Allí estaba yo, en medio de la sala principal de la casa de mi madre, que observaba nerviosa la escena que estaba ocurriendo. Mi vista estaba fija, masticando la rabia e impotencia de como el destino me había jugado una broma tan macabra. No podía creer que todo lo sucedido fuese una tan cruel realidad. Waldo también estaba tan incomodo como lo estaba yo. Sostenía a mi hijo en brazos, tratando de buscar la lógica de mi ira que por supuesto él ignorante de lo que a mi verdaderamente me acongojaba. Él, le estaba dando un enfoque distinto al mío. No comprendía la verdad de mi desesperación.- Paola, disculpa que haya venido, sé que te molesta que esté aquí. Yo... yo entiendo que ...- No te preocupes Waldo, ella sabía que vendrías.- Interrumpió mi madre al incomodo supuesto padre de mi retoño. Ella tenía razón. Yo sabía que vendría el papá de Andrés, pero nunca imaginé que precisamente él, era el padre de mi hijo. Él pequeño lo miraba tiernamente se notaba que adoraba a su progenitor. Pero a la vez se veía desconcertado por mis gritos. - Que te pasa Paola, calmate- Me dijo mi prima entrando a la sala- Vas a asustar al niño. - ¿Pueden explicarme todo lo que está pasando? Exijo que me lo digan ya de una vez por todas. Por favor.- Les dije tratando de calmarme. - Paolita, hija. Sé que todo esto que te ha pasado, primero tu fuerte depresión luego el accidente te ha bloqueado muchas cosas y tu cabecita no anda bien. Pero si sigues reaccionando así tendrás que regresar al hospital. Es mejor que te calmes- Me dijo mi madre tratando de abrazarme.- Mamá yo... yo no pude haber tenido algo con este imbécil que me embarró la vida. Aquí hay un error.- Ven Paola- me dijo mi prima- vamos a la cocina a tomar una agua de hiervas para que te calmes. Eso te hará bien y estarás más tranquilita. Ya sabes no debes alterarte.Seguí a mi prima hacia la cocina, mientras escuchaba a lo lejos decir a mi hijo- ¿Qué le pasa a mi mamita?.-Ella está nerviosa por lo del accidente, pero se pondrá bien.- Le decía Waldo.-Pero como pudo pasarme todo esto.-Me decía a mi mismo en voz alta- Sentándome a la mesa.-Tranquila Paola. Calmate ya. ¿De verdad no recuerdas nada?- me preguntaba mi prima mientras me servía una humeante taza de hiervas.-No Fernanda. Te juro que ya no se ni quien soy. Y cada vez me desespero más. Me encuentro con cada sorpresa. cada vez que pasan los minutos y horas mi vida se va volviendo un desastre.No sé si exageraba en demasía pero era cierto. Había despertado en aquella clínica convertido en una mujer y para todo el mundo parecía que siempre yo había sido tal. Antes de eso había caído en una terrible depresión tras encontrar a la madre de mi hijo en mi propio departamento en la cama con el idiota de Waldo. Ambos me habían dicho que se amaban y que se irían de la ciudad llevándose a mi pequeño. Lo peor de todo fue cuando me confesaron que ese niño, era hijo de ellos dos y no mío como yo creía. Ahora después del accidente, resultaba que yo era una mujer y que Andrés si era mi hijo cuyo padre era Waldo. Eso había coronado mi desventura la cual recién asimilaba.-Ya se fue- Dijo mi madre entrando a la cocina con mi hijo tomado de su mano.-¿Mamita estás enojada?- me interrogó Andrés.-No hijito. Estoy nervios...a nada más.-Paolita no seas tan severa con Waldo al reaccionar de esa manera tan infantil, al único que dañas más es al niño y deberías entender que el no tiene la culpa de los problemas de ustedes.- Me decía mi madre. Hablándome con una calma y ternura que lograba suavizar mi temperamento.Ella tenía razón lo primero que debía hacer era calmarme y aceptar de una manera diferente todos mis nuevos problemas que eran menores a los que estaba sufriendo antes de mi cambio.- Yo no entiendo nada. En que momento de mi vida pude tener algo con Waldo- Pensé en voz alta.-Ayy hijita- suspiro mi madre.- Tu y el fueron novios mucho tiempo. Tengo que reconocer que a mi no me gustaba esa relación.-Tía por favor. Otra vez con eso del clasismo.- replicó mi prima.- Tu fuiste a la universidad hija. Y el con suerte sacó la enseñanza media. -Pero tía a él ahora le va muy bien. Trabaja en una de las empresas mineras más importantes el país.- Si lo sé. Es que el antes era alguien sin futuro, y una madre siempre quiere lo mejor para sus hijos. Siempre pensé que te ibas a casar con alguien que conocerías en la universidad. No puedo negar que me decepcioné cuando me contaste que estabas embarazada de Waldo. Pero también es cierto que mi nieto me ha dado una alegría en que no puedo explicar mi felicidad cuando le veo y me llama abuelita diciéndome lo mucho que me quiere.