C U A R E N T A

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Olivia

—no quiero trabajar más— me queje ingresando a mi casa y sacándome los zapatos.

Llegaba el jueves y empezaba a tomarle odio a los stilettos, el viernes me pesaban desde que me los ponía hasta que me los sacaba.

Suspire al ver que no había nadie en casa, cosa que me pareció extraño, por lo que opté por darme una ducha para sacarme la semana laboral de encima.

Me quede en bata sentada en la cama con la vista en la foto que tenía en la mesita de noche. Gastón había tomado esa foto, habían venido todos a comer asado en casa, estaba acostada sobre el borde de la pileta pero con medio cuerpo sobre las piernas de Daniel, sonriendo mientras el dejaba un beso en mi frente.

Todavía recuerdo la electricidad que me recorrió por el cuerpo, quizá para mucho es un simple beso, pero cuando la pasaste mal y la cosas empiezan a darse, hasta el mínimo gesto festejas y te produce sensaciones diferentes.

Sonreí sin dejar de mirar el cuadro mientras sentía cómo los ojos se me llenaban de lagrimas, todavía seguía sin poder creer que esa persona feliz que estaba con su novio en el cuadro era yo.

Me es inevitable no pensar en todo lo malo que pase, lo muerda que me hicieron, pero si no hubiese pasado por eso, sin dudas no estaría en el lugar en el que me encontraba en este momento.

Hace unos años atrás incluso no quería seguir en esta vida, intenté dejarla, pero claramente el destino me tenía preparado algo mejor.

Daniel llegó y como dije una vez, fue aire cuando yo me estaba ahogando, aprendimos juntos a cómo ser una pareja, cada uno con su libertad, sus tiempos aunque quizá también hicimos las cosas muy rápidas en su momento.

Hoy me parecía raro despertar y no desayunar con el o llegar del banco y verlo, si bien tenía su departamento, prácticamente vivía en mi casa y no me molestaba.

Volví a mirar la foto y la dejé en su lugar, cuando gire la vista estaba apoyado en el marco de la puerta mirándome con una sonrisa.

—¿cuanto hace que estás ahí?— me acerqué y deje un beso en sus labios.

—desde que te sentaste en la cama a mirar la foto— sentí sus brazos en mi cintura cuando gire para cambiarme y minutos después sentí su cuerpo pegado al mío y su voz en mi oído produciéndome un tipo de electricidad.

—no te escuche cuando llegaste— me gire y puse mis manos alrededor de su cuello.

—es que no me fui a ningún lado— lo miré confundida —estaba en el patio, pero no escuché que llegaste— estaba mintiendo, porque se acomodó el pelo.

—no sabes mentir— acaricié su nariz y sonrió —me voy a terminar de cambiar y voy a ir a ver que hiciste en mi jardín— advertí con una semi sonrisa.

—viste que esta todo en orden, exagerada— gire los ojos e ingrese al interior de la casa, me pare en seco cuando cerró el ventanal y lo miré —¿y ahora que?

—¿que me estás ocultando?— pregunté sería acercándome y el sonrió.

Me tomo de la mano y me guío hasta el sillón sin dejar de sonreír, fue hasta la cocina y cuando volvió tenia una bandeja llena de sanguchitos de miga en la mano.

—creo que te amo— dije completamente feliz cuando dejo la bandeja delante mío, pero sobre la mesa de vidrio había más cosas.

—hace días que vengo pensando en todo lo vivimos en este tiempo y en cómo demostraré lo que te amo Olivia— se sentó a mi lado y me miró a los ojos —tengo fotos en mi celular que nunca imagine tener, porque siempre dije que las cursilerias y esas cosas no eran para mi, también dije que nunca iba a volver a tener una novia, pero es cosa del destino— entrelazo su mano con la mía dejó un besito corto en mi nariz —el álbum que te regalé para tu cumpleaños está lleno, representa el inicio de un camino, el camino que estamos haciendo juntos. Este álbum —señaló el que estaba sobre la mesa —no habla de mi, ni de nuestra relación, habla de vos, cómo verás no es muy grande porque es un álbum especial— me lo tendió con la mano libre que tenía y yo lo tomé con una sonrisa —la noche que nos conocimos me dijiste que no sabías porque tenías tanta gente a tu alrededor si eras una mala persona, bueno, que te hayan pasado cosas malas no te define como mala persona— tenía los ojos llenos de lagrimas y empecé a ver el álbum— ¿quizá te preguntes que tiene que ver esto con mi demostración de amor no? Bueno pasa que en todo este tiempo entendí que amarte a vos implica saber que no soy el único, que cualquier persona que conozca a la verdadera Olivia va a amarla, porque es una persona maravillosa, una persona libre que mata y muere por los suyos— noto que estaba llorando y aprovechó para secarme las lagrimas —la noche que te conocí me quede atontado con vos desde que pase por la puerta de la casa de Gastón y te vi con tus amigos, cuando me sonreíste esa noche sabía que iba a hacer cualquier cosa que me pidieras, Olivia— se le quebró la voz pero en ningún momento dejo de mirarme tomo aire y sonrió como acordándose de algo.

LIBERTAD - Dani RibbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora