Los pies del equipo de voley

Los pies de Sofia

Mi nombre es Micaela, soy jugadora de voley en el equipo de mi colegio. Soy una chica de estatura promedio (1.60), cabello castaño, ojos marrones y muy tímida. Se podría decir que soy bonita y simpática pero al ser tan introvertida nunca logre integrarme en ningún grupo de mi colegio, por esto mis padres decidieron meterme al equipo de voley para que logre hacerme amigas nuevas. Lamentablemente esto nunca sucedió, ellas solo me toman de punto. Me obligan a hacer todas las tareas que nadie quiere hacer; sacar el equipo para las practicas, guardas las pelotas, poner la red, etc. Al ser muchas chicas en el equipo la entrenadora nos separo en varios grupos, el mio estaba compuesto por Sofia, Ana, Lucia y Agustina. Sofia era la capitana, es una chica simplemente hermosa; alta (1.80), cabello rubio, ojos celestes y una personalidad muy dominante; es la que da las ordenes y maneja el vestuario, siempre suele molestarme y obligarme a hacer distintas tareas como si fuese su esclava. Ana y lucia son hermanas, tambien altas (1.75 y 1.80) y bellas, tienen el cabello castaño y los ojos claros; ambas siguen a Sofia como si fueran sus lacallas, le festejan todo y la tratan como una diosa. Por ultimo esta Agustina, es la mas compasiva conmigo de todo el equipo, siempre me saluda y nunca me molesta ni nada; es pelirroja y de mi altura, ojos marrones y la cara llena de pecas,es lo mas cercano que tengo a una amiga ya que es la única que se digna a hablarme y me trata como una persona.

Era lunes y todo se desarrollaba de manera normal en las practicas hasta que noto que Sofia me llama a un lado para decirme algo. Estaba esperando que me ordenara acomodar todo el equipo de practicas como cualquier otro día y por ahí tirarme alguna que otra burla para que Ana y Lucia se la festejaran, pero me sorprendió el pedido que me hizo.

Sofia: "¡Mica! ¿Podrías venir un segundo? Necesito hablar algo con vos."

Obviamente fui corriendo, no quería que me gritara delante de todo el equipo.

Yo: "Que pasa Sofia, ¿Qué necesitas que haga ahora?" - Notaba como ella me miraba con una sonrisa siniestra, no sabia que tenia en mente pero me imaginaba que no iba a ser algo bueno.

Sofia: "Jajaja ¿Qué pasa Mica? Parece como si siempre pensaras que te voy a hacer algo malo, solo quiero pedirte un favor. Necesito que te quedes después de las prácticas en los vestidores, vas a darme una mano con algo." - Obviamente como no iba a ser de otra manera accedí sin chistar a sus ordenes. Solamente asentí con la cabeza y volví a mi lugar.

Las practicas terminaron y cada una siguió su camino. Me salude con Agustina y me fui directo al vestuario a esperar a Sofia que estaba charlando con la entrenadora. Nunca imagine lo que iba a suceder cuando llegara ella.

Sofia: "Que bien, ya estas acá!" 

Yo: "Que necesitas que haga sofia? Quiero irme a mi casa a bañarme, estoy cansada."

Sofia: "Mira micaela, mas te vale que no te olvides tu lugar y te comportes. Yo soy la capitana del equipo, si te pido que te quedes en el vestuario a dormir lo haces y listo. ¿Quedo claro? Acá la que de las ordenes soy yo." 

Yo: "Tenes razón Capitana, disculpa que te haya hablado así. ¿Que necesitas que haga?"

Sofia: "Que bien que lo digas, necesito que me des una mano con mis pies. En las practicas de hoy me los lastime y me vendría muy bien un buen masaje" - Me dijo esto mientras se sentaba en un banco y se sacaba sus zapatillas. Despacio fue mostrando sus pies, estos estaban sin medias, por lo que su olor era muy fuerte, el completo vestuario se vio inundado por un olor muy fuerte a pies y zapatillas sudadas. Eran unos pies hermosos a decir la verdad; algo grandes talle 40 o 41 se podría decir, sus dedos eran algo largos con sus uñas pintadas de negro y sus plantas rosadas  que sin haberlas tocado se notaban suaves. En síntesis eran unos pies hermosos y bien cuidados. Pero el problema no era la perfección de estos pies, el problema era el sudor y olor que tenían; estoy segura que no se había puesto medias a propósito  solo para que estuvieran lo mas oloroso posible y así humillarme aun mas.