Hablemos de mimos y cosas perdidas ❀♥ [YoonMin]

Única parte.

Cuando Jungkook despertó, lo primero que vino a su cabeza era hacer ejercicio. Había estado holgazaneando un par de días y ahora su cuerpo pedía terriblemente un poco de estiramiento. Caminó hasta su closet mientras buscaba su playera de siempre, esa de superhéroes que solía usar al hacer ejercicio.

Pero frunció su ceño al no poder encontrarla.

—¿Hyung, viste mi camisa de Iron Man por aquí? —Preguntó el menor en cuanto Jimin entró a la habitación con una expresión adormilada.

El omega al instante levantó su mirada, apretó sus labios y negó con la cabeza. El joven alfa sólo pudo fruncir aún más su entrecejo, pero sin tomarle mucha importancia simplemente tomó una camisa descolorida. Justo cuando estaba por ponérsela, la voz de Jimin atrajo su atención.

—Kookie podrías... podrías... m-mi... m-mejilla... —Susurró el omega sin ser coherente del todo.

Jungkook ladeó su cabeza confundido, no había nada en la mejilla de su hyung. Sin entender, llevó su mano a uno de los mofletes del mayor y acarició levemente.

—No hay nada hyung.

Antes de que pudiera decir algo, Jimin salió corriendo.

...

Despertó con un leve gruñido, escuchó ruido en su habitación y abriendo un poco sus ojos visualizó una figura borrosa cerca de su estante.

—¿Jiminnie?

—Lo siento Monnie hyung, ¿te he despertado? —preguntó el pequeño dándose vuelta, el nerviosismo podía notarse palpablemente, pero Namjoon estaba lo suficientemente dormido como para notar tales detalles

—Si, ¿qué haces aquí? ¿pasó algo?

El omega rascó su cabeza tímidamente y sonrió mientras negaba—No, yo sólo buscaba una camisa que... tenía perdida.

—Oh bueno, supongo que regresare a dormir —musitó el alfa dejando caer su cabeza nuevamente contra la almohada, al no escuchar ningún ruido, nuevamente abrió un ojo.

La figura de Jimin seguía ahí, estando de pie. Parecía jugar con sus pequeñas manitas y se mecía nerviosamente.

—Jimin, ¿seguro que no necesitas más?

—Ehh yo... ¿pu-puedes... acariciar mi cabello, h-hyung? —tartamudeando, sus mejillas poniéndose totalmente rojas, sintiéndose totalmente avergonzado de sus palabras, Jimin cerró sus ojos y apretó sus manos, odiaba comportarse de esa manera, pero no podía evitarlo. Con sorpresa abrió sus ojos cuando sintió una cálida mano acariciando sus cabellos, el alfa le sonreía con ternura mientras masajeaba su cabeza con suavidad, Jimin casi quiso inclinarse ante el toque.