Capítulo 15

9.5K 906 198
                                    

-¡¿QUÉ PASO?! ¡¡TODA ESA SANGRE!!- Valentina se alarmó al ver el estado en el que llegó Juliana.

-No es mía, puedes relajarte. Estoy... bien, estoy bien.- Intentó sonreír para tranquilizar a la castaña. -Ahora sólo te estoy preocupando mucho más. Lamento haberte dejado sola por tanto tiempo.- La miró a los ojos, necesitaba llenarse de su calidez.

-¡¿A qué te refieres con "bien"?! ¡Tienes una cortada en la cara!- La ojiazul tomó la cara de Juliana entre sus manos para verla de cerca. -¿Estás herida en otra parte?

-Val...- Juliana no lo soportó más y la abrazó fuertemente. La joven se sorprendió pero no dijo nada, solo correspondió su abrazo, tratando de reconfortarla.

Después de un par de minutos, Valentina condujo a la morena a la sala y llevó el botiquín.

-Sólo deja que me encargue de los primeros auxilios por esta vez, ¿vale?- La castaña estaba evidentemente preocupada aunque intentaba disimular con una sonrisa mientras limpiaba el corte de Juliana. -Por suerte sólo es una herida superficial...-

-Val...- La morena tomó la mano de Valentina con la que la estaba curando. -Creo... creo que no merezco ser llamada doctora después de todo...Acabo de hacer algo terrible... imperdonable.- No soportó verla a la cara y se agachó, las lágrimas se arremolinaban en sus ojos. -Todo pasó porque yo... Todo es mi culpa...- Valentina se sorprendió, nunca pensó ver a la morena así de vulnerable y le dolía. -Me odio a mí misma... Me odio tanto...-Hablaba conteniendo las lágrimas, sin soltar la mano de la ojiazul. -Tú también me odiarías... si supieras.-

Valentina la miró por unos segundos y tomó sus manos.

-No sé lo que acabas de pasar... pero, confío en que tuviste tus razones para hacer lo que hiciste...- Juliana seguía con la mirada clavada en el piso. -Por favor, créeme cuando digo que no estás sola. No te dejaré sin importar lo que pase. Lo prometo. Sé que eres una persona fuerte.- Valentina acunó a la morena en su pecho, tomándola por sorpresa. -Pero no tienes que serlo todo el tiempo... No tienes que guardarte todo para ti sola. Déjalo salir... Puedes compartir tu dolor conmigo. Permíteme quitar de tus hombros algo de ello, al menos.- Juliana no pudo resistirse y comenzó a llorar mientras se aferraba más al cuerpo de la ojiazul.

-Val...-Dijo entre lágrimas mientras se dejaba consolar por la castaña, que al ver cómo se quebró la morena, no pudo evitar sollozar con ella. Valentina la abrazó fuertemente, quería protegerla y alejar el dolor que sentía, porque verla así hacía que ella misma sintiera pesar.

Se quedaron abrazadas entre lágrimas por varios minutos. Cuando por fin Juliana estuvo más tranquila la joven la llevó al baño para que se duchara, con la esperanza de que eso la hiciera sentir aunque sea un poco mejor.

Juliana estaba perdida en sus pensamientos, desnuda bajo la regadera. No podía dejar de ver sus manos fijamente. Esas manos que deberían salvar vidas, no hacer lo que ella hizo. No soportaba la idea de que sus manos causaron daño en lugar de sanar, por muy despreciable que fuera Tom, lo que hizo iba en contra de sus principios y su juramento de proteger y salvar personas.

-Traje tu albornoz. Lo dejaré aquí.- Dijo la castaña entrando al baño.

-Gracias.

Valentina notó el pesar en la voz de Juliana, y al verla bajo la regadera, derrotada y triste. Se acercó a ella y pudo ver su cuerpo lleno de golpes, ver así a Juliana hacía sufrir a la castaña, se sentía impotente de no poder ayudarla. Finalmente salió del baño, esperando que pronto pudiera salir de sus pensamientos tormentosos.

---------------------

Juliana estaba sentada en su cama, solo con el albornoz puesto mientras Valentina estaba de pie frente a ella, secando su cabello.

Pulse (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora