ACOSTUMBRANDOME COMO MUJER

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Pasaron algunos días desde mi vuelta a casa después del accidente y en ese periodo, pude ir de a poco a adaptarme a mi nueva vida como mujer. Como no iba a trabajar, tenía todo el tiempo del mundo para acostumbrarme de lleno a mi nueva vida como mujer. De esta manera tuve el espacio necesario para revisar las ropas con las que contaba. Estuve todo un día entero probándome todas las prendas que tenía desde pantalones faldas y vestidos la mayoría eran trajes formales los que seguramente utilizaba para ir a trabajar al colegio donde me desempeñaba como maestra de escuela(profesora). Las ropas intimas que aunque no eran exageradamente sexys tenían su cuota de coquetería. Al contemplarme así vestido con ropa interior me producía un deleite que era difícil de entender. Por un lado admiraba la mujer que se reflejaba en el espejo por otro me daban ganas de ser el hombre que era y poder poseer

 ese cuerpo que ahora era el mío como lo haría si fuera el macho que antes era. Pero aunque me costara creerlo, esa hembra que veía en aquel reflejo era yo. Esa hermosa y exquisita mujer era yo.

En esos días aprendí a maquillarme ayudada por mi prima y unas clases por internet. Al principio rehusaba a femenizarme, pero iba comprendiendo que esta era mi vida ahora y tenía que aceptarla. Me entretenía haciéndome peinados jugando con el ahora pelo largo que lucía. Como hombre y profesor de escuela nunca lo había usado así, en lo personal, Ahora como mujer me encantaba como lo tenía e intentaba sacarle el mejor partido que tenía, Sonreía mirándome al espejo y me repetía " Me estoy volviendo una chica vanidosa"Waldo como buen papá, visitaba todos los días a mi hijo. yo trataba de evitarlo y me encerraba en mi habitación cuando llegaba. Salía cuando él se marchaba o llevaba a Andrés a la casa de sus abuelos paternos de visita. Según decía mi madre: ellos lo adoraban, ya que hasta allí, era su único nieto.Detestaba a Waldo, él me había robado a mi novia, me querían separar de mi hijo, había destruido lo que yo estaba formando en mi anterior vida y no entendía como en esta dimensión yo podría haber caído en sus encantos varoniles hasta llegar a revolcarme con él y que me haya engendrado un hijo. Si, asi era. Ese imbécil me había dejado preñada. Los hechos eran sin duda una ironía para mi historia de vida. Yo había sido pareja de mi rival. Yo le había abierto las piernas a mi rival. El me conocía íntimamente como mujer . El me había visto desnuda, me había hecho gemir de placer. Eso de algún modo me excitó y pude sentir por primera vez una humedad en mi tanga con una sensación desconocida para mí, similar a cuando existía como hombre pero ahora en una forma muy distinta como que emanaba desde mi interior de una forma cálida y misteriosa Traté de apartar esos pensamientos morbosos de mi mente pero sin duda el cuerpo de mujer que ahora habitaba solía traicionarme. Eso me decía a mi mismo culpaba a las hormonas de mi cuerpo que se pusieron en alerta un día que Waldo vino a llevarse a Andrés y lo miré oculto tras la cortina de la ventana cuando el subía a su automovil y pensé. ¿Es posible que el me gustase? Sentí un escalofrío en mi cuerpo y creo que las hormonas femeninas revolotearon en mi interior sentí un susto y en ese momento el miró hacia donde yo estaba y sonrió. Sentí una corriente eléctrica que me sacudió como si la piel se me pusiera de gallina y mis escasos vellos se hubieran erizado. Creo que ser mujer será mas complicado de lo que yo pensaba me dije a mi mismo. De una u otra manera creí entender la razón del porque yo tenía un hijo con él.- Vaya que linda amaneciste hoy, se ve que te recuperas rápidamente de ese accidente- Me dijo mi madre cuando aparecí por la cocina aquella mañana de domingo.- Ya le preparé el desayuno a Andrecito- refiriéndose a mi hijo que se había quedado acostado aún en nuestra habitación.-Mamá- le dije- Esto que me ha sucedido, es muy complicado. Yo...quisiera explicártelo.- No tienes nada que explicarme Paola. Es mejor no tocar este tema que se que te hace mucho daño. Sé que todo ha sido doloroso. Pero te recuperarás hijita, y todo volverá a ser como antes.-Ya nada volverá a ser como antes mamá.-Si. Lo sé ....pero debes a aprender a vivir... a empezar de nuevo.Mi madre tenía razón. Tenía que acostumbrarme a esta nueva vida. Pero ella se refería no precisamente a los extraños hechos que me habían sucedido., si no , más bien a que en esta nueva vida, yo era una mujer a la que su pareja la había abandonado por otra, dejándome con un hijo a cuestas y con una depresión terrible. Pero yo sabía bien que ese, ahora no era mi verdadero problema como mis cercanos creían. Mi mayor angustia era el tener que enfrentar a vivir una vida como mujer a los 26 años, después de haber sido un hombre toda mi vida: Cuyos recuerdos no podría borrar nunca y esa era la razón por lo que el cambio de vida resultaba más complejo, no obstante, que todo aquello me favorecía en todo sentido. Tenía mi misma edad, mi mismo empleo pero definitivamente podía decir con mucha satisfacción que era un ser mucho más atractivo que cuando era un hombre.Sentado en el comedor de diario junto a mi madre, mientras desayunábamos, trataba de platicar temas acorde a mi nueva sexualidad, mientras veíamos el matinal en la televisión.Como siempre a esa hora en el dichoso aparato tecnológico se hablaba de los distintos temas , que involucraban a personajes de la farándula chilena. De cuyo tipo de cahuines siempre me gustaba estar informado, como si de verdad fuera una tipa chismosa. Quizás mi lado femenino siempre había estado oculto y es por eso que me había encantado probarme la ropa femenina que ahora poseía y que ansiaba poder llevarla puesta. De hecho me encantaba estar como lo estaba ahora. Por lo demás me sentía cómodo descansando de todo lo que había sucedido y esta licencia médica la aprovecharía para retomar y encaminar de la mejor manera la situación que se me venía venir. Mi madre me cuidaba como una bebita. En todas esas dos semanas que habían pasado no me dejaba hacer absolutamente nada. Comencé a disfrutar más que nunca el estar con mi hijo, al que de haber yo seguido siendo hombre lo hubiesen alejado de mí. Ahora estábamos más unidos que nunca y eso me ponía muy contento. Pero ya la licencia médica se me terminaba. Debería volver a hacer clases. Estaba nervioso sería mi primera vez enfrentando al mundo como una verdadera mujer. Tendría que ver a mis alumnos y colegas del colegio ahora como una autentica mujer.CONTIN

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