-Capítulo 3-

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Al despertar me di cuenta que no estaba en la cafetería, sino, en una habitación pero no cualquiera, claro está.

Era mi habitación... Pero ¿Cómo podía haber llegado a mi habitación? ¿Alguien me había traído? Nada tenía ni un poco de sentido. Y como si el estuviera leyendo mis pensamientos, Jaden se incorpora delante de mí con su típica mirada fría y cortante.

—Te estabas congelando allá afuera—dice burlón, puedo sentir como mis mejillas se ruborizan al instante.

—¿Por qué me trajiste de nuevo?—el chico me mira algo irritado y luego rueda los ojos.

—No lo hice por ti, sino por Verónica—sonrié—Ella me hubiera matado.

—Tranquilo, no le diré.

—En realidad, no me importa si lo haces, será mejor para mí—aqui vamos de nuevo.

—Puedes dejar de ser así, eso molesta—solté, Jaden me observa y luego se levanta, hago lo mismo.

—Pues entonces no me escuches, solo eres una niñata mimada y llorona que cree que con sus berrinches le darán todo lo que quiera.

De verdad que Jaden es extremadamente insoportable, quería de decirle toda su mierda en la cara, para que se fuera y yo  pudiera seguir viviendo en paz y armonía. Pero en vez de eso... No le dije nada, iba a ser inútil, solo me metí al baño y después de algunos minutos escuché la puerta cerrarse, ya se había ido.

Salí de baño y trate de tomar aire, tenía que relajarme, no podía perder el tiempo peleando con un imbécil, lo odiaba y era más que obvio que no dejaría que me tratara así. Sin embargo, el siempre logra ganar la discusión, y es que... Sus ojos azules podían hacer que cualquier chica que los viera, dejara de pensar en cuestión de segundos, eso me pasaba a mí. Y no solo porque el fuera atractivo, si no porque su mirada era rara, mejor dicho... Tenía algo raro en ella, algo que descubriría a toda costa.

Hoy no tenía clases, tenía el día para mí sola y no estaba feliz, estar sola siempre me había gustado, no sé porque ahora ya no.

Tomo mi móvil y llamo a Verónica, ella por suerte no tarda en contestar.

—¡¡Holaaa!! ¿Qué tal la noche sola?—no contesto, dudo que quiera saber la verdad.

—Todo bien, ¿y tu cita?

Fue de lo mejor, Logan y yo ya somos oficialmente una pareja—solo con escuchar su voz se que estaba más que contenta, me hace feliz.

—Estoy feliz por ti.

—Gracias, tenemos que celebrar esto, paso por ti a las 3pm, vamos a divertirnos con los muchachos—trago saliva en seco, no puedo ver a Jaden.

Tengo que hacer unas cosas hoy Vero—miento.

Deja lo aburrida, paso por ti y listo, sin excusas—Verónica cuelga la llamada antes de yo poder decir algo al respecto.

Jaden iba a ir, de eso no tenía duda. Solo tendría que evitarlo y nada malo pasaría, no voy arruinar el día de Vero y Logan.

Eran las 10am, todavía no podía arreglarme, dejo mi móvil en la mesita de noche que está al lado de mi cama, y leo para que pase el tiempo más rápido, y sí, también para olvidarme de Jaden.

(...)

—Es hora Maia, date prisa—los gritos de Verónica eran fuertes, y daban miedo.

Me doy un último vistazo en el espejo, supongo que iremos a comer para algún lugar casual, así que no me puse algo tan elegante pero si adecuado.

Diferente mente iguales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora