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Dylan A. White
El avión ya había aterrizado y tenía que bajarme pero como no me gusta que las personas me estén empujando cuando me bajo o en cualquier otra ocasión, espere a que ya no hubiera tantas personas en el avión para poder bajarme. Ya estaba por salir totalmente del avión cuando mi tobillo decidio que era un buen momento para torcerse haciéndome caer de cara.
—¡Carajo! Estupido tobillo.—Dije mientras miraba a los lados para ver si alguien había visto mi caída, pero por suerte no fue asi.
Me levanté como pude por el dolor de tobillo mientras maldecia en voz baja y me arreglaba mi ropa, una vez ya arreglado caminé hasta donde se recogen las maletas y cuando estaba por llegar no vi mi camino y el mismo tobillo de hace un rato se volvió a torcer haciendo que pierda mi equilibrio pero sentí unas manos en mi espalda que evitaron que yo tuviera una segunda caída, levante la mirada y me encontré a una chica de pelo azul clarito.
—Gracias.—Comente avergonzado mientras me apartaba de ella.
—¡Oh! No hay de que, me llamo Miyamoto Kazuo.—Dijo con una sonrisa amable.
Al escuchar su voz y su nombre me empeze a reír mientras me atajaba de su hombro para evitar otra posible torcedura de tobillo,.
—¿sucede algo?.—Pregunto el chico.
—Perdón, es que crei que eras una chica por tus rasgos y cabello, pero al escuchar tu voz y saber tu nombre me dio risa porqué no me esperaba que fueras un chico.—Le conteste calmandome un poco más.—lo siento.—
—No te preocupes, me sucede mucho.—Contestó a la vez que hacia un gesto con sus manos para que le restará importancia.
No sabia que más decir así que mire por los alrededores y en eso mi mirada termino en el reloj del aeropuerto y noté que se me estaba haciendo un poco tarde así que debía despedirme de Miyamoto.
—Oye muchas gracias por ayudarme y todo pero debo irme porqué se me hace tarde.—Comente un poco incómodo.
—Claro, aquí tienes mi número por si quieres volver a hablar.—Dijo con una sonrisa mientras buscaba algo en su bolsillo.
Lo vi buscar por un rato algo en su bolsillo hasta que saco una tarjeta de negocios que decía "Estudio fotográfico HALO" que tenía su información y número, lo tomé para luego guardarlo en mi bolsillo.
—Gracias por la ayuda de nuevo.—Le dije antes de volver a caminar.
Volvi a retomar mi camino hacia donde se recogen las maletas para buscar las mias ya que estaba bastante atrasado de tiempo. Una vez conseguí mis maletas pedí un chófer por una aplicación que luego de unos 20 minutos había llegado, me subi y lo primero que hice fue darle la dirección de la mansión y sacar mi teléfono para enviarle un mensaje a karl diciéndole que estaba en camino, una vez que vi que le llegó el mensaje deje mi celular de lado y mire hacia la ventana para apreciar lo mucho que había cambiado Japón desde que dejé el país.
Hola, ha pasado un tiempo pero aquí estoy con un nuevo capitulo, hoy no planeaba publicar nada pero me sentí motivada al ver que les gustaba y al ver algún que otro comentario. Espero que les guste, no olviden comentar o darle like que eso me ayuda mucho, Adiós.
