12.

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Emilio creía que su sonrisa no podía ser mas grande, esta era, por lejos, la mejor noche que había vivido, le parecía casi imposible que otra pudiera superarla.

Estaba esperando que Joaquín volviera con las bebidas, tenía las piernas entumecidas por lo que decidió caminar por el jardín, no contaba con que se encontraría un rostro familiar.

—¿Emilio, eres tu?— cerro los ojos al reconocer la voz, tenía que llegar justo ahora— pensé que estaba alucinando, nunca me imagine encontrarte en esta fiesta.

—Yo tampoco esperaba encontrarte aquí Camille, ha sido una sorpresa— una horrible sorpresa, pensó Emilio.

—Así que, ¿vienes solo?— preguntó jugando con su cabello.

—No, de hecho vine con alguien, si me disculpas, debo volver a buscarlo— él de verdad quería alejarse de ella, decir que lo irritaba era poco.

—¿Buscarlo? No me digas que viniste con Bondoni— se veía molesta, tomo el silencio del alfa como respuesta— de todos los omegas que hay en el mundo, ¿por que él? ¿por que tuviste que elegirlo a el?

—No deberías preocuparte por lo que hago con mi vida, es mía al fin y al cabo— dijo cortante.

—Pero el no te conviene, y yo quiero hacerte ver eso.

—¡No te metas en mis asuntos Camille!— gritó perdiendo la paciencia.

—Creo que ya se lo que pasa— sonrió altanera— no es posible que andes tras de Bondoni porque estas enamorado de él, como haces creer a todos, seguro solo lo quieres para una noche, sí, debe ser eso ¿me equivoco?

—¿Sabes? No pienso discutir contigo sobre esto, digas lo que digas voy a ignorarte— se cruzo de brazos y se dispuso a ignorar la presencia de la chica, incluso comenzaba a caminar lejos de ella cuando lo detuvo.

—No puedo creer que el iluso de Joaquín haya caído tan pronto— dijo ella al ver de reojo que Joaquín caminaba hacia ellos, por suerte Emilio estaba de espaldas— ¿por que no se lo dices de una vez Emilio? Incluso a mi me parece cruel que esperes mas tiempo para romperle el corazón.

—Camille...— le dijo en advertencia, pero no se detendría, todo estaba saliendo a la perfección.

—Me parece que no entiendes el significado de la palabra juguete, los usas durante un tiempo y luego te deshaces de ellos, ambos sabemos que Joaquín no es más que eso, pero ya te entretuviste bastante, dile la verdad, dile que a la única que quieres es a mi— la omega se engancho de su cuello y comenzó a besarlo, sintió asco, sin medir su fuerza la empujo lejos de el, se limpio los labios con el puño de su suéter.

—¡No vuelvas a hacer eso!— gritó enojado, sin embargo la chica sonreía ampliamente, con el labio inferior atrapado entre sus dientes— amo a Joaquín y digas lo que digas, nada ni nadie va a cambiar lo que siento— buscaría a Joaquín y se lo diría, aprovecharía esa racha de valentía para por fin confesarle sus sentimientos.

[ ° ° ° ]

Joaquín sabía que no tenía caso llorar, no resolvería nada, pero su corazón no escuchaba de razones, quería despertar y darse cuenta de que todo había sido un mal sueño, por desgracia no lo era, se secó las lagrimas con brusquedad, debía encontrar una manera de olvidarse del dolor, pero no era una tarea fácil, nadie lo tomaba en serio y todo era su culpa.

A su alrededor las personas reían, gritaban, bailaban, disfrutaban de la fiesta, el solía ser así, despreocupado y feliz.

Una idea vino a su mente, quizá la solución a sus problemas era cometer el crimen por el cual ya había sido juzgado, había muchos alfas ahí, no seria difícil llamar la atención de alguno.

NUDES. [Emiliaco━omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora