Little witch academi

Love my life...

Melodías hermosas opacadas por los quejidos sensuales de una castaña, más hermoso el matiz de su cara que la de un Chelo siguiendo al violín.
El compás de la música más lento que la intensidad que sentía la castaña en su intimidad.

Su cara era de vergüenza y sensual, su cabello desalineado por las constantes caricias de la rubia que paulatinamente recorría su espalda con sus labios, mientras el rostro de lágrimas y sudor de la castaña se escondía en la almohada, apretaba las sábanas, Diana sabía cómo encender y provocar a su amada, ambas sudaban, llevaban haciendo esto por casi 2 horas, la rubia se había llevado la primera vez de Akko, las sábanas aún manchadas de la sangre de la castaña entre otros fluidos que ocasionó Diana.

Por primera vez se sentía libre, feliz, más cercana a su amada al unir sus vidas ante el acto de amor...

Momentos antes Akko

Las luces titilantes del cielo estrellado que iluminaban los ojos azules de mi amada.

Ella es realmente hermosa, el viento juega con su cabellera, desde este mirador lejos de la ciudad pero aún se veía está con claridad junto a la fauna que la rodea, una vista simplemente hermosa que no me alcanza el lenguaje para describir la escena.

Ambas tomadas de la mano solo observando.

— Akko, ¿Que harás después de la graduación?— Diana rompió el silencio

— Supongo que volver a Japón— no me había dado cuenta de que esas palabras no me hacían sentir bien o más bien, nunca me habían dolido tanto.

Diana apretó un poco mi mano.

— ¿Tienes que hacerlo?

— allá está mi vida, mi familia, mi casa...

— ¿ Estudiaras?

— tal vez, mi sueño de ser como Chariot cambio, ella es maravillosa y genial, pero entendí que no puedo ser ella, Yo soy Akko, mi meta es ayudar a la gente, sin embargo aún no se cómo hacerlo, quiero que todos sonrían, que sean felices pero...

— Akko, no puedes ayudar a todo el mundo, pero un pequeño grano de arena hace la diferencia, nuestro sueño no va muy alejado, supongo que estudiaré medicina, salvaré vidas.

— Esa es la Diana que conozco, sabe su camino y acepta los mejores retos que yo no podría hacer.

Diana me sonrió, tomo mis manos.

— Existe posibilidad de...

— se lo que dirás.

— Akko.

— no pensemos en eso, solo quiero disfrutar mi presente, quiero sonreír, divertirme, estar contigo.

Me lance a Diana dando un beso, uno que hiciera que olvidara aquél tema, la preocupación por nuestro después, estoy segura que no encontraré a nadie mejor que ella, se que solo quiero estar con ella pero ambas sabemos que la distancia será difícil, sin embargo lo enfrentaremos.

— Sería mejor hacerte mi esposa.— dijo Diana en cuanto se separó.

— no digas eso, aún debemos estudiar, ¿Que pasó con la Diana prudente?

Ella desvió la vista.

— Entonces prométeme que no verás a nadie más que a mí, solo serás mía.

— Yo nací para ti— dije acariciando su rostro, aveces ella es tierna, suelo ser infantil pero Diana tiene algo de esa escencia.

— Yo...

— Se que los celos estarán presentes pero yo solo quiero ser tuya Diana, sí!, Seré la señorita Atsuko Cavendish.

— Estás segura?