hurdles to overcome

823 57 6
                                    


La manera en que la ojiazul se movía de lado a lado en la sala de su casa empezó a irritar a Juliana porque ninguno de los policías había podido darle una pizca de esperanza sobre el secuestro de Lucia. Algo que odiaba la morena era lo lento que trabajaba la policía mexicana y su ineptitud para conseguir resultados positivos. Ella sabía que si esto hubiese ocurrido en Texas la policía ya le habría tenido respuestas, o al menos resultados favorables.

Habían pasado quince días desde que a Valentina le dieron la noticia y ella la encontró pasmada en su cama, y desde aquel momento cada que salía del trabajo se venía directamente a la casa de los Carvajal por petición de la ojiazul, quien decía que tenerla ahí con ella la hacía sentirse más tranquila y segura, en realidad, muy rara vez  regresaba a su casa a dormir, así que prácticamente vivía ahí con los demás Carvajal; Juliana debía admitir que la situación se estaba saliendo de control, las cosas no estaban saliendo como ella esperaba, pues, por más que lo intentase, era demasiado difícil hacer que la rubia se distrajera un poco.

- Tengo miedo, Juls. - le dijo la noche anterior

Ambas estaban en su cama completamente enredadas entre sí y Juliana pudo percibir ese miedo, pues el cuerpo de la más alta temblaba ligeramente. 

Cuando Valentina le contó que la causa de muerte de su padre había sido un asesinato por un cartel mexicano y no por cuestiones de salud, la ojimarrón se sorprendió muchísimo. En realidad nunca se le pasó por la mente aquella posibilidad. La familia de la rubia se veía muy tranquila y común como para que algo así les pasara.

Lamentablemente la realidad era otra. Al ser una familia de clase alta y de estar en el ojo publico debido a algunas declaraciones que había hecho León Carvajal en el pasado para su periódico, muchos narcotraficantes se encapricharon con él y todo el tiempo lo estaban siguiendo para darle un final a la cantidad de cosas que se dedicaba a exponer sobre ellos.

León era un buen periodista a pesar de no serlo en realidad, sí, pero al igual que su yerno Mateo, le encantaba meterse en notas que eran un total riesgo para él, y bueno, así fue como se ganó su boleto al cementerio. La rubia tenía diecinueve años cuando su padre murió, y de eso ya tenía un buen rato. El mayor miedo de Valentina era que aquellos que mataron a su padre sean los mismos que actualmente habían secuestrado a su madrastra, la única figura parental que le quedaba, sin contar a sus abuelos.

- Oye, ven. - la morena estiró su brazo y tomó la muñeca de Valentina deteniendo su andar, la jaló con delicadeza haciendo que se sentara a su lado en el sillón y le acarició la mejilla - Necesito que te tranquilices, por favor. - pidió - Se que pueden ser inútiles, pero están haciendo lo mejor que pueden para localizar a Lucia.

- Es que Juls, esto no tendría que estar pasando. - sollozó - Papá ya no está, ellos consiguieron lo que querían, ya no hay nadie más que saque notas sobre ellos, ni siquiera Mateo lo hace.

- Yo sé, yo sé. - la abrazó 

- Por eso solo acepté la dirección del periódico de la familia. Sé que la merecía Mateo, pero el podía ponernos en la mira de esos tipos. - explicó - Eva y yo pudimos darle un alto a esas investigaciones tan peligrosas que hacía como mi papá.

- Mi cielo, necesitas tranquilizarte. - volvió a pedir, esta vez con un tono de voz más dulce - No puedo prometerte que esto va a solucionarse, pero si te aseguro que yo jamás dejaría que te hicieran daño. - la tomó del rostro - Sé que soy una simple mortal comparada con ese tipo de personas, pero créeme, los doctores también somos peligrosos.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de la ojiazul.

- ¿Podemos ir a mi habitación? - preguntó - No me gusta mucho estar aquí abajo con todos estos policías en casa. Y si te soy sincera, me pone más nerviosa ver a mis abuelos y a mi hermano así de preocupados. - confesó

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 14, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora