donde mi esposo me ha comprado esas medias con diseño que te dije– me comentó emocionada y yo la miré con una sonrisa falsa
No es que ella lo supiera, pero yo los sentía. Todo en mi vida era falso.
–debe estar emocionado de que su esposa use medias tan bonitas– dije y ella negó apenada
–es que no pasa mucho en casa– respondió
Annabelle y yo éramos vecinas de toda la vida.
Ella me apoyó cuando mi madre desapareció de la faz de la tierra al igual que me regaló los pendientes más hermosos el día de mi boda. A pesar de siempre mostrarse muy atenta a todo yo sabía que su vida estaba inmersa en un vacío del que no había escapatoria.
Uno que, hasta cierto punto, podía decir que compartíamos
Su vida era un purgatorio, en el que buscaba diariamente complacer a su esposo en todo lo que le estuviera dentro de sus capacidades y por eso descuidaba a sus hijos, era una vida triste, pero era la única que conocía.
–señora Sedraia– saludó tímidamente una señora con una canasta de frutas en mano –¿cómo se encuentra su esposo? Escuché que había salido del país por unos viajes de negocio– asentí con la cabeza –increíble, usted debe sentirse muy afortunada de tener un esposo que viaja tanto y tiene las mejores telas para hacerle vestidos elegantes a su amada–
Le regalé una sonrisa –sí, gracias a Dios que mi esposo regresó a salvo, este mes pasará aquí– anuncié y la señora me sonrió
–cuídelo mucho señora– asentí y ella me tendió unas manzanas verdes –sé que al señor Sedraia le encantan, por favor llévelas para él– me dijo y las colocó en mi canasta, se lo agradecí y aquella señora siguió con su camino
–tienes suerte de que el apellido Sedraia tenga tanto poder– me dijo Annabelle y yo asentí –imagínate que a mí a duras penas me hacen un descuento en la costurera
Asentí una vez más y ambas detuvimos nuestro paso frente al grupo de personas reunidas cerca de una cafetería, específicamente, la predilecta por mi esposo.
La gente murmuraba curiosa y junto a mi amiga nos abrimos paso entre la multitud para observar de qué se trataba.
No parecía haber algo fuera de lo normal, personas bebiendo café y otras vino y como era de esperarse, mi esposo se encontraba ahí, bebiendo del vino más caro con un negociante seguramente extranjero.
–¿qué sucede?– pregunté a una dama que se encontraba junto a mí
Ella me miró sorprendida y me regaló una sonrisa –señora Sedraia– saludó –su esposo está cerrando un negocio con un hombre muy importante– me comentó y asentí con la cabeza –es que a todos nos ha parecido extraño, tiene los ojos rasgados y nariz pequeña, es... diferente–
–es muy atractivo– dijo una señorita junta a la dama –a pesar de sus ojos rasgados, su mirada es penetrante y lo escuché hablar un poco– sonrió –por los clavos de Cristo, es un caballero encantador, su voz parece que acariciara el alma–
Llena de curiosidad regresé mi mirada al señor sentado frente a mi esposo, no podía ver bien su rostro, pero podía confirmar que su cabello bien arreglado y el traje no podían ser de un pobre comerciante, él era rico y según varios murmuros de mujeres a mi alrededor, era un hombre completamente atractivo.
–mira, se levantaron– dijo Annabelle y yo asentí asustada
A él no le gustaba que yo estuviera cerca cuando tenía negocios y mucho menos que le dirigiera la palabra a alguien que fuera tan importante.
–debemos irnos– dije y ella asintió
Juntas nos alejamos a paso veloz de aquella zona, Annabelle sabía a la perfección que mi esposo detestaba demasiado que me acercara cuando estaba trabajando, pues frente a ella me dio varias reprimendas, yo no podía hacer más que bajar mi cabeza y aceptar con humillación sus gritos e insultos.
–dios mío April, entra rápido a tu casa– me aconsejó mi amiga y yo asentí con el corazón queriendo escapar de mi cuerpo
Me despedí de mi amiga y con la misma presencia que en el pueblo, entré a la casa, las empleadas reverenciaron y mi fiel dama de compañía me recibió con una extraña sonrisa –señora Sedraia– saludó temerosa a lo que yo le regalé una mirada llena de duda
–¿los niños?– pregunté y ella sonrió frustrada
–la señorita Victoria está esperándola para sus lecciones de piano y el niño Richard está en el patio jugando–
–Richard está en el patio jugando– repetí seriamente y ella me miró con cierto temor –¿acaso se ha lastimado?– ella negó con la cabeza –entonces mételo a la casa antes de que el señor Sedraia llegue, porque te juro que no dudará en crucificarte si sabe que su hijo estuvo jugando en la tierra–
–sí señora–
–y recuerda darle un baño, su padre quiere todo impecable en esta casa– comenté y ella se retiró con rapidez de la habitación
Suspiré cansada y subí las escaleras de la casa para llegar a la habitación de Victoria, en cuanto estuve frente a su habitación toqué dos veces y entré –buenas tardes April– saludó con su dulce voz
–Buenas tardes Victoria– saludé y me senté junto a ella frente al piano –repasemos la canción que le gusta a tu padre– dije y ella asintió con la cabeza
Suave y lentamente la habitación empezaba a llenarse de la melodía de su piano, ella tenía clase, su técnica era perfecta y yo bien sabía que ponía su alma en cada nota, pero también sabía que con eso solo buscaba acercase un poco más a su padre, ser la perfecta princesa que la sociedad esperaba de la hija de un francés.
–desde el inicio, es un fa no un mi– dije y ella asintió lamentándose, nuevamente la melodía inundó la habitación, suave, dulce y lenta como siempre
"–que jovencita tan hermosa– comentó un señor y mi padre agradeció
–estoy seguro de que conseguirá muchos terrenos con ella, quien sabe y quizás una empresa– añadió y los presentes empezar a apoyar aquel comentario
Sentí que no estaba más que simplemente encerrada en una caja de cristal, mi deber era encontrar un hombre rico, ser su esposa y lucir hermosa y etérea sin importar cuantas veces me humillara o hiciera de mi cuerpo su trofeo favorito, eso me repugnaba.
Me repugnaba saberme un juguete de alta sociedad que todos querían conseguir"
–April– me llamó Victoria y la miré fijamente –creo que mi padre ha llegado– dijo y yo asentí sin estar realmente segura –deberíamos bajar–
–no– me levanté de la silla junto a ella –bajaré yo, te llamaré si tu padre requiere tu presencia– dije y salí de su habitación
Bajé las escaleras y una vez estuve en la sala reverencié frente a mi esposo y su invitado, el mismo caballero de la cafetería.
François me miró sorprendido y asintió con la cabeza permitiéndome el paso a la sala –te presento, esta es mi querida y dulce esposa April– anunció mi entrada
"–mi pequeña, espero nunca tengas que vivir como yo– murmuró y me abrazó nuevamente –espero tu conozcas el amor en el tiempo correcto– susurró y se aferró a mi cabello –no termines teniendo una vida tan miserable como la de tu madre– comentó –aprende a tocar el piano, aprende a dibujar, aprende a escribir libros, cásate con el hombre que te ame y no con el que tu padre elija para ti"
Lo siento madre, te fallé.
Ahora soy la muñeca favorita de mi esposo en sujuego de cartas.
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Eunoia® || KNJ
FanfictionEunoia._ "pensamiento bello" En la sociedad europea del siglo XIX, a un pequeño pueblo de Inglaterra llega un hombre misterioso de nuevas ideas, un caballero que, con sus bellas palabras, consigue ganar el corazón de varias damas, pero hay solo una...