LIBERTAD - Dani Ribba

D I E C I O C H O

Esa domingo en la mañana el se despertó primero, la luz del ventanal traspasaba la cortina y le daba de lleno en la cara.

Tenía su mano arriba del abdomen de ella y mientras  la observaba dormir la llevo a su rostro para acariciarla.

La observaba y se preguntaba así mismo cómo era posible eso, cómo era real levantarse un domingo a la mañana y observar a la persona que tenía a su lado, estaba completamente embobado.

–si hay algo que odio, es que me observen mientras duermo–. Emitió estirándose y mirándolo con una sonrisa.

–mira vos, se acaba de convertir en mi pasatiempo favorito–. Dejó un beso en su nariz y la envolvió en sus brazos. –posta que no hay nada más lindo que mirarte, ya sea dormir o hacer lo que sea.

Olivia sonrió y lo miró, el sol le daba de lleno en el rostro, resaltando sus ojos marrones y ese platinado en su cabello.

–¿cómo voy a hacer los días que no duermas conmigo a despertarme y no tenerte así?–. Pregunto escondiéndose en su cuello.

–yo me hago la misma pregunta Pepi–. Respondió acariciando su hombro con su mano tatuada. –pero no es momento de pensar en eso–. La miró a los ojos y le sonrió mientras se acercaba a hacerle cosquillas.

La risa de Olivia inundaba la habitación seguida de la risa de Daniel que también acompañaba y los ladridos de Groot que también se había subido a la cama cuando escucho a Olivia reírse.

–Voy a preparar el desayuno Pipi–. Emitió y salió del baño sin esperar una respuesta, sabiendo que el no se iba a negar. Cuando salió Groot estaba acostado en el centro de la cama jugando con la remera de Daniel. –Dani te va a matar–. Emitió riendo. –Veni–. Se agachó a dejar un beso en la cabeza del perro y salió de la habitación con el beagle siguiéndola.

–waaa nashe el desayuno–. Emitió Daniel apareciendo en la cocina, se sentía su perfume en el aire. –¿todo esto lo preparaste mientras me bañaba?

–¿vos sabes cuanto tiempo tardas en bañarte Daniel?–pregunto sonriendo, claramente no se daba cuenta del tiempo que tardaba. Daniel rio y el sonido del teléfono de la casa interrumpió. –¿podes atender por favor?

Dani asintió, se auto preguntaba quien tenía un teléfono de línea en el año 2020, la respuesta era clave, Olivia que lo usaba para hablar con su abuela y para cosas del trabajo.

–hola–. Atendió y escuchó ruido del otro lado de la línea.

–Iaia me diste mal el número–. Gritaron y Daniel rio. –¿como que te di mal el número, pelotudo? A ver, córrete Tadeo. ¡Hola! ¿Es la casa de Olivia Lernner?

–Hola, si–. Respondió Daniel tentado. —ya le pasó–. Le acercó el teléfono a Olivia mientras seguía riendo. –Es tu abuela–. Le aviso y se sentó en una de las silla de la isla de la cocina.

–¿Iaia? ¿Que paso? –. Pregunto Olivia un poco asustada ya que Leonor nunca la llamaba un domingo temprano.

–viste pelotudo que te di bien el número, soy vieja pero todavía no se me olvidan las cosas–. Olivia escucho que su abuela peleaba en la línea con alguien y luego se fue. –¡hola Livi!

–¡Tade!–gritó con felicidad, como si fuera que no le veía hace años. –¿Que haces tan temprano despierto?

–Que te importa–. Respondió sonriendo. –Vinimos a desayunar con la abuela, está re babosa con Romeo y quiere verlo todos los días. –explicó y se lo escuchó sonreír. –y pensamos que era una buena idea almorzar todos juntos, viene tu viejo también, por eso te llame, aunque no se si podes.

Olivia miró a Dani que estaba jugando con Groot en la cocina, esperando a que ella deje de hablar por teléfono y puedan desayunar juntos.

–¿Olivia?–pregunto nuevamente Tadeo ya que ella no respondía. –¿que vas a hacer, porque estoy por ir a comprar la carne? Si no podes no hay problema.

–Aguántame un segundo–. Le advirtió y se acercó hasta la cocina corriendo a preguntarle a Daniel si estaba de acuerdo, aunque ya sabía su respuesta. –si dale, nosotros somos dos.

–¿Groot come asado también ahora?–pregunto a modo de chiste, ya que el conocía a su prima y era raro que llevara al garche de turno a un almuerzo familiar, pero ahí se equivocaba. –fíjate si podes traer alguna ensalada *tos* rucula y parmesano *tos* hay está tos que no se quita boluda.

–¿estás gracioso pelotudo?–ambos rieron y Olivia tomo la iniciativa. –dale anda a comprar la carne y deja de hacer renegar a la Iaia, Tadeo.

Corto la llamada y se acercó a la cocina. –¿te acordas cuando no se querian?–. Pregunto mirando a Daniel que abrazaba a Groot.

–el no me quería–. Se defendió y lo bajo al piso.

–ella, Daniel–. Lo corrigió. –es perra y si se llama Groot porque soy tan pelotuda que no me di cuenta que era macho–. Daniel se largo a reír porque no podía creerlo, ya que el también lo había confundido. –¿no te molesta no?

Daniel entendió que se estaba refiriendo al almuerzo con su familia, por lo que negó con la cabeza. –es justamente lo que estábamos hablando ayer Pepi incluso pensé que ibas a decir que si sin preguntarme–. Olivia rio y negó.

–lo pensé pero quería hacerte partícipe de la decisión, aunque ya sabía lo que ibas a decir–. Esta vez el que sonrió fue el, se levantó de la silla y la abrazó dejando un beso en su cabello y quedándose un momento así. –Dios pipi, vas a volverme loca–. Exclamó y lo miró para dejar un beso en su mentón. –vamos a desayunar dale, porque voy a cancelar el almuerzo para quedarme todo el día con vos así.

–no me parece mala idea–. Dijo riendo y sentándose nuevamente enfrente de ella. –pero ya confirmamos nuestra asistencia. ¿Hay que llevar algo?

Olivia asintió. –ahora en un rato vamos a comprar, primero desayunemos.

Nadie dijo más nada a cerca del almuerzo, solo se dedicaron a hablar de ellos y a reírse como solían hacerlo siempre que desayunaban juntos.

Había momentos en los que se quedaban observando al otro sin que se diera cuenta, eran esas personas que confirmaban día a día que no es el tiempo, si no que la persona.

Holaaa, cómo están?

Bueno acá una nueva actualización.

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Besos, Yam 🙌🏽