Capítulo 9: Crepúsculo

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Estuve puntualmente a las seis en la clase y al llegar allí descubrí que mi compañero sería Mateo,que estaba esperándome. Le conocía muy poco pero parecía un chico simpático y agradable.

Charlamos mientras estábamos esperando a que nos trajeran el guión.

-¡Hola chicos! Siento el retraso.

Era don Ismael, el profesor de música.

-Aquí tenéis vuestro guión.

Nos dió una copia a cada uno.

-Vais a representar la última escena de la película Crepúsculo, basada en el libro de Stephenie Meyer. ¿La conocéis?

Ambos asentimos.

-Estupendo. Yo os voy a ayudar a prepararla.

El ensayo transcurrió sin sobresaltos. Me acostumbre muy rápido a trabajar con Mateo, como sabía que tenía pánico escénico estaba intentando ponérmelo lo más fácil posible.

Don Ismael estaba muy contento con nosotros, éstábamos haciendo un gran esfuerzo.

Todo sea por Marcos.

Al terminar la tarde ya dominábamos nuestra escena y solo me quedaba darle un repaso al texto en mi casa.

-Bueno chicos, os sale muy bien, no preocuparos. Mucha suerte a los dos.

Nos despedimos de don Ismael y salimos del colegio.

-Tranquila Edith, lo vamos a clavar. Me voy a mi casa. ¡Hasta luego!

-Adiós Mateo y gracias.

-No gracias a ti, que no tenías por qué hacer esto.

Me despedí y caminé hacia mi casa. Este Marcos...me va a matar. Yo encima de un escenario audicionando para un papel en una obra.....esto se cuenta y no se cree...

                                                                     *      *      *      *      *     *

Llegó el viernes por la tarde y estábamos todos reunidos en el salón de actos, todos menos uno: Mateo. Quedaban escasos minutos para nuestra actuación cuando apareció don Ismael.

-Hola Edith.

Tenía cara de preocupación. Algo no iba bien.

-Hola profesor, menos mal que le encuentro. ¿Usted sabe dónde está Mateo?  Tenemos que salir a escena en escasos minutos.

-Edith, los padres de Mateo me acaban de llamar. Está malo y no va a poder venir. Lo siento mucho, íbais a hacerlo muy bien.

Había trabajado mucho, era una pena no representar la escena ahora, sobretodo por Marcos, pero en cierto modo respiré aliviada por no tener que subirme a un escenario.

-Bueno no se preocupe, gracias por todo-contesté.

Justo en ese instante entró Marcos al salón. Mis ojos se abrieron como platos, que guapo estaba. Esa camisa azul oscura le quedaba muy bien....

Se acercó a nosotros.

-¿Ismael que ocurre?¿A qué vienen esas caras?

-No hay escena, Marcos. Mateo se ha puesto enfermo, no tenemos Edward-empezó a explicarle.

-Un momento.....-le interrumpió- esta escena tiene que representarse, 4° tiene que presentarse....sino vamos a meternos en un serio problema.

Vimos la figura de doña Juana al otro lado de la sala, mirándonos de lejos con un brillo malicioso en sus ojos. Acababa de llegar, se sentó en una butaca en primera fila.

Justo para ver hundirse el proyecto de Marcos pensé. Teníamos que hacer algo, no podía permitirlo.

Don Ismael tenía la cara descompuesta.

-¿Y qué sugieres Marcos?

Una sonrisa se dibujo en su rostro, conocía esa expresión. Se me había adelantado. Tenía una idea en mente o mejor dicho, una locura.

-Edith....¿quieres hacer esta escena conmigo?

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