V E I N T I S E I S

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Olivia
Después de viajar casi dos horas desde adrogue hasta Palermo en el transporte público, algo que no extrañaba para nada, llegue a la casa de Daniel.

Habíamos acordado de que yo no iba a manejar ese día porque después de la fiesta íbamos a ir a su departamento y me quedaría a dormir con el.

Brenda, Gaston y hasta Tadeo se había ofrecido a llevarme, pero me negué, quería estar un rato sola, con el juicio tan cerca no me dejaban sola ni un rato.

—hola Pepita— me saludo con un beso cuando abrió la puerta— ¿cómo estás?

—feliz cumpleaños pipí— lo abracé y me quede un rato ahí, sintiendo su perfume —viste, no me perdí— sonreí y el hizo lo mismo.

—gracias amor— le tendí el regalo y negó —no era necesario esto, con vos ya gané el mejor regalo del mundo— le encantaba ponerme colorada al boludo.

Salude a su familia y me acomode al lado de Silvia con quien me puse a hablar rápidamente y después se unió la abuela de Daniel, podía sentir la mirada fulminante de Agustina, trate de no darle bola porque me la iba a tener que fumar toda la noche.

—¿viniste manejando?— negué con una sonrisa mirando a la abuela de Daniel.

—vine en colectivo, Daniel me obligo a dejar el auto en casa— reí con ellas mientras la abría negar.

—que raro la princesa Olivia viajando en colectivo— escuche la voz de Agustina a mis espaldas y me gire a verla con la peor de mis caras, hoy la revuelco en el piso.

Opte por no contestarle, creo que mi cara dijo todo en ese momento, la situación se había puesto bastante tensa y opté por descongestionarla un poco.

[•••]

Estaba tomando bastante, lo notaba porque empezaba a ir más seguido al baño, Tadeo y Noelia habían llegado hace un rato, cuando fui a abrirles sentí una mala mirada e intensa de grupo de mi cuñada y sus amigas, no iba a durar mucho sin golpearla, me estaba hartando.

Subí para ir al baño y me quede ahí un segundo arreglándome en el espejo, estaba por salir cuando escuche voces en el pasillo.

—me tenes harto— era la voz de Daniel, ¿hacía mal en escuchar? Si, ¿me iba a quedar? También.

—esa flaca no es para vos— era la voz de Agustina, no me sorprendía. —en la primera de cambio que aparezca alguien con más fama y más plata que vos se va a ir a la mierda, Daniel. —me estaba hirviendo la sangre.

—¿cómo tus amigas?— ¿escuche bien? —Agustina, entende que si le di a tus amigas en su momento fue porque quise, hoy estoy con Olivia y quiero estar solamente con ella, estás hablando sin conocerla.

La escuche reírse, le voy a sacar la sonrisa de una trompada. —mis amigas por lo menos tienen la decencia y el respeto que le falta a Olivia— tenía ganas de salir y responderle todo lo que estaba hablando al pedo o mínimo que Daniel me defienda ya que yo no estaba para hacerlo —de todos modos dudo mucho que la negra de mierda esa no te esté haciendo cornudo, es más ¿donde está ahora? Hace rato no la veo— acá estoy estúpida, escuchando todo lo que no me decís en la cara.

—no sabes nada— le dijo y escuche que se alejo. ¿Eso solo iba a decir? La hermana estaba diciendo miles de cosas sobre mi y lo único que dijo fue ¿no sabes nada?.

Me quede un rato y después me asegure que no hubiera nadie cerca para bajar, pase por la cocina y salí al jardín con una botella de agua, me quería ir ya mismo.

Me quede sentada en un puff, nadie se percataba de mi presencia, vi a mis primos muy entretenidos bailando con mis amigos, Gastón estaba con ellos, busqué a Brenda con la mirada pero tampoco la vi y al notar que tampoco estaba Valentín entendí que no iba a encontrarla.

LIBERTAD - Dani RibbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora