The kids are coming [(T)rap] (CANCELADA)

Capítulo 5

Martes,
10 de Marzo

Pov. Mateo

Estaba nervioso, más de lo que me gustaría admitir.

Era la primera vez que iba a ir a una casa de chetos, después de todo, todavía ni Nicki ni Ivo me habían invitado a su casa, y en lo que iba del año escolar, que es semana y media, nadie me había invitado a una fiesta en alguna casa.

Así que, acá estaba, esperando junto a Manu que Valen termine de guardar sus cosas para irnos a la casa del primero.

―El día que guarde rápido las cosas, se acaba el mundo. ―espetó Manu, soltando un suspiro, a lo que solté una risita, especialmente por la reacción de Valen.

―Boeh, banca, ¿Estás apurado, Flash? ―cuestionó, soltando un bufido, colgándose la mochila a los hombros al terminar.

―El tiempo que perdes en guardar las cosas es tiempo de estudio que perdemos, y no sé vos, pero quiero terminar antes de la cena. ―respondió Manu, haciéndome una pequeña seña para que lo siguiera.

Salimos del colegio y yo fui a buscar mi bicicleta. Le saqué la cadena y la enganché en la parte de atrás, bajo la atenta mirada de Valen y Manu.

―¿Qué? ¿Nunca vieron a un chico desencadenando su bici? ―pregunté con diversión, girándome a verlos con bici ya en mano.

Sus rostros me dieron una respuesta inesperada.

―¿No?... ¿Y saben andar en bicicleta? ―cuestioné, a estas alturas no me sorprendería que no supieran.

―Yo si, él no. ―respondió Manu, señalando a Valentín. Yo lo miré con sorpresa.

―A mis padres no les parecía que ande en bicicleta pudiendo ir a cualquier lado en auto... ―respondió con un pequeño suspiro.

―No pasa nada. Si queres un día te enseño. ―ofrecí, a lo que él sonrió.

―Me encantaría aprender. ―replicó, y noté a Manu observándonos de una forma extraña.

―Ya llegó el auto, vengan. ―nos guió hacia la puerta, donde estaba un hombre de traje negro, esperando junto a un coche negro de alta gama. Mi padre seguro se habría puesto a babear de solo ver ese auto.

Intentamos subir la bici, pero entraba solo si bajábamos los asientos de atrás, así que desistimos.

―Vayan en el auto, no tengo problema en ir en bici, son pocas cuadras. ―dije. No quería tampoco obligarlos a caminar siendo que podían ir en auto, además que el hombre había venido a buscarlos.

―Porque son pocas cuadras justamente podemos ir caminando al lado tuyo. ―respondió Manuel.

―Eso, eso ―dijo Valen―. Además así charlamos un toque antes de ponernos con lo aburrido.

―Señorito Vainstein, no creo que su madre esté muy contenta de saber que volvió caminando... ―soltó el hombre en traje.

―No pasa nada, yo me arreglo con ella. Seguro lo va a entender. ―respondió Manu con una sonrisita. El hombre no pudo negarse. Y se me hacía que Manuel sabía que eso lo haría ceder.

―Es su truquito. ―murmuró Valen a mi lado.

―¿Y cuál es tu truquito? ―pregunté con diversión.

―Eso es información confidencial. ―respondió, enderezándose, a lo que yo viré los ojos.

―No era necesario agacharte para hablarme.