NUDES. [Emiliaco━omegaverse]

17.

Al ver que Joaquín no se movía, Emilio decidió acercarse. Se paro frente a él, decidido a aclarar las cosas de una vez por todas.

—¿Me amas?— su mirada era sincera, el omega sintió su corazón derretirse, tenia que tragarse su orgullo y dejarse llevar por su instinto— dime Joaquín, ¿me amas?

—Si— pasó saliva— te amo como nunca creí que llegaría a hacerlo, más que a mi propia vida, incluso más que a mi mismo, y se que quizá no soy bueno diciendo lo que siento con palabras, por eso déjame mostrarte— se detuvo para tomar aire— déjame mostrarte cuanto te amo.

El alfa se quedo estupefacto al escucharlo, no esperaba solucionar las cosas de esa manera.

Joaquín tomó su mano y lo arrastró fuera de la casa, pasaron entre la pista de baile con dificultad y al llegar a la calle, busco con la mirada el auto de Emilio. Se subió en el lugar del piloto y espero a que el alfa entrara al del copiloto.

Uso los pocos conocimientos que tenía sobre conducir, se armó de valor y comenzó a hacerlo, solo rezando internamente para no chocar.

Pasaron un par de minutos en los que ambos se mantuvieron sumidos en un silencio algo incómodo hasta que llegaron al lugar que Joaquín tenía planeado, el omega aparcó afuera de una casa y llevo a Emilio con el hasta la puerta, abrió con una llave que tenía escondida en la funda del celular.

Por fuera lucia algo tenebrosa y tenía apariencia de estar abandonada, pero por dentro todo era muy diferente, totalmente arreglada y sumamente elegante.

—¿Donde estamos?— preguntó Emilio al entrar.

—Es la antigua casa de mis abuelos, se mudaron y me dejaron a mi las llaves, por cualquier cosa— explicó— necesitamos privacidad para hablar y aclarar todo, creí que este sería el mejor lugar, vamos arriba.

Subieron las escaleras con Joaquín guiando a Emilio hacia la habitación que era suya en la casa, estaba arreglada de una manera algo infantil y tenía lindas lucecitas sobre la cabecera de la cama matrimonial.

—Si lo que dices es cierto— Emilio comenzó a hablar— ¿por qué has estado evitándome? Se que hemos discutido mucho últimamente, pero actúas como si no te importara.

—Quería disculparme— respondió dándole la espalda— pero no sabia como decírtelo, yo... no creí que esto sería tan dificil, no creí que podría llegar a sentir algo tan fuerte por alguien, pero simplemente pasó, el sentimiento está ahí y ya no se que hacer.

—No intentes cambiarlo— se acercó a él, le dio la vuelta para verlo a la cara y puso las manos sobre sus hombros— solo déjate llevar, date la oportunidad de sentir.

Dicho esto Joaquín se abalanzó hacia sus labios comenzando un beso torpe y desesperado, todo pasó tan rápido que Emilio no supo cómo fue que terminó recostado en la cama con el omega sobre el. Sus mejillas se tornaron rosas y se sintió repentinamente muy nervioso.

—Lo haré— dijo— me permitiré sentir, así que dime si de verdad me quieres antes de que me arrepienta de lo que estoy a punto de hacer.

—No te quiero, te amo, como no tienes una idea— se besaron, ahora con lentitud, sintiendo la suavidad de los labios del otro, se separaron y el ojimiel se levantó.

Respiro hondo y se quedo mirando a Emilio unos segundos.

Estaba parado al pie de la cama y se quitó la ropa hasta quedar únicamente con una pieza de lencería, el alfa lo observaba con la boca abierta, embobado, con los ojos brillantes.

Con movimientos lentos y sensuales se subió a la cama quedando sentado a horcajadas sobre el, este lo sujetó por la cadera, se inclinó para besarlo profundamente.