Héroe Oscuro

Amanecer

Partículas de sangre volaron en el aire, mientras una línea de corte superficial se delineaba en la garganta del peliblanco, una pequeña herida no profunda, pero si dolorosa se mostró en la piel blanca de Bell, Phryne ¿Había fallado?

No, claro que no, era imposible fallar a esa distancia, el peliblanco alzo la vista para encarar a su atacante y se llevó una gran sorpresa, un sujeto alto, específicamente un catman pelinegro, el cual tenía el brazo extendido bloqueando con una lanza la gran hacha de la capitana de la familia Ishtar, el peliblanco inmediatamente retrocedió de un salto para que su mente pudiera asimilar el panorama y salir de la línea de fuego.

"Sal de aquí niño" Fue lo único que comento el catman antes de que el pelinegro comenzara una pelea casi unilateral contra Phryne.

"No soy un niño" murmuro el peliblanco.

Momentos después perdió el brillo carmesí en sus ojos y cayo sentado en el frio suelo, apenas toco el suelo la adrenalina se fue de su cuerpo y el dolor de su herida más grande en su pecho se hizo presente al cien por ciento el peliblanco solo apretó su herida mayor mientras suspiraba.

"Bell-sama!!!" Grito la Renard mientras se acercaba al peliblanco corriendo "Se encuentra bien" dijo la Renard con preocupación en su voz.

"Me encuentro perfecto" Dijo el peliblanco con humor en su voz y una sincera sonrisa marcada en su cara.

"B..ell-sama!!" Grito la Renard mientras comenzaba a llorar.

El peliblanco sin saber cómo actuar simplemente hizo lo que un pequeño bell en su mente le recomendó, la abrazo, la coloco junto a su pecho mientras acariciaba su cabeza.

"Bell-sama" Dijo la Renard mientras aún se mantenía en su pecho "Esta Sangrando!!!" Dijo exaltada la Renard con preocupación en su rostro

"Si lo sé" Respondió el peliblanco muy tranquilo a pesar de la situación en la que se encontraba "Haruhime tenemos que irnos" Menciono el peliblanco a la Renard mientras se levantaba lentamente.

"Pero bell-sama tenemos que atender sus herid..."

"Ya lo sé" Respondió el peliblanco el cual sentía como su cuerpo se debilitaba lentamente por la pérdida de sangre "Por eso tenemos que irnos ya"

Antes de que la Renard pudiera refutar algo, el peliblanco la cargo como si fuera una princesa "Bell-sama" fue lo único que pudo pronunciar la Rernard antes de que el peliblanco saliera de un salto de la muralla rumbo a la mansión chimenea.

Durante la retirada el peliblanco se percató de una gran luz que lleno cada centímetro de Orario por unos momentos, momentos después una gran cantidad de energía divina fue liberada esta no duro mucho ya que de un momento a otro desapareció como si nunca hubiera estado ahí.

"Moriste Ishtar" dijo el peliblanco mientras seguía corriendo.

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La media noche ya se encontraba sobre Orario, los puestos y mercados ya se encontraban cerrando, el gremio ya se encontraba casi desolado, mientras esto sucedía en un callejón cercano a la calle principal algo diferente estaba sucediendo.