Familia apolo, ya pasaron casi 2 años desde que robo ese collar, ahora que querían con el, ¿el collar?, bell se encontraba pensando sobre lo mencionado en la carta, lo habían invitado a un evento organizado por la familia apolo, le informo a arwen y esa misma noche llegarían al evento de apolo con la meta de resolver lo mas rápido los asuntos que quiera apolo con ellos.
Aproximadamente a las 8:pm un peliblanco se encontraba frente a la sede de la familia apolo con un traje completamente negro, en conjunto con unos guantes negros y unas botas negras, mas bajo esa ropa se encontraban escondidas sus dos típicas dagas negras, ademas su espada corta colgaba de cintura, y finalmente bajo esos guantes negros se encontraban pequeñas placas de acero para golpes contundentes, a su lado un elfo peliazul se encontrabas vestido casi igual que el peliblanco solo que este llevaba su arco en su espalda y sus dagas pequeñas se encontraban acopladas por dentro del traje, a paso lento entraron a la mansión chimenea al entrar divisaron una gran cantidad de personas, así como dioses con sus respectivos aventureros, llamaron la atención debido a que llevaban sus armas, aun así el plan era sentarse y esperar a apolo, pero su plan se vio rápidamente roto cuando arwen vio en la mesa una gran cantidad de pasta, quiso detenerlo pero era muy tarde lo había perdido, su antes serio hermano ahora se encontraba en la mesa central comiendo como loco llevándose las miradas de todos los presentes, gracias a un azar del destino una diosa de la belleza entro por la puerta llevándose las miradas de todos, rápidamente bell tomo a arwen y se lo llevo de ahí.
A los pocos minutos apolo apareció dando un discurso para todos los presentes y proponiendo un juego de guerra a la familia hestia, esto lo desconcertó un poco, pero ese desconcierto se fue al ver el interés del dios en una rubia que se encontraba con la diosa hestia, la diosa declino el juego de guerra y se marcho de ahí, después de ese altercado el dúo fue llamado a una habitación donde se encontraron con el dios de la familia junto a su capitán, ademas de un hobbit, una peliazul y la misma pelirroja que le entrego la carta.
"Bien, que necesitas apolo" dijo bell con la actitud de siempre aun estando en el territorio del dios del sol.
"Bien, pequeño bell te tengo una propuesta" dijo apolo con su actitud de siempre.
Bell no respondio y solo le hizo intender al dios con la mirada para que prosiguiera.
"Únete a mi fa.." antes de que pudiera terminar su frase un peliblanco lo interrumpió
"No" dijo firmemente el peliblanco "Si solo es eso nos iremos ahora mismo" dijo el peliblanco.
"Ahh..." Dio un suspiro el dios. "Pequeño bell no estas en posición de negarte" Dijo el dios del sol. "Si no aceptas, le pediré un juego de guerra a tu dios, y como lo dicen las reglas del negocio de falnas, este negara todas las relaciones contigo" Dijo con apolo "Terminaras tu solo contra mi familia, ¿Podrás ganarme?, Evita todas esas molestias y simplemente acepta, yo pagare el cambio de familia y las deudas que tengas con el dios" Dijo el dios del sol dejando en jaque a bell.
"No" Mantuvo bell su respuesta "Si es necesario para pararte masacrare a toda tu familia" Dijo bell subiendo si instinto asesino ante el dios frente a el "Que tal si tu me evitas esa molestia" Dijo bell firmemente ante el dios.
El dios del sol no se esperaba esa respuesta, estaba seguro que el peliblanco aceptaría, después de todo quien en su sano juicio aceptaría un juego de guerra contra una familia entera siendo el solo un aventurero.
"Si eso es todo me voy tu, puedes elegir como se ejecute el juego" Dijo el peliblanco mientras se dirigía a la salida de la habitación con un elfo tras el "solo dime cuando y donde, ahí estaré" dijo el peliblanco mientras salia de la habitación.
Los aventureros que se encontraban con el dios solo pudieron burlarse, incluso la vice-capitana de la familia, -no importa cuanto pelees al final el te obtendrá- pensó la pelirroja.

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Héroe Oscuro
FanficOrario es el lugar donde las personas van en busca de cumplir su sueños pero algunas vez pensaste en ver el otro lado de la moneda