-Y mirándolo con mucha ternura le dijo a él- Te amo mi pedacito de cielo.Acaba de tomarme la bebida caliente y suspiré hondo para decir:- La verdad no recuerdo nada de mi vida antes del accidente- Solo sé que Andrés es mi hijo, pero de que haya tenido una relación con el idiota ese...-No hables así de Waldo delante del niño.Tenía razón mi progenitora yo estaba actuando en forma acelerada y de alguna manera estaba perjudicando a mi hijo con mis descontroladas acciones . Debía calmarme-A ustedes los recuerdo. A mi familia a mis amigos, se quienes son, pero no puedo saber lo que hice como fue mi vida antes del accidente, pasajes de mi vida esta todo en blanco. Me es difícil explicarlo.Ciertamente que me era difícil de explicar. Pero yo sabía muy bien la verdadera razón de la confusión. Toda mi vida había sido muy similar a la que había llevado como hombre. Tenía la misma familia. Había asistido al mismo colegio y universidad. Prácticamente tenía los mismos amigos y el mismo trabajo. El circulo de mi vida era semejante, hasta mi propio hijo se repetía en esta nueva vida en el que ahora habitaba en este hermoso cuerpo de mujer.Mi madre y mi prima se sirvieron un té. Andrés me indicó que tenía sueño y que lo llevara a la cama. Lo tomé en brazos y miré a mamá por si me daba una indicación de que hacer. -LLévalo a mi cuarto- Me dijo.-No, no. Hoy quiero dormir con mi mamita. La he echado mucho de menos- me abrazo el pequeño balbuceando soñoliento esas tiernas palabras.-Paola estarás cansada. Las camas del hospital te habrán dejado rendida en estos días.-Tranquila mamá- le respondí- mi hijo no es un obstáculo para mí. Yo feliz de que el duerma conmigo.-Bueno, pero cualquier cosa me avisas.Cuando volví a la habitación busque las ropas del niño, pero no había nada.-Yo te acompaño.-Esta bien Fernanda- le agradecí a mi prima ya que yo de vestir niños no tenía la más mínima idea. Cuando visitábamos la casa de mi madre con mi hijo eran precisamente ellas, mi madre o alguna de mis primas quienes hacían el ritual de mudarlo cuando aún era más pequeñito. En la habitación fue Fernanda quien tomo la iniciativa de buscar el pijama del niño.-El casi nunca duerme contigo- Me indicó mi prima- Como tu te levantas temprano para ir al trabajo. No te gusta dejarlo solo a esa hora. Además que a él le fascina dormir con su abuelita. -Si pero ahora quiero dormir con mi mami.- decía mi pequeño ya con el pijama puesto- Te extrañé mucho mamita.- Y me abrazaba y besaba, dándome pequeños "piquitos" en la boca. Mi hijo era un amor de niño. Ahora yo como mujer podía disfrutar lo que como padre distante nunca lo había hecho.-Fernanda ¿Yo siempre he vivido aquí?. ¿Alguna vez me fui a vivir sola con Andrés? Y con...- ¿Con Waldo?- me preguntó mi prima- Ayy prima deberas si que estás mal. La verdad es que siempre has vivido aquí con mi tía. Waldo viene siempre a ver a Andrecito. Tu nunca le pusiste inconveniente alguno para sus visitas paternales. Esa buena disposición tuya duró hasta que sucedieron los hechos que te llevaron a tu depresión. Pero yo siempre lo he pensado y dicho. La culpa fue tuya y perdóname que sea así de dura contigo. Pero creo que Waldo se cansó de esperar.-¿Esperar que?- Le pregunté a mi prima.-Que te decidieras a irte a vivir junto a él y al niño. Pero claro es entendible que no querías dejar a mi tía sola. Después de que falleciera mi tío Nicolás. Preferiste ser una buena hija a una buena esposa. Waldo siempre pensó que esa era una excusa tuya. Luego vinieron la desconfianza y celos de ambos y todo terminó en lo que ves ahora. ¿Es que de verdad no recuerdas todo lo que pasó?Era difícil de comprender para el resto pera así estaba mi vida ahora llena de intrigas y directrices que sabía que poco a poco iría dilucidando para adaptarme a esta nueva vida que de alguna manera algún ser extraordinario quizás de otro mundo me estaba dando la oportunidad de vivir de una manera diferente a lo que había vivido.
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EL DIARIO DE PAOLITA
RomancePaul sufre un accidente tras una terrible depresión al enterarse que Loreto su mujer lo engaña con Waldo. Al despertarse en el hospital se va enterando que cruzo a otra dimensión en que ahora es una mujer.