Capítulo 22

6.1K 654 150
                                    


POV Amber

Tener el poder del control absoluto justo en la palma de tus manos... Castigo, dolor y la evidencia de ello... el bondage... Todo es tan encantador. Tan fascinante.

David me ha enseñado algo más que un mundo de autoridad monetaria. Gracias a él tuve el placer de probar un nuevo regocijo que nunca había conocido...

Sucedió poco después de haber salido discretamente por un tiempo. Nunca sobrepasó sus límites cuando trataba conmigo. Ni una sola vez. Nunca nos tomamos de las manos siquiera... No mientras no fuera yo quien tomara las suyas.

Había tenido la impresión de que este hombre era totalmente un caballero, en todo sentido. Así fue hasta que una noche me invitó a su casa. No podría haber adivinado qué era lo que realmente quería con esta relación, hasta esa noche. La fuente de su placer sexual no era lo que esperaba. Él obtiene su felicidad cuando lo someten y ejercen castigos a su cuerpo.

El ser capaz de sentir este tipo de superioridad sobre alguien terminó satisfaciendo las necesidades que no sabía que tenía. Aun así... sólo queda una cosa de la cual todavía tengo que tomar el control total...

Estoy hambrienta por gobernar sobre tu magnífico cuerpo. Tú, con ese comportamiento altanero... Nunca inclinándose ante nadie. Lasciva. Siempre deseando más. Tú, con nada más que lujuria primitiva en tus ojos. Eres todo lo que me falta... Juliana...

------------------------


-Aaaah... Juls... sigue, ve más adentro...- Valentina se encontraba de rodillas en el sillón, apoyándose en él para mantenerse en esa posición que le daba acceso a su entrada a Juliana.

La morena estaba sentada en el piso, con su cabeza debajo de la entrepierna de la ojiazul, entrando con su lengua una y otra vez, bebiendo el dulce néctar de la joven que no podía evitar moverse sobre su cara, buscando llegar al clímax. Juliana apelando a cumplir los deseos de Valentina hundió su lengua en ella lo más profundo que pudo, mientras con sus manos apretaba sus nalgas.

-Solo un poco más... Aaah...- Gimió la joven y la morena al escucharla la apretó más contra su boca y comenzó a succionar su centro con fuerza, haciendo enseguida que Valentina se retorciera y estremeciera de placer por el fuerte orgasmo que estaba teniendo, los espasmos seguían y Juliana gustosa, bebió todo, todo lo que le ofrecía, sin desperdiciar ni una sola gota de su excitación.

La ojiazul poco a poco se fue recuperando y normalizando su respiración, mientras la morena le colocaba tiernos besos en su centro y muslos, adoraba a Valentina y cada parte de su cuerpo, adoraba llevarla a la cima del placer y su sabor, adoraba todo de ella y podría vivir entre sus piernas eternamente. Poco a poco se incorporó y se sentó junto a la joven. Después de darle un beso suave, la atrajo hacia ella y la sentó en sus piernas.

-Sabes rico.- Dijo con una sonrisa pícara mientras acariciaba la espalda de Valentina.

-¿Puedes dejar de hacerme esa cara?- La joven llena de vergüenza escondió el rostro en el cuello de Juliana.

-Vale, vale, lo dejaré... pero que conste que eres deliciosa. - Respondió en medio de una risa, enternecida por la dulzura de la ojiazul.

------------------------


-A veces es un poco agotador, ¿sabes? Como... cada vez que tienes estos cambios de humor, siempre te desquitas conmigo.- Dijo Valentina fingiendo estar indignada, mientras mordía una manzana.

Pulse (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora