5 "El ser rechazado duele"

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N/A:

Por favor leer el final, pondré las imágenes de las chicas de la historia.

Que tengan buena lectura. ❤

° ° °

JACE.

Corría por el parque lleno de emoción, quería volar como lo hacia su superhéroe favorito, el que veía todas las tardes sin falta en la televisión. Saltó de banca en banca para ver si era posible, pero no lo lograba conseguirlo y eso le estaba frustrando.

-Jace, ten cuidado te vas a caer -fue su hermano el que llamó su atención, lo miró con el ceño fruncido porque siempre le impedía hacer las cosas que le gustaba.

-¡Voy a volar! ¡No me importa que digas que no!

-Jace...

Y Jace no hacia caso y siguió saltando, hasta que logró perderse de su hermano para saltar de un lugar un poco más alto, pues la inocente mente del pequeño rubio imaginaba que lo que lo que estaba haciendo mal era no estar saltando de un lugar más alto.

-¡Allí voy!

-No deberías... Hacer eso...

La voz de otro niño le hizo parar, se giró y lo vió ahí. Estaba sentado muy tranquilo a decir verdad, eso llamó la curiosidad de Jace. ¿Quién era ese niño? ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué estaba tan tranquilo mientras le hablaba? Cualquier otro niño le habría seguido el juego, incluso lo habría incitado a saltar.

-Si... Si te caes, te harás daño... -Finalmente el niño lo miró, tenía una mirada intensa que hizo a Jace asustarse y tener miedo de lo que iba a hacer.

-Yo... Yo quería volar... -Susurró el pequeño rubio, mirando hacia abajo, nervioso porque no iba a cumplir su sueño.

-Algún día, podrás hacerlo... Solo debes ser paciente y esperar... -El otro niño le regaló una tenue sonrisa antes de apartar su mirada de él. Jace sintió un calorcito en su pecho y sonrió también.

Esas palabras despertaron en el corazón del pequeño rubio un sentimiento de esperanza. No saltaría ese día, lo mejor era, quedarse a charlar con aquel niño. Y así lo hizo, pasaron unas cuantas horas hablando, Jace le pidió que se volvieran a ver en ese parque, tenía una fuerte ilusión de ser su amigo y jugar otros días con él. Pero, aunque el niño le había dicho que sí. No lo volvió a ver y con el tiempo olvidó hasta su apariencia. Pero había algo que Jace jamás olvidaría y era ese agradable sentimiento de paz.

...

Otra vez aquel recuerdo me nublo la mente, no entendía por qué tenía que recordar todo eso en un momento así, ver la sonrisa de Alan me había hecho recordar un sentimiento que hace muchos años no volví a sentir, tuve una corazonada y quise preguntarle, pero mi hermano llegó justo antes y lo abrazó. Todo sentimiento de alivio y calma se fue de mi cuerpo y fue reemplazado por angustia y molestia que se incrementó cuando noté en el rostro de Alan una inmensa alegría, él amaba a mi hermano lo supe desde el momento en que vi como su corazón se rompía al enterarse de que tenía novia.

Pasé tantos años sin tener los más minimos cambios en mi vida, cumplía con mis obligaciones y me divertía como cualquier adolescente, sin embargo, no notaba muchos cambios en mi... Me la pasaba discutiendo con cualquiera que se metiera conmigo, me alejaba de inmediato de las personas que suponían problemas y busqué fijarme en la chica que más cerca estuvo de hacerme sentir tan bien como aquella vez en la que hablé con ese niño. Y aunque el sentimiento de estar con ella se le parecía, no se le igualaba, pero tenía que conformarme con eso.

Un tonto enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora