«Lᴏ Qᴜᴇ Mᴇ Qᴜᴇᴅᴀ Dᴇ Tɪ»

🌫️Herida🌫️

— ¡Wei Wuxian!, ¿dónde estabas? ¿Qué fue lo que ocurrió? —Wei Ying miró con expresión cansada a su hermano. Había permitido que su Shijie fuera con Madam Jin, después de que Jin Zixuan saliera corriendo lleno de vergüenza por su confesión, pero con la condición, de que la tratarían con respeto. La mayor aceptó su propuesta, y tomando suavemente, las manos de su Shijie, la llevó de regreso.

—Nada de lo que debas preocuparte. —Se acercó a su hermano y le dio un ligero golpe en el hombro, causando que Jiang Cheng lo mirara mal. —No podré estar presente en el banquete, así que iré a conocer las calles de Lanling. No quiero que te preocupes por mi ausencia y si necesitas algo, envía un cultivador a avisarme.

— ¿Por qué no estarás conmigo? —Su Shidi se veía triste por eso, pero no quería problemas nuevamente con todos esos cultivadores.

—Prefiero ahorrarte conflictos. —Dándole una última sonrisa, volteó en dirección de Lan Wangji y Zewu-Jun, quién estaba a lado de Jin Guangyao. —Nos vemos luego Lan Zhan.

El mencionado no contestó, pero sí vio alejarse al mayor. Estaba hecho un caos completamente y no sabía qué pensar; no obstante, estaba muy seguro de que Wei Ying, era el menos culpable de las injurias que los clanes lanzaban contra él.

—Zewu-Jun, Lianfang-Zun, si me permiten preguntar, ¿qué fue lo que pasó? —Xichen miró la tensión que el muchacho tenía y francamente, no quería causarle más preocupación de la que ya mostraba.

—Será mejor que la señorita Jiang le dé los detalles. No quisiera decir cosas que no son. —El menor pareció comprenderlo, por lo que agradeció sus palabras.

Xichen y Lan Zhan, se retiraron del lugar, siendo seguidos por A-Yao; sin embargo, el joven Jin se acercó a Jiang Cheng para susurrarle algo.

—Líder Jiang, le aconsejo no escuchar las palabras de los cultivadores. Su hermano solo intentó proteger a la señorita Jiang, pero muchos no lo ven así. No deje que esos comentarios mal intencionados lo afecten.

—Gracias por el consejo, Lianfang-Zun. —Ambos se reverenciaron y cada uno tomó su camino de regreso.

Jiang Cheng iba junto a sus cultivadores, cuando la voz del líder Yao llamó su atención mientras hablaba con algunos cultivadores Jin.

—El Muelle de loto ha acaparado toda la atención el día de hoy, arruinando completamente la cacería de Lianfang-Zun. —Aquello causó confusión en el líder Jiang, quién no podía comprender a lo que se refería el mayor.

—Quisiera que en mi clan, hubiera alguien como Wei Wuxian.

—Mhn, no es beneficioso tener a alguien como él. No me gustaría tener un dolor de cabeza diario por sus acciones. —Los dos cultivadores que iban con él, asintieron a sus palabras, bajo la atenta mirada de Jiang Cheng.

— ¿Escucharon los rumores sobre el objeto que Wei Wuxian utiliza?

— ¿Qué objeto?

—El Sello del tigre estigio. Dicen que esa arma es muy poderosa, pero que para cultivarlo, se debe vender tu alma. —Jiang Cheng estuvo a punto de írsele encima a ese cultivador cualquiera. Nadie tenía derecho de hablar así de su hermano, pero su intención fue detenida por el líder Yao.

—No sería raro, ¡Wei Wuxian es un arrogante! De ahora en adelante, no iré a ninguna cacería dónde estén presentes los Jiang.

— ¡Nada de eso! Lo que Wei Wuxian hace, no es cosa de su clan. Durante la caída del sol, todos dependían de Wei Wuxian y es gracias a él, que el clan Jiang ha hecho su fama.

— ¡Cómo sea!, hay que irnos. —Jiang Cheng estaba furioso. Esos tipos no sabían nada y estaba enojado de que hablaran así de ellos. Su furia era absoluta, sintiendo que Wei Wuxian cada día, hacía cosas más tontas.