Parte 1: Robo.

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El centro comercial central estaba lleno de civiles realizando compras, era finales de Noviembre y muchas personas ya se empezaban a preparar para la ansiada navidad, por lo que bastantes se encontraban en busca de regalos y despilfarrando todo su dinero con presentes para sus seres queridos. El aire gélido se convertía en algo más bien hogareño, cuando en una de las panaderías del lugar se abría paso un exquisito aroma a pan casero recién horneado.

Todo era paz y armonía, las canciones en los altavoces anunciaban típicos villancicos de la época, algunos niños gritaban por ahí y todos se veían con sonrisas, como si fuera un mundo perfecto, lleno de felicidad y sin preocupaciones.
Todo eso terminó cuando un movimiento constante se sintió por todos lados, un temblor sacudía con brutalidad todos los estantes de juguetes, anaqueles y otros objetos, logrando incluso a romper algunas ventanas y de más cosas valiosas de cristal dentro de las tiendas.

La gente presente se abrazó así misma, con miedo y entrando en pánico. Fue aún peor cuando sintieron un poderoso calor emanar desde el fondo del centro comercial. Unos alaridos desde adentro resonaron por el lugar.

—Llamen a los héroes, ha habido una explosión dentro del banco, lo están asaltando, auxilio.

Una mujer gritaba mientras corría a toda velocidad, un hombre encapuchado y armado la perseguía, cuando se cansó de perseguirla disparó en una de las piernas de la mujer y la hizo caer con un grito adolorido.
Todos los presentes estaban estáticos y con miedo, no solo por sus vidas, si no, por los  niños pequeños que había dentro.
Había fuego saliendo de aquel banco ubicado al fondo del lugar, había seis hombres igual de armados y cubiertos como el primero. Todo sucedía muy rápido y nadie hacía nada para detenerlo.

—El que se mueva o haga un intento de llamar a los héroes recibirá una bala en la cabeza. —Amenazó el que parecía ser el líder.

Toda la gente ahí trataba de si quiera respirar, algunos por el estallido terminaron en el suelo y otros que seguían de pie no sabían que hacer para no ser un punto receptor de los asaltantes. Incluso los niños que a su corta edad no entendían que sucedía exactamente, sentían el aire pesado y el peligro, transformado en adrenalina, correr por su cuerpo, sin embargo el miedo que se palpaba por todo el lugar era lo suficientemente agotador para no dejarles moverse.
Era una lucha dentro de cada cuerpo presente de aquellas victimas, que pedía a gritos salir corriendo de aquel lugar, pero a su mismo tiempo obedecía el no moverse y no gritar por mantener sus vidas y las de sus acompañantes a salvo.

Pasando ya diez minutos y todo era tensión y la gente solo observaba como los maleantes gritaban ordenes y metían todo el dinero en bolsas, era una suerte que nadie más voltease a ver a los rehenes y tratará de robarles pues se mantenían en el objetivo del banco, más aún se encontraban alerta de cualquier otro movimiento o ruido extraño.

Por otro lado, en la parte más alejada del edificio se encontraba un adolescente asustado en los baños de hombres, sabía todo lo que había sucedido y a pesar de que alguno de los delincuentes había ido a revisar los tocadores, no lo encontraron a él, tomó toda su valentía y alzó el teléfono para llamar a la policía, con la voz más bajita y el sudor recorriendo su frente y cuello, dió instrucciones de dónde se ubicaba y que era lo que había pasado. Lamentable era el caso de que no sabía que tipo de quirks manejaban aquellos asaltantes, pero sabía de antemano, que debían de ser muy fuertes para haber hecho explotar el local con tan magnitud y sin ningún otro daño, como si todo hubiera sido controlado, la sola idea de saber de un poder parecido a aquel héroe joven que hace poco había debutado le hacía temblar las piernas.
Las personas con ese tipo de quirk le aterraban desde un percance con ese mismo héroe cuando era más joven y por tratar de hacer mención de que alguna vez le había visto en la TV atrapado por un villano, este se había volteado a gritarle y a decirle que el sería el número uno y él, como niño pequeño que era, se había asustado y había llorado como nunca antes.

Forget You [Miritama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora