Capítulo 4

1.2M 98.1K 477K
                                    


4 - EL COMBATE


(Do I wanna know? - Arctic Monkeys)


—Así que... —la doctora Jenkins me dedicó una sonrisita cómplice— tu relación con Aiden ha avanzado.

Mi mueca fue empeorando a medida que hablaba.

—No hay ninguna relación que pueda avanzar.

—Muy bien —me concedió—, pero vas a verlo esta noche, ¿no?

—Sí. Iré con Lisa y Holt a ver un combate de esos raros.

—¿Cómo te sientes al respecto?

Ni siquiera tuve que pensarlo.

—Extrañamente... nerviosa.

—¿Por ir a un combate o por verlo?

La miré enarcando una ceja, ella sonrió, y creo que nos entendimos bastante bien.

—Me tranquiliza saber que estará Lisa —añadí.

—Lisa parece una buena amiga —comentó, mirándome—. Por lo que me has contado.

—Lo es.

—El otro día me dijiste que no le cuentas a nadie de tu familia o amigos cómo te sientes.

Oh, ya sabía por dónde iría la cosa.

—No lo hago —murmuré.

—¿Y qué hay de Lisa? Parece que tienes mucha confianza con ella.

—Sí, pero...

Pero no quería que se pensara que estaba loca.

Puse una mueca, buscando palabras más suaves para explicarlo.

—No quiero cansarla con mis problemas —dije al final—. No quiero que se aburra de mí.

—Pero... ¿de verdad crees que ella se aburriría de ti si le contaras tus problemas?

Me encogí de hombros, mirando mis manos entrelazadas en mi regazo.

—¿Qué hay de Grace? —añadió—. Ella es la única que sabe que vienes a terapia, ¿no?

—Ajá.

—¿Y tu padre?

—Él solo sabe que estoy viendo a un psicólogo.

La doctora Jenkins dejó de escribir de golpe y levantó la cabeza, confusa.

—¿Psicólogo? —repitió—. Yo no soy psicóloga, Mara.

—Ya lo sé, pero psiquiatra suena horrible —mascullé.

—Pero es mi profesión. Mara, cambiarle el nombre no hará que la realidad cambie.

Cuando decía esas cosas, me recordaba a la novia de mi padre.

De hecho, me recordaba a ella en muchos aspectos. Quizá la doctora Jenkins era más suave, pero definitivamente tenía la misma mirada afilada que hacía que fueras incapaz de mentirle u ocultarle nada.

—¿Todavía tienes problemas para dormir? —cambió de tema al ver mi incomodidad.

—Sí. Pero estoy haciendo ejercicio, como me dijo.

—¿Y has vuelto a tener pesadillas?

—...sí.

—¿Están relacionadas entre sí?

Tardes de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora