10.- "Dream a little dream of me."

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Norma B.

Sierra Madre

28 de Agosto de 1963



Los sueños.

Qué traicioneros son los sueños.

Cuando quieres descansar después de pasarte todo el día pensando, el cerebro decide conducirte a un mundo agridulce de recuerdos y de posibles situaciones deseadas.

Le he rezado a las estrellas para no volver a soñar contigo. Le he suplicado al cielo más puro el poder olvidarte en todo este tiempo que hemos estado sin vernos, porque sé que será lo mejor para mi.

Sé que sería mejor olvidarte.

Y a pesar de saber bien lo que sería mejor para mí, a pesar de saber que debo hacerlo, mi corazón y mente no quieren dejarte ir.

Me afirmo cada día durante las horas del Sol lejano que no volveré a caer en tu recuerdo. Mi mente juega al despiste conmigo haciendo que te olvide durante el día hasta que la Luna asoma como una fiel amante.

Nuestra Luna Azul.

                                                Blue moon, you knew just what i was there for.

                                                            You heard me saying a prayer for.

                                                              Someone i really could care for...

Cuando creo que te he olvidado entonces vuelvo a soñar contigo. En cada mullida nube de Morfeo se dibuja tu figura y entonces me maldigo. Huyo entre rosas de espino de tu colonia grabada a fuego y tus brazos aparecen de la nada para curarme de cada cicatriz.

Cada mañana me despierto con un puñal en el corazón. La realidad parece reírse de mí, mofarse de la peor forma de mi triste actualidad.

Se ríe porque no te tengo. Porque mis sábanas siguen vacías, porque no tengo tus besos dibujados entre la penumbra de una luna prometida.

Solo Dios sabe cómo te extraño. Solo el astro brillante que nos dibujó la primera vez en aquel balcón sabe la melodía que danzamos durante nuestro primer beso.

Le pido a la Azul que vuelvas. Cada noche entre lágrimas saladas y pastillas para poder conciliar el sueño ruego tu vuelta. Ruego por acariciar tus facciones mientras sonríes, ruego por sentir tu pecho respirar contra el mío a un mismo ritmo de corazones acelerados.

Un ritmo de corazones enamorados.

He aprendido lo suficiente a mentirme a mi misma creyendo en la falsa esperanza de que volverás. Porque en el fondo, sé que no volverás; y si lo haces, sé que será para no volver a ser nosotros dos... juntos.

Solo para ser dos pájaros volando en diferentes cielos, unos que danzaron en el aroma del dulce verano.

Lo sé bien porque el caprichoso destino no nos lo permite. Porque le gusta hacer sufrir a los puros corazones enamorados.

¿Tú me has olvidado?

Se acerca el anochecer y mi habitación se siente más fría que nunca. Sé que esta noche volveré a verte después de años sin verte. Llevo tus cartas conmigo allá donde voy, aquellas que aún huelen a nuestro perfume favorito. Tu voz resuena en la radio con canciones románticas que me pregunto si irán dirigidas a una lejana musa que alguna vez quiso ser actriz.

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⏰ Última actualización: Aug 11, 2020 ⏰

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52 retos de Escritura // 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora