Solo Quédate.

Capítulo 25 - Miedo

- ¡Mira ese león!, ¡Y ese tigre!, ¡Y.... y... esa leona! - grité entusiasmada.

- Cálmate Amy, espantarás a los animales - respondió Shannon riendo.

- Me encantan, son hermosos, jamás había visto algo así - sonreí exageradamente.

- Ya estamos llegando al final de nuestro tour, así que esperamos que lo hayan disfrutado como corresponde - dijo el chofer.

- ¿Ya se acaba? - hice un puchero - Este lugar es perfecto, me quedaría aquí para siempre - volví a mirar a los animales.

- Eres una caja de sorpresas Amelie, y creo que no es la primera vez que te lo digo - Shannon me abrazó.

- Hemos llegado al fin - abrieron el geep - Bajen con cuidado por favor - nos bajamos.

- Muchas gracias por su amabilidad - me despedí.

- No puedo creer que hayamos ocupado prácticamente todo el día en esto - rascó su nuca - No sabía tampoco que nunca habías visitado un lugar como este.

- Cuando era pequeña mis padres estaban discutiendo siempre, por eso nunca salíamos... y cuando llegó George, mamá se la pasaba en la oficina, y yo... ya sabes, en lo de modelaje - jugué con mis dedos.

- Entonces... ¿Nunca has ido tampoco a un parque de atracciones? - me abrazó.

- No... - me separé - Cuidado, pueden haber cámaras por acá - imité su voz.

- Amelie... - usó un tono más serio - No seas infantil, lo hago por tu bien - me volvió a abrazar.

- Aquí el infantil eres tú - volví a soltarme - Sabes que ya soy algo conocida por los medios, el que no está seguro de que lo vean conmigo eres tú Shannon Leto - me crucé de brazos.

- Yo... - tartamudeó y sonó mi teléfono.

- ¿Hola? - contesté y Shannon me dio una mirada fulminante.

- Amelie, soy yo Joseph - dijo el joven - Nicholas quiere verte hoy, en el restaurant "Bon Geard", ¿puedes a las 19:00 hrs.?

- Mm... si claro, no sé llegar, pero un taxi me podrá dejar allá - miré a Shannon - ¿Crees que pueda ir con alguien? - pregunté.

- No lo sé, aunque no creo que Nick tenga problemas así que no te preocupes, ve bien vestida, así le darás una buena primera impresión - rió - Nos vemos allá.

- Cuenta conmigo, adiós.

- Adiós - colgó.

- ¿El niño bonito invitándote a cenar? - se cruzó de brazos.

- Es por trabajo Shannon, y tú vendrás conmigo - caminé más rápido.

- ¿Yo? - se detuvo - Debes ir tu sola, acabas de decir que son cosas de trabajo, prefiero quedarme solo en el hotel.

- ¿Estás celoso? - reí.

- No lo estoy - continuó caminando - Ahora vamos rápido para que te arregles y tengas una noche perfecta.

Seguí a Shannon en silencio mientras me aguantaba la risa. Pasamos todo el día en el metro Zoo, ya que yo nunca había ido a un zoológico. Tomamos un taxi, para así llegar más rápido al hotel. Esta vez pagué yo, ya que el baterista lo había hecho antes. Entramos al hotel, subimos por el ascensor, abrí la puerta de la habitación y Shannon se lanzó sobre la cama.

- No seas un niño de 6 años y acompáñame - lo jalé del brazo.

- Estoy agotado, quiero dormir - se zafó de mi mano.