Maratón 3/3
-¿Val, estás aquí?- Se dirigía a la habitación de la ojiazul cuando se percató de lo ordenado que estaba el lugar. -Está todo muy limpio... ¿Ella hizo todo esto?- Caminó a la habitación de la joven. -Oh, ahí estás.
Una vez más Juliana veía a Valentina dormir e involuntariamente una sonrisa se apoderó de ella.
-Val... Levántate y brilla, dormilona. Este no es momento para que estés durmiendo así.- Dijo mientras se inclinaba hacia ella. Sin pensarlo, se dejó llevar por el impulso que sentía de tocarla. Su mirada viajó por las curvas de Valentina, que se definían perfectamente porque solo estaba usando un short de mezclilla y una blusa de tirantes blanca.
Juliana retiró un mechón de cabello de su cara, y ancló su mirada en su boca, por varios segundos se mantuvo pérdida admirando su labios tan llenos y rosas, sin poderlo resistir los acarició con su pulgar.
-Mmm...- La caricia de la morena despertó a Valentina. Juliana solo pudo salir del trance en el que se encontraba cuando vio a la ojiazul removerse en la cama. -Oh, ya regresaste... Bienvenida. -Dijo la joven en medio de un tierno bostezo.
La morena se alejó de ella mientras veía como se sentaba y despertaba por completo.
-Lo siento, me quedé dormida... creo que me sobreexigí limpiando el departamento.
-¿Y quién dijo que lo hagas? Eres débil. Deberías quedarte quieta y no excederte.- A pesar de sus palabras la mirada de Juliana mostraba calidez.
-Todo ese trabajo y ni siquiera un "gracias" de tu parte... ¿Qué más se suponía que iba a hacer? Obviamente estás ocupada y no quería estar de perezosa.- Y ahí estaba ese pucherito tan característico de ella cuando se molestaba. -Y si no me dices débil te lo agradeceré.-
-Déjame verte.- Pidió la morena mientras colocaba su mano en el cuello de Valentina.
-¿Eh? O-oye... ¡¿qué estás haciendo?
-Sólo cállate y quédate quieta. No te haré nada.- Dijo mientras la veía fijamente. Colocó sus dedos índice y medio para medir su pulso carotídeo.
Valentina se quedó quieta y evadió la mirada de Juliana. Su cabello alborotado quedó de lado y su cuello y escote estaban expuestos a la morena. Tragó en seco porque ese toque la estaba alterando.
Mierda... Puedo sentir su corazón latiendo tan clara y fuertemente... a través de su suave y cálida piel. Lo que está frente a mí en este momento es deslumbrante... fascinante. Su vida en este mundo recién acaba de empezar... Qué futuro tan trágico sería, si se la arrebatan tan rápidamente...
Juliana recorría con la mirada el rostro de Valentina, que se encontraba ligeramente sonrojado.
Esos ojos, tan profundos como el mar y siempre con una pizca de picardía... Esos voluptuosos labios que complementan su delgado rostro...
Juliana admiró cada detalle en Valentina y se perdió en ella y sus latidos.
No quiero que nuestro contrato...termine aún.
-Listo... terminé. - Dijo la morena aclarándose la garganta y alejando su mano del cuello de la ojiazul.- Te... cocinaré esta noche. Así que siéntate y relájate, ¿vale?-
-¿Sabes cocinar? No pensé que fuera así. -Valentina ya se había recuperado de lo que había de lo sucedio.
-Puedo cocinar un poco, supongo. Cosas simples.- Juliana sonrió mientras se encogía de hombros.
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Pulse (Juliantina)
RomansaJuliana Valdés, una cirujana cardiovascular, no cree en el amor. Opina que, junto a la fidelidad, es solo una fachada para tener sexo. Por eso, no busca relaciones serias y se acuesta con cualquier chica que le guste. Esto es así hasta que conoce a...