Me pasé todo el fin de semana preparando el regalo de Marcos muy ilusionada. Estaba segura de que le encantaría.
Se me olvidó pronto lo ocurrido con las chicas de mi clase, sabía que si intentaban hacerme algo él estaría allí, me sentía protegida.
Por fin llegó el lunes y, tal como me prometió, vino a recogerme a música cuando terminó el día.
-Hola-le saludé sonriente.
-Hola. Ven, vámonos de aquí, en la clase estaremos más tranquilos.
Al entrar en nuestra clase me di cuenta de que había adornos navideños por todas partes, estaba increíble.
-¿Y esto?- pregunté.
-Lo he colocado para vosotros, pensé que os gustaría.
-Sí, esta preciosa.
Marcos y yo solos en un ambiente navideño.....¿podía haber algo mejor?
-¿Has vuelto a tener algún problema con Alejandra?
Pensé en lo del otro día pero decidí callarme. Podía controlarlas y no quería desperdiciar este momento hablando de ellas.
-Nada que deba preocuparte, no perdamos el tiempo con eso.
Sin darle tiempo a decir nada más me di media vuelta y abrí mi mochila. Saqué una pequeña bolsa y se la di.
-Esto es para ti, espero que te guste.
Abrió el paquete muy emocionado. Le había regalado un libro, "Historia de dos ciudades", de Charles Dickens, sabía que era de sus favoritos.
Nunca olvidaré su sonrisa al verlo.
-Edith....esto.....yo....no sé qué decir. Muchas gracias. Has acertado completamente
-De nada, me alegro de que te guste, enserio. Quería agradecerte todo lo que haces por nosotros, eres muy especial para mí Marcos. Por favor que esto quede entre tú y yo.
-Tranquila, esto se queda aquí.
Soltó el libro en la mesa y se colocó enfrente mía. Tomó mi rostro entre sus cálidas y suaves manos y, antes de que pudiera darme cuenta, sus labios estaban sobre los míos, besándome dulcemente.
-Esto también puede quedarse aquí, si quieres-me susurró al oído.
Me colgué de su cuello y volví a besarle, más segura que antes.
-Marcos yo....no quiero ser un juego para ti.
-No digas eso, nunca has sido un juego para mí. Eres diferente, lo supe desde la primera vez que te vi.
-No me gustaría que te cansaras de mí y me abandonaras...no podría superarlo. Mírate y mírame....somos de mundos diferentes. Es mejor dejar las cosas claras ahora.
-Edith voy a decirte una cosa y quiero que me escuches atentamente. Cierra los ojos-me pidió.
Se puso detrás de mí y envolvió mi cuerpo entre sus brazos. Acercó su boca a mi oreja.
-Te quiero.
Me di la vuelta con una sonrisa en la cara y lo abracé.
-¿Quieres ser mi novia?
¿Había escuchado bien? Tengo al hombre que amo delante de mí pidiéndome que salga con él, no hay que pensar nada.
-Llevo esperando oír eso toda mi vida.
Nos fundimos en un beso inteso, poderoso. Después de aquello supe que no podrían separarnos.
-Tenemos que irnos, van a llegar las limpiadoras. Nadie puede enterarse de esto.
-Mis labios están sellados.
-¿Mejor si los sellamos con un beso, no?
-No me parece mal.
Me atrajo hacia él y depositó un beso rápido en mi boca.
Miré hacia arriba. Había una pequeña ramita de muérdago sobre nuestras cabezas. ¿Será que los milagros de navidad existen?
-¡Vámonos!
Bajamos por las escaleras y al llegar a la puerta cada uno debía tomar una dirección.
-Nos vemos después de Navidad, princesa.
-Voy a echarte de menos-le dije.
-Y yo a ti.
Miré a nuestro alrededor, no había nadie. Le di un beso en la mejilla.
-Te quiero-susurré.
Le hice un gesto con la mano mientras el subía en su coche y desaparecía en la lejanía.
Era la chica más feliz del mundo.
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Donde se esconde el amor
Romance¿Qué pasa cuando te enamoras de la persona equivocada? ¿De qué sirve ser libre si tu corazón ha decidido por ti? Esta historia trata sobre un amor imposible.... pero a veces las personas olvidamos que, por muy remota que sea, siempre existe una posi...