🌫️Búsqueda🌫️

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— ¡¿Por qué me salvaste?! ¡¿Qué utilidad podría tener un idiota sin núcleo?! —Su voz salía con odio, tanto al mundo como a sí mismo. No quería saber nada; había decepcionado a todos y lo peor era que ya no podría cumplir su sueño de ver correr la sangre de todo el clan Wen.

Nadie sabía mejor que él lo ambicioso que era Jiang Cheng y cuán orgulloso estaba de su nivel de cultivo. Pero ahora, con el golpe de La Mano derrite núcleos, su cultivación, su orgullo y autoestima, se habían ido. Completamente destruidos.

— ¡Qué hábil, Wei Wuxian! ¡Mantenerme con vida, solo para ver cómo nadie detiene a los malditos Wen! —Su risa era terrorífica, algo que jamás imaginó ver; tan carente de sentimiento, al igual que sus ojos. —¡¡Mientras yo no puedo hacer nada!!

Wen Ning entraba lentamente en la habitación en la que los dos chicos se encontraban con una sonrisa servicial. Escuchaba la risa de Jiang Cheng y le causaba escalofríos; empezaba a creer que era una mala idea entrar en ese momento, pero no disponían de mucho tiempo y la prioridad era que él se recuperara.

Jiang Cheng, escuchó el sonido de la puerta siendo abierta y divisó los colores de las ropas del clan Wen, causando que sus pupilas se contrajeran.

Con la furia corriendo por todo su ser pateó a Wen Ning, causando que el preparado medicinal que llevaba en las manos cayera en el piso. Wei Ying trató de recuperar el cuenco con el remedio y Wen Ning no cabía de la conmoción que el otro le había causado.

—¡¡ ¿Qué está mal contigo?!! —Jiang Cheng rugió con toda la voz que poseía. Sentía que había sido traicionado y peor aún, por su hermano. Wen Ning no sabía qué hacer, solo atinó a dar un par de pasos atrás para no volver a ser atacado.

Jiang Cheng tomó por el cuello a Wei Wuxian y con una expresión muerta, y a la vez furiosa, le gritó. — ¡¿Ves a un maldito perro Wen y no lo matas?! ¡Peor aún, lo ayudas! ¡¿No tienes miedo a morir?!

Wei Ying logró soltarse del agarre de su hermano, puesto que todavía se encontraba sumamente débil como para ejercer mucha fuerza. El menor se quedó mirando fijamente el lugar donde se encontraban y con la misma rabia anterior le gritó a Wei Wuxian.

— ¿Dónde estamos? —Wen Ning se sentía intimidado por la mirada asesina que el joven Jiang tenía. Estaba seguro de que si se descuidaba era capaz de saltarle al cuello y matarlo.

—Es la oficina de supervisión de Yiling... Es muy segura, lo prome-...—El menor se giró para encararlo, completamente incrédulo ante sus palabras.

— ¿Oficina de supervisión?, ¡¿acaso te metiste en su trampa, voluntariamente?!

— ¡No! ¡De ninguna manera! Ahora es el lugar más seguro que tenemos.

— ¿El lugar más seguro dices? Ja, ja, ja. ¿Cómo diablos se supone que llegamos aquí? ¡¿No me digas que pediste ayuda a los perros Wen?! —Su voz sonaba histérica, al borde de la locura total. Wei Ying no sabía cómo explicarle las cosas en el estado en el que estaba. — ¡¿De modo que solo esperabas a que mi clan cayera para unirte a esos mal nacidos, no es así?! ¡Qué gran discípulo de Yunmeng Jiang resultaste ser!

La puerta se abrió de pronto, dejando a la vista unas ropas de color rojo. Luego un objeto con brillo de plata fue lanzado en dirección de Jiang Cheng, dando directamente en su cabeza para después caer inconsciente.

— ¡¿Acaso están locos?! ¡Si su sueño era ser descubiertos debieron quedarse en el Muelle de Loto! ¡Si quieren permanecer aquí entonces deben guardar silencio! —La voz de Wen Qing, causó un silencio absoluto en la sala. Wei Ying corrió en dirección de su hermano, quién se encontraba dormido sobre la cama que la doctora había dispuesto para él.

«Lᴏ Qᴜᴇ Mᴇ Qᴜᴇᴅᴀ Dᴇ Tɪ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora