NUDES. [Emiliaco━omegaverse]

13.

¡Hola!, en el capítulo pasado les dije que comentaran si querían que les mandara un mensaje, pero como me llegaron muchísimos comentarios perdí algunos de ellos, así que si no te mande mensaje, primero que nada perdónenme y segundo, comenta aquí si no te llego tu mensajito, para mandartelo.

Otra cosita, ¿me perdonan por haberlos dejado tres semanas sin actualizar? La escuela me esta matandooo, help me.

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—¡No se que mas hacer, Joaquín!— exclamó al ver que el chico comenzaba a alejarse, aún estaba algo pasmado por el beso pero no podía dejar las cosas así.

—Quizá deberías quedarte justo donde estas— respondió dándole la espalda— cada que avanzas un paso retrocedes dos.

—¡¿De que hablas?!— su paciencia tenía un limite, y estaba llegando a él— ¡¿como quieres que sepa cuando algo te molesta si lo único que haces es dejar de hablarme?! Las cosas no son así, necesito explicaciones, solo dame explicaciones— se le quedo mirando fijamente, Joaquín titubeaba entre darse la vuelta y enfrentarlo, o simplemente caminar y olvidarse del alfa.

Sufría una batalla interna, entre lo que le dictaba su mente y lo que le decía su corazón. Podría hablar con el, contarle lo que había escuchado la noche anterior, el también quería alguna explicación, en parte se negaba a creer que lo que dijo Camille era cierto, pero si no lo fuera Emilio le habría dicho algo ¿no?

Por otro lado sería mas fácil alejarse, en algún momento el rizado se daría por vencido y lo dejaría en paz. Solo que una cosa se lo impedía, sus sentimientos hacía Emilio seguían intactos.

Dio tres pasos adelante y se detuvo. Hizo el amago de dar un paso más. Volvió a detenerse.

Las decisiones que se suponía tomaba a conciencia siempre terminaban en desastre, con las decisiones que tomaba según sus sentimientos ocurría lo mismo, ¿Qué debía hacer entonces?

Aún podía sentir la presencia de Emilio a sus espaldas, escuchaba su respiración, su olor le inundaba los sentidos. Fue en ese momento que se decidió por hacer algo que nunca antes había hecho, seguir su instinto.

El omega en su interior le rogaba que corriera a los brazos del alfa, le gritaba que había algo diferente en él.

Se dio la vuelta para quedar frente a frente con Emilio. De todas maneras su vida ya era un desastre, una mala decisión más a la lista no haría mucha diferencia. Acorto la distancia entre ellos, lo suficiente para que pudiera escucharlo sin tener que gritarle.

—Te escuche ayer— se limito a decir, sin romper el contacto visual, la cara del rizado no mostro mas que pura confusión.

—¿Escuchaste qué?— preguntó.

—Cuando hablabas con esa omega, Camille creo, o me vas a decir que no sabes de lo que hablo y que no tienes ni idea de quien sea ella, porque parecían muy felices besándose— escupió las palabras tensando la mandíbula, fue entonces que todo cobro sentido para Emilio.

—Te refieres a eso— suspiró, se paso la mano por la cara— te juro que absolutamente nada de lo que ella dijo es verdad, Joaquín.

—¿Y te voy a creer así nada mas? Quizá si soy un iluso como dijo ella, pero no esperes que me trague tus palabras a la primera— volvía a sentirse molesto, igual que el día anterior— yo se lo que escuche, y se muy bien que si nada de eso fuera verdad habrías dicho algo para contradecirla.

—No se que decir...

—¡Dime la verdad!— le exigió con enojo.

—¡¿Cómo es posible que creas en lo que dijo ella pero no en lo que te digo yo?! ¡Jamás jugaría contigo!— no iba a permitir que la pesada de Camille tirara todo su esfuerzo a la basura.