12 "Resignación"

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ALAN.

No esperaba que la noche junto a Jace fuera tan acogedora, no podía mentir, por un momento creí que ya no vendría a casa, pero al verlo pasar por mi puerta me emocioné mucho; me alegró verlo y sobretodo recibir el año nuevo con él. Todo iba bien, tan bien que de verdad no esperaba ver a Jayden. Cuando lo escuché y supe que estaba ahí mi corazón casi se sale de mi pecho, toda la tranquilidad y paz que tenía quedó en el olvido y una inmensa ansiedad se apoderó de mi cuerpo. Me puse nervioso, inquieto, no quería moverme de mi lugar y sentí la necesidad de esconderme detrás de Jace, pero me contuve y más después de escuchar que él deseaba hablar conmigo.

Yo realmente no quería estar cerca de él, ni verlo, porque mi corazón era débil y tenía seguro que caería nuevamente en sus encantos.  Justo cuando ya comenzaba a superarlo... 

Nos alejamos de mi casa y decidí hablar con él, enfrentarme a este dolor una vez más no era fácil, pero debía escuchar lo que tenía que decirme. Aunque... Estaba teniendo una mínima esperanza de ser correspondido y sabía que solo estaba siendo un adolescente iluso que soñaba despierto.

—Alan yo... —él inició hablando— Yo leí tú carta.

Me sorprendí al escuchar eso. ¿Venía solo a decírmelo?

—Bueno... Esa era la idea...

—Pero quedé impresionado, honestamente no esperaba que tus sentimientos por mi fuesen tan profundos... —me dijo, aunque no me miraba y eso me hacía reconocer que lo que venía a decirme no era bueno — Siento que no merezco que me quieras de esa forma...

—Jayden... —hablé algo serio— No me digas eso por favor... No es fácil para mi estar aquí contigo ahora, menos en estos momentos... Si... Si venías a rechazarme otra vez lo mejor es que...

—¡Lo siento mucho! —me gritó y he de admitir que me asustó.  Luego se acercó a mi y me sujetó de los hombros— Antes cuando te conocí vi algo en ti muy especial, quería verte todos los días y me hacía feliz hablar contigo... me sentí muy raro cuando me confesaste que te gustaban los chicos, no de forma mala... Si no como... Felicidad... Pero me confundí mucho porque jamás me había pasado algo así... Seguro me gustabas Alan, pero cuando me hablaste de que alguien te gustaba a ti, me puse triste y supe que ya no tenía oportunidad de aclarar mis sentimientos.

¿Acaso estaba soñando? ¿Era una broma de mal gusto de Jayden? ¿Por qué? ¿Por qué justo ahora venía a decirme todo eso? ¡No era justo! ¡No! ¡No! 
Unas inmensas ganas de llorar se habían apoderado de mi, pero me contuve, aguanté porque no pensaba desboronarme frente a él de este modo.

—Yo hablaba de ti... Jayden... Solo de ti pero —golpeé su pecho— Tú sacaste la conclusión de que era Harry y no pude decirte la verdad después...

—Entiendo... Entiendo, debí ser más honesto, pero, tuve miedo... Y...

—¿Y eso qué importa ya? —Sinceramente yo ya no podía con mis emociones en ese momento, una gran decepción era dueña de todo lo que sentía— ¿Qué ganamos con que me digas eso? De todos modos... Ya no sientes nada por mi...

No esperaba una respuesta afirmativa a mis palabras, pero su silencio fue suficiente para hacerme entender que él ya no sentía eso por mi y me terminó de destrozar, me había prometido no llorar en frente suyo, pero finalmente no pude soportarlo un segundo más y terminé soltando mis lágrimas, las cuales comenzaron a caer con fervor sobre mis mejillas. Estaba tan herido que ya nada más me importaba.

Él me miró preocupado y vi que tuvo la intensión de tocar mi rostro pero alejé sus manos de mi y retrocedí. No deseaba que me tocase, ni tenerlo cerca porque dolía demasiado.

Un tonto enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora