NUDES. [Emiliaco━omegaverse]

6.

Gael y Joshua observaban el estacionamiento de la escuela, este se encontraba justo en frente de la entrada principal.

Estaban escondidos detrás de un árbol, vigilando, sintiéndose como espías.

A decir verdad interpretaban muy bien su papel, vestían el color negro de pies a cabeza, e intentaban transmitir un aire de misterio.

—¿Empezamos ya?— preguntó Joshua, su mirada viajó de la mochila que habían traído con ellos al auto gris que muy pronto arruinarían.

—No, no, hay que esperar la señal— respondió agitando una mano en su dirección, fingiendo que lo golpeaba en la cabeza— recuerda el plan, recuerda la señal, todo debe salir perfecto

—Bien, recuerdo todo, lo repasamos unas cincuenta veces— recordó— en fin, ¿crees que Zelma tarde mucho?

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Adentro de la escuela, Zelma llevaba a cabo su parte del plan, el trabajo sucio.

Se había maquillado de forma exagerada ese día, con sombra negra en los ojos, varias capas de base de maquillaje selladas por tres polvos distintos, y unos potentes labios rojos.

Lucía una falda de cuero negra que se ceñía firmemente a su cadera, tan corta que si está se le subía un centímetro más podría verse su ropa interior, llevaba una blusa corta del mismo color, y unos tacones a juego con su labial, para dramatizar más el look utilizó una peluca rubia.

En pocas palabras iba vestida como las chicas fáciles de la escuela, del tipo que hacía babear a Daniel.

Ahora debía ir a seducirlo.

Vaya papel le había tocado hacer, era la desventaja de ser la única chica y omega en el grupo de amigos, pero lo haría por Emilio.

Vislumbró a Daniel recargado contra su casillero, faltaban unos cuarenta minutos para que la campaña que indicaba el almuerzo se hiciera oír, debía darse prisa.

Afortunadamente la mayoría estaba en clases, estuvieron vigilando muy bien al alfa hasta saber su horario y así no equivocarse al atacar.

Inhalo, exhalo y entro en el personaje.

Camino hacia el objetivo al mismo tiempo que jugaba con su cabello y sonreía falsamente, se detuvo frente a él poniendo las manos en la cintura.

—Pero vaya qué hay chicos guapos aquí— dijo intentando hablar con naturalidad y coquetería.

—Podría decir lo mismo de las chicas— levantó la vista de su celular hacia ella, mirándola de abajo hacía arriba y de regreso—no te había visto por aquí.

—Recién llegue— ignoro la incomodidad que sentía por la manera en que el chico la miraba— me acaban de cambiar a esta escuela.

—En ese caso debería darte la bienvenida— sonrió, volviendo a analizarla con la mirada.

—¿Que me dices de un recorrido por la escuela?— preguntó, posó su mirada sobre los labios del alfa y se relamió los suyos— podríamos hacernos compañía.

—Me gusta tu manera de pensar— respondió ofreciéndole el brazo para que lo tomara.

—Soy Romi, por cierto— le dijo.

—Daniel, un gusto conocerte.

Hicieron su recorrido por los pasillos de la escuela, Zelma cumplía con su trabajo insinuándose a Daniel, este parecía muy entusiasmado con ella, las cosas iban por buen camino.

De un momento a otro terminaron dentro de un armario de limpieza.

Zelma lo besaba de la manera más apasionada que podía, tenia las manos enganchadas al cuello del alfa y este le recorría el cuerpo con ambas manos, se separaron a tomar aire y la omega aprovechó para sacar su celular.