¡¡¡¡AAAAAAGGGGHHH!!!! Maldito celular, no se sorprendan si es que en algún momento lo termino lanzando por la ventana os lo juro que lo estoy considerando, me levante y camine a la península, no me moleste en ver quien me estaba llamando solo conteste.
— Samantha te juro que si me llamas para decirme que te mandaron a decirme algo te voy a estrellar la cabeza contra el escritorio — No sabía si era ella realmente, pero quien sea que fuera entonces se merecía todo el odio del mundo por despertarme.
— ¿Por que tanto odio? — respondió un chico al otro lado de la línea que claramente no era Samantha.
— Disculpa pensé que eras otra persona ¿con quién habló? — Me saqué el celular de la oreja pero no obtuve respuestas ya que era un número que no tenía guardado.
— Eric — dijo la voz al otro lado del teléfono — Adelina me dijo te llamará a ti cuando tomáramos una decisión con el tema de los acreedores— yo hice un sonido de afirmación, creo que iba a matar a Adelina — Queremos firmar el contrato — al parecer no le había molestado que le hubiese respondido mal.
— Anda a la oficina — mire la hora 3 de la tarde del martes, se supone que me había tomado solo la tarde del lunes para dormir, pero se me había pasado el tiempo y como Samantha estaba enojada entonces nadie había llamado para despertarme por no llegar a la oficina ese día y no les hablo del hecho de que con Adelina llevábamos al menos un par de días sin hablar — Te coordinó para que veas a Adelina — Me refregaba la cara.
— Bien, 16:15 pasó por allá y gracias por la amenaza — recalcó el chico antes de cortar la llamada.
Yo me quedé un momento mirando el celular y pensando en si llamar a Samantha o a Adelina, llame a Adelina, si tenía acceso a ella prefería hacerlo con ella directamente pues no sabía con que me iba a salir Samantha si es que le llamaba, marqué, sonó tres veces el teléfono y apenas contestó, no le di tiempo para hablar, nada de "Buenos días amor" o "¿Como estas?" No, ni lo penséis.
— Eric, contrato 16:15 en tu oficina — fue todo lo que dije para cortar, no quería hablar con ella, pero el idiota de Eric me iba a obligar a ir a la empresa.
Así que, me puse ropa, una playera que decía "enamorarse es para idiotas" y unos jeans, tomé mi celular, las llaves del apartamento y salí a la oficina, por más que no quisiera llegar no me demore mucho, la oficina no estaba muy lejos, llegue y subí al último piso, me dirigí a Samantha la cual me miro.
— Esta desocupada pasa si quieres — Samantha señaló la puerta de la oficina de Adelina.
— ¿Está de ánimo? — le pregunté mirando la puerta y ella negó.
— Ha estado gritando y amenazando desde ayer que te fuiste — Nos quedamos mirando sin decir mucho más y terminé por asentir con la cabeza.
— Okey, deséame suerte entonces — inhale profundo y me mentalicé para abrir la puerta, no sé de dónde saqué el valor para entrar, pero apenas entré la vi, sentada en su escritorio, con una playera azul y jeans, mirándome por sobre los lentes, me arrepentí al instante — ¿Tienes el contrato? — pregunté con la mayor cantidad de indiferencia que me salió en ese momento, la verdad es que ya me había visto, no podía darme media vuelta e irme.
— Y tú ¿crees que estas son horas para llegar a trabajar? — preguntó mirando su reloj y con la misma indiferencia con la que yo le había hablado.
— ¿Tienes el contrato? Si o no, vamos querida es sencillo — me estaba impacientando, sacar un contrato ahora, cuando solo quedaban unos 20 minutos para que la gente llegara a firmar, podía ser complicado y bochornoso — porque si no lo tienes puedo ir a conseguirme uno provisional — le señalé la puerta.
ESTÁS LEYENDO
La CEO
RomanceAdelina es una chica de 27 años que es dueña de unas de las empresas más grandes y multimillonarias del país. Por otro lado Lara solo es una chica de 25 años que esta buscando un lugar en donde trabajar y hospedarse. - ¿Quién te levanta a las cinco...