CONTINUA LA FIESTA

217 4 0
                                    

XI NARRACIONPero bueno, estaba acostumbrada ya a la sensación que tenían mis pies dentro del tacón, o eso creía, y conforme iban pasando las horas iba notando que mi pensamiento se iba centrando en mis dedos de los pies, mis amigos me hablaban pero yo no me estaba enterando ni de la mitad de lo que me estaban contando. Estábamos de pie en la barra del bar y notaba perfectamente cómo la sangre se había olvidado de bajar a mis extremidades.Según iban aumentando las copas parecía que este dolor y quemazón se me iban pasando, pero , en el momento en el que entramos en la pista y empecé a bailar cambió la cosa. Estaba descubriendo nuevos músculos en los pies que no sabía que tenía debido al roce de los tacones y a las ampollas que se me estaban formando, así que salieron a jugar las tiritas, me puse unas cuantas a la desesperada estratégicamente para poder continuar con mis contorneos y parece que durante un rato hicieron efecto. Así es. A medida que fui bebiendo para olvidarme de la incomodidad de usar tacones me fui también olvidando de quien era y me dejé llevar por lo que ahora sentía. O más bien por lo que mi nuevo ser en mi interior y en mis afueras sentíaSe me acercaron un par de tipos con intenciones de seducción, obviamente Rafael se acercaba a espantarlos . mientras a lo lejos divisaba la mirada vigilante de Waldo con Evelyn a su lado. Creo que me divertía en mi nuevo rol sentía una especie de excitación al saber que se me deseaba y mas bien al sentir mis muslos rosarse entre si e imaginarme o recordar quien ahora era al evocar mi figura femenina cuando me vestía para venir a este sitio. Sabía que era capaz de despertar deseos libidinosos en los hombres y quizás un resto de envidia en las mujeres.Ser mujer era divertido me decía una voz interna en mi mente retumbando al compás de la música.  Nunca fui un buen bailarín, pero ahora como mujer parecía tener una habilidad que desconocía en mi a no ser por estos tortuosos zapatos que me estaban martirizando. Aún así me divertía en cada pieza de baile que participaba ya sea con Rafael que parecía ya ser mi pareja de la noche.Mi mirada instintivamente buscaba a Evelyn o mas bien a Waldo que no disimulaba la rabia de verme como me divertía.La noche siguió su curso y acabé sentada en un sillón sin poder moverme con los pies llenos de heridas y el vestido lleno de lamparones por un resbalón que me había pegado en uno de los tantos bailes cuando me jalaba de un tirón Rafaél cuando me enredaba en una rama que adornaba ese lugar de la fiesta.Total, que acabé la noche echándome mercromina en los pies como cuando tenía 4 años para intentar que las heridas me escociesen un poco menos y pensé en lo bien que iban a quedar esos zapatos en la balda de mi armario, pues tendría que pasar mucho tiempo hasta que me los volviese a poner.Rafaél terminó llevándome a casa cuando eran cerca de las 4 de la mañana. Cuando nos marchábamos del lugar nos topamos con Waldo que me dio una mirada llena de ira no podía negar que los celos le carcomían. Quería vengarme a como fuera lugar de él por haberme hecha la vida tan fatal cuando yo era el hombre que era y a sabiendas que su ego de macho se sentía herido al verme coquetear con    mi amigo Rafael. Le saqué más partido a la situacióny me abracé de mi acompañante fingiendo estar un tanto mas ebria de lo poco que estaba y que mi subconsciente era incapaz de reaccionar siquiera. Hasta cierto punto eso podría ser cierto pero aun tenía control de mi mismo. Aun sabía y comprendía quien yo realmente era. Al menos eso creía hasta ese momento.Cuando llegamos a mi casa Rafael me ayudó a bajar del automóvil y me condujo hasta la puerta de mi casa y antes que reaccionara me plantó un beso y yo un tanto sorprendido pero sin poder contrarrestar su ímpetu por hacer tal cosa. Creo que en el fondo me gustó la sensación de ser besada por un hombre. No sé si por el alcohol. No se si por la situación del momento pero de pronto me di cuenta que en cierto modo estaba correspondiendo aquel beso. Lo que sí puedo decir que no sentí nada de morbo en aquel momento. Reaccioné de pronto y sonreí nerviosa.-¿Te gustó Paola? ¿Te gustó este beso?-No lo sé yo... No es como tu crees que es.-No entiendo.-No soy lo que parezco ser.Creo que darle la explicación que todos ustedes saben sería estúpido que el comprendiera porque nadie lo entendería. Yo ahora era una mujer y para todo el resto de la humanidad siempre lo fui.Ante los ojos de cualquier mujer, él era un tipo demasiado atractivo y estar siendo seducida por un tipo así, de seguro era un halago para cualquier fémina. El intento besarme de nuevo decidí en segundos repetir el acto quería explorar mis sensores hormonales de mi nuevo sexo quería sentir lo que vivían las mujeres cuando su galán las encaminaba a la puerta de la casa de sus padres y la besaba en su portal. No estábamos besando ahora más efusivamente creo que a no ser por las luces que nos encandilaron de pronto esto podría haber avanzado una base más. Era mi prima y su marido que llegaban también de la fiesta y de seguro habían visto nuestra libidinosa escena.Me despedí rapídamente con un beso en la mejilla y me entré a la casa con mis zapato en la mano y los pies que se me reventaban.En mi habitación recordé lo sucesivo y me dije antes de dormirme totalmente "desnuda" ser mujer es lo máximo. Mi hijo habíase dormido en el cuarto de mi madre.

EL DIARIO DE PAOLITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora