The kids are coming [(T)rap] (CANCELADA)

Capítulo 4

Martes,
10 de Marzo

Pov. Manuel

—Ah, re Santiagueño —soltó Valen, a lo que le di un codazo—. Ey, ¿Eso por qué?

Viré los ojos.

—Vos sabes. —respondí.

—Bueno, pero díganme algo que no sé qué mierda hacer. —se quejó Mauro, zarandeando ligeramente a Valen.

—Ignoralo, ¿Qué mierda más vas a hacer? —respondí, reteniendo un suspiro— Con el tiempo se va a cansar, y ya.

Valen sujetó a Lit, deteniendo sus movimientos.

—Manu tiene razón.

—Siempre la tengo. —agregué con cierta diversión, a lo que mi novio viró los ojos.

—Pero, ¿Y si Mauro se entera? —cuestionó Lit.

Enarqué una ceja.

—¿Y eso por qué sería un problema? —pregunté, confuso.

Lit abrió la boca para responder, pero no lo hizo. En cambio, habló Valen.

—Manu tiene razón —dijo, a lo que yo sonreí—, sino le das cabida ya está. Ademas si el Duko se entera seguro solo le da un asustón y listo. A no ser que te llame la atención el pibe, que no es el caso, no hay problema. —concluyó.

Lit hizo una mueca, como si estuviera algo inseguro de lo que dijo Oliva, pero termino por asentir.

—Si, es cierto... —susurró.

Entrecerré mis ojos con cierta sospecha, hace un tiempo venía sospechando de Mauro. Por ejemplo ayer, tenía mal prendido un botón de la camisa del uniforme y se lo notaba transpirado, pero él jamás corría para llegar a clase y siempre viene caminando. No encontraba razones para que estuviera así de sudado.

Había notado varias veces cosas similares, pero quería creer que eran imaginaciones mías y nada más.

—¿De qué hablaban? —cuestionó Lombardo, llegando a abrazar por detrás a Mauro, que casi pegó un saltito del susto, pero pronto giró su rostro y le dio un pequeño beso.

A veces me cuestionaba si realmente se gustaban, o solo habían empezado a salir porque sí.

Duki había entrado el año interior al colegio, con 17 años, pero como cumple en junio, ya el año pasado tenía 18. Valen y yo sabíamos que el hecho de que era el más grande del curso había logrado que Monzón se fijara en él.

Pero solo para algo casual.

Fue una total sorpresa cuando empezaron a salir, lo que sucedió aproximadamente en agosto del año pasado. Llevaban más tiempo juntos que Valen y yo.

La verdad es que no pensé que duraran tanto, y acá estábamos.

Negué internamente, tratando de dejar de pensar en ello.

Cuando volví a la conversación, me di cuenta que no sabía de qué estaban hablando. Miré a Valen y pareció no notar que estaba completamente perdido.

De todas formas, estaba acostumbrado.

Pero sentí una mirada sobre mí, así que miré alrededor, y noté que estaba Mateo llamándome.

—Ya vuelvo. —avisé.

Me miraron confundidos, pero yo simplemente empecé a caminar hacia Mateo.

—¡No se te vayan a pegar las pulgas! —burló el platinado al ver que estaba yendo con el de rizos. Yo viré los ojos y Mateo le sacó el dedo medio.