•.★*... Capítulo 25 ...*★.•

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- desnúdate para mí... pero despacio.

- haré lo que pida la señorita.

Se levantó y comenzó por el cuello de la camisa. Botón por botón. Yo mordía mi labio  viendo sus marcados pectorales.

- Ay, me dejas sin aliento.

- ¿sigo?

- Por favor.

Me lanzó la camisa; Yo la puse en mi pecho. Olía a él.

Puso sus manos en el broche de su pantalón.

- ______.

- ¿si?

- pero no se vale....tú sigues vestida.

- luego harás conmigo lo que quieras.

El sonrió y prosiguió a bajarse el pantalón... Quedó sólo en boxer y lo detuve.

- Acuéstate.

El obedeció; Me acomodé sobre él y comencé a besarle el cuello. Sus  manos tocaban mi espalda.

- ¿James?

- ¿qué pasa?

- ¿Habrá hielo?

- Mmm...creo que hay en el minibar.

- perfecto.

Él quedó mirándome. Fui a buscar dos hielos en un vaso.

- ¿qué harás?

- te haré disfrutar. 

Puse un hielo en mi boca y me acerqué a su pecho. Cuando mis labios y el hielo hicieron contacto con su piel, James reaccionó.

Fui bajando por su abdomen. Sus manos acariciaban mi pelo. De repente sentí algo: su erección. Lo miré y el sonrió.

- tú lo provocas.

Bajé su boxer lentamente mientras seguía mi recorrido por su cuerpo. Llegué a su virilidad. Mordí mi labio.

- se ve apetecible.

- que lo disfrutes.

James dió un pequeño salto al sentir mi boca en su miembro. El hielo ya se había derretido; mi boca estaba helada, y éso lo excitaba cada vez más.

Rodee su glande con mis labios. Tenía un sabor que me hacía correr una corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Estaba excitada, al igual que él.

Lo dejé solo por un momento y me desnudé. El sonrió complacido cuando puse mis manos en su p*ne.

- hazme lo que quieras. Necesito sentir tu piel con la mía.

Mis manos subían y bajaban. Mi boca estaba en la punta; disfrutando de él.

- ohh si -gimió- más!

Sus manos estaban sobre mi cabeza para que llegara más profundo... y así fue como liberó un gran orgasmo. Pude saborear  su placer. Lo hice gritar mi nombre, y éso me excitaba aún más.

- estás mojada (dijo recuperando el aliento)

- tú lo provocas.

Se sentó y me abrazó contra su pecho. Mi feminidad estaba sobre su pierna. Él sonrió.

- ¿dónde está el otro hielo?

- en el vaso.

Sacó el hielo. Me recostó y lo puso en mi vientre. Di un leve gemido al sentir el cambio de temperatura.

¡¿Enamorada de quién?!© (James Maslow y tú) Romántica ~ HotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora