Tamaki llevaba tres días sin poder dormir, comer o si quiera respirar.
No había momento de su día donde no pensara en el molesto chico de ojos azules y cabello dorado.Desde ese día en sus pasantías se había dedicado a hacer un discurso entero junto a una exposición en Power Point sobre los puntos claves a la hora de proponer una cita.
Había visto algunas películas de adolescentes en sus recomendaciones de Netflix para darse una idea sobre las posibles soluciones a una negativa.
También había leído libros sobre jóvenes y como entenderlos, entre otras cosas más que solo alimentaban su ansiedad pues cada que terminaba un libro o un panfleto informático, en vez de esclarecer sus dudas solo creaba más."Todo por culpa de ese tonto rubio."
Estaba harto de encontrarse con una mirada de ojos azules expectantes a su propuesta. Estaba cansado de que en sus sueños le contestara con negativa y alguna otra palabra humillante. También le inquietaba el hecho de que hace dos días que no lo veía y le preocupaba que desapareciera o algo malo le pasara.
Tal vez se estaba preocupando demasiado, pero no podía hacer nada al respecto, después de todo era su amigo y es normal preocuparse por tus amigos.
Ese día era viernes, el inicio del fin de semana, lo que significa que con cada minuto que pasaba se encontraba más cerca de proponerle la cita a Togata.
Lamentablemente ese viernes tampoco se había encontrado con el susodicho. Nejire le había dicho que Mirio había estado ocupado realizando tareas pasadas en su salón y no podía acompañarlos en su rutina diaria de peleas matutinas. Tamaki comenzó a temblar cuando su amiga tomó su hombro y le pidió que se relajara, que nada malo pasaría y que todo estaría bien.
Pero no era momento para relajarse, según él.
El primer bloque de clases terminó y tuvieron que salir al descanso, la chica de cabellos azul cielo se disculpó con su amigo, pues tenía que retirarse debido a un tema importante con sus pasantías, Tamaki se sintió de alguna forma, abandonado.
—Descuida Amajiki, todo saldrá bien.
En ese momento el chico juró que esa sonrisa de confianza que Nejire le había regalado, era más bien de burla.
No podía, simplemente no podía pedirle algo como eso a Mirio.
Trató de postergarlo y que le dieran todo el tiempo que necesitaba para prepararse, pero ahora su destino se veía opacado y triste a manos de un rubio que solamente iba a humillarlo, cabe recalcar, no de forma privada, sino en la escuela.Jamás dejaría que sucediera eso, el no seria rechazado en la cafetería, nadie debería de ver esa vergonzosa situación, por lo que, sin encontrar otra salida, huyó a su salón para poder almorzar en su soledad y continuar martirizándose.
En cuanto dio un paso dentro de su aula suspiró aliviado por su efímera paz, tomó asiento en su escritorio para proceder a abrir el paquete plateado de bocadillos que llevaba consigo y mientras trataba de ordenar sus pensamientos, mordió una de las galletas con relleno cremoso.
—¡Con que aquí estás!
El grito y la carcajada del rubio lo hicieron escupir la galleta y atragantarse con su propia saliva, no tardó mucho tiempo en encontrarse con las gentiles manos de Mirio tratando de darle agua y sobando su espalda como precaución.
—Ah, lo siento. No quise asustarte.
—¡¿Estás loco?! ¡Casi muero! —Le gritó Tamaki en cuanto pudo respirar correctamente, ahora sentía algunos trozos de galleta en su nariz, le quitó relevancia cuando se percató de que una figura en completa desnudez se mostraba frente a él. —¡Y estás desnudo!
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Forget You [Miritama]
Random" "Noticia de último momento, el poderoso Lemillion se encuentra justo en estos momentos combatiendo a un grupo de villanos que había planeado robar un banco, gracias a nuestros héroes eso no ha sucedido, pero al parecer nuestro héroe favorito se le...