Always

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Diana:

Los rayos de sol que se cuelan por las ventanas y golpean directamente mi cara e iluminan el rostro de la bella castaña a mi lado.
Despierto después de una noche entera con mi amada, ella ronca, babea un poco mientras mantiene su boca abierta, la miro de lado, Akko está boca arriba, sonrió al verl
— Buenos días— susurro

Llevo mi índice a su nariz, la tocó, ella se retuerce, cierra un poco más los ojos y da la vuelta. Su acción parece tan tierna, sigo molestando a mi pequeña Akko, toco sus mejillas con mi indice, ella se mueve, voltea, se acuesta boca abajo mientras yo la molesto.

— Déjame dormir!

— Ya has descansado suficiente pequeña.

— tengo sueño! Decía quejándose.

Me reí.

— Quedaste muy cansada de ayer?

Akko solo grito para callarme cubriéndose las orejas con la almohada dándome la espalda, aún sigue desnuda, ver su piel con los rayos del sol me hace apreciar más su textura, recorrí con mi indice la línea de su espalda, Akko se curvea un poco haciendo un gemido.

— Despierta Akko

— Diana, déjame en paz, ayer no me dejaste dormir.

Solo me reí ante la reacción infantil de Akko.

— Encima de todo, te burlas!

— Lo siento pequeña, supongo que quieres el segundo round ahora.

Me acerque a su pequeño cuerpo mientras besaba sus hombros.

— No Diana, no de nuevo, ¿Porqué eres tan impaciente?!

— Eso es porque quiero que despiertes pero si no quieres, Entonces yo aprovecharé.

Akko hizo pucheros pero al final no se movió.

— Tengo hambre.

— ¿Quieres que cocine?

— Con lo mal que lo haces?, No gracias, yo lo haré pero, ¿Que comeremos?

— Supongo que podemos ir al río a pescar.

— llevará tiempo!, Sabía que debí traer comida del restaurante...

— Bueno, ¿Quieres que te lleve a la ciudad en la escoba rápido?.

Akko se dio la vuelta y me abrazó, escondió su cara en mis pechos.

— No quiero irme aún!

Me pareció repentino su cambio de humor, coloqué mi mano en su cabeza y la abrazo.

— Diana, quiero estar así más tiempo pero también quiero comer!.

— No seas tan caprichosa, elije de una vez...

— ¿Crees que la pizza llegué hasta aquí?

— Para empezar dudo que haya una abierta.

— Entonces, salgamos a recolectar por el bosque.

Sonreí.

— Podríamos comer ardilla.

Akko se separó.

— Serías capaz?!

— Claro son muy nutritivas.

La pequeña castaña me dio un almohadazo mientras me gritaba.

— No comas ardillas!

— espera! Akko!.
. seguía golpeando hasta que me moleste y tome una almohada para devolver su ataque.

Little witch academiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora