13. Escóndete.

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Paulo.

Abrir los ojos y encontrarte con esa vista hermosa, tener a alguien en los brazos y sentir esa sensación en tu estómago que hace que sepas que algo anda pasando entre tu y esa persona, es algo que nunca creí que me pasaría, mucho menos que fuera algo algo falso, eso me hace sentir mal.
La luz del sol nos mantiene tibios, viento fresco recorre nuestro cuerpo, desde aquí puedo ver la piscina que está en el patio, las múltiples flores y arbustos alrededor de la cerca de metal.

Mi vista se dirige a la persona que tengo en mis brazos, Julia, veo cada detalle de su rostro, muevo un pequeño mechón de cabello que tapaba parte de su rostro, lo coloco detrás de su oreja, noto su respiración tan calmada, uno de sus brazos rodea mi estómago en un abrazo, reposo una mano en su mejilla y acaricio ésta levemente. Se mueve un poco, abre sus ojos lentamente, desde aquí puedo ver mejor sus largas pestañas.

-Buenos días. - la sorprende mi voz.

Aclara la garganta. - Hola. - su brazo se aparta de mi estómago así como ella de mi.

No sé por qué siento que intenta ocultar sus sentimientos, no la culpo, después de todo lo que pasó hace años, imagino que sería difícil confiar tanto en alguien de nuevo, me siento horrible al haberme acercado a ella por mi madre, porque sé que cuando esto termine le dolerá aún más haber confiado en alguien más, en mi. No sé ni siquiera cuánto más tiene que durar esto, no quiero herirla, puedo ver que ella es una persona increíble.

- ¿Cómo dormiste? - pregunto.

- Me duele el cuello, me pregunto por qué acepte dormir aquí. - no me mira.

- Me pregunto eso también.- logro que me mire, coloca una mano encima de una de mis piernas y sonríe lo cual me hace sonreír a mi también, tiene una sonrisa muy bonita.

Insisto en que ella es bipolar, puede actuar tan grosera y fría conmigo pero de un rato a otro sin darme cuenta, puede cambiar a ser completamente dulce o sensual conmigo, definitivamente me constará entender sus emociones y acciones.

- ¿Tienes hambre?- pregunto.

- Mucha. - se sienta y se estira haciendo que su espalda truene.- ¡Auch!

Sonrío, es tan tierna y se ve tan inocente. - Te llevaré a un sitio.- me levanto y le doy mi mano. Ella no tarda en tomarla.
Nos toma unos minutos ordenar las cobijas y todo lo que había en el balcón.

Espero que se cambie en el baño, una vez lista, entro yo también, me ofrece un cepillo, ella lava su cara, abro el empaque del cepillo de dientes nuevo.

- ¿Por qué tienen cepillos extra?- Pregunto mientras le pongo pasta.

Julia seca su rostro con una pequeña toalla blanca,- Es mejor que cuando quieras cambiar de cepillo tengas uno listo en vez de salir a comprar al apuro. - deja la toalla colgada en una manija color lila.

- Yo siempre salía buscar al apuro. - comienzo a cepillar mis dientes.

Pasa un rato, terminamos de asearnos y salimos del baño.

Rodeo mis brazos en su cintura desde atrás, apegando su cuerpo al mío. - ¿Me regalas un beso?- dejo unos cuantos besitos en su cuello y deja escapar unas risitas, bueno ya sé cuál es su punto débil.

Julia se gira lentamente, - Déjame pensarlo.. - coloca su mano en su mentón como si pensara mientras da pequeños pasos hacia atrás.

Sus manos en mi mis hombros, salta y enrolla sus piernas en mi, doy un paso hasta que caemos en la cama, yo quedo encima de ella así que apoyo uno de mis codos en la cama para no lastimarla y con mi otra mano acaricio su muslo. - ¿Eso es un 'si'?

Del Odio Al Amor [ESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora