-Capítulo 4-

21 3 0
                                    


—Ya sabes cómo es Jaden, solo quiere joderte—tenía que contarle a alguien sobre lo de anoche, no era algo que haría habitualmente, pero lo necesitaba más que nada.

—¿Acaso entiendes lo que pasó?—Trague saliva—me dejo ahí, si no fuera por ti y Logan, no sé cómo me hubiera ido, ya me estoy cansado de su actitud de capullo—Verónica se queda perpleja ante mis palabras, puedo ver que dice: "Lo siento" en un tono bajo.

(...)

Las clases pasaron rápido, tal vez porque no le preste atención a ninguna. Eso no era algo normal en mí, era inevitable no pensar en todo lo que había pasado ayer, no pensar en... Jaden.

Simplemente no entiendo porque es así, debe tener razones, todo el mundo las tiene. Y aunque me hubiera tratado de una forma no tan agradable que digamos, quería conocerlo más, entender su rara y confusa forma de ser, poder ayudarlo lo cual creo que no pasará por qué es un chico orgulloso, engreído y egoísta.

Entender porque se acercó tanto a mí anoche. Cuando sus manos tomaron de mi cintura, una corriente eléctrica paso por todo mi cuerpo causando un estruendo en mi estómago, como... ¿Mariposas? O como se llamen. Sentir su tacto en mi cuerpo, su respiración cerca mezclándose junto a la mía, su mirada tan... Peculiar, transmitiendo tranquilidad y protección. Aunque de un momento a otro cambio y volvió su mirada fría y distante.

—Maia, ¿en qué piensas?—sacudo mi cabeza para dejar atrás mis pensamientos y prestarle atención a Verónica, estábamos en un café cerca de la universidad.

Era tiempo de una salida de chicas.

—Perdón, es que... Estaba pensando en las clases—miento. Verónica asiente no muy convencida.

—Hay una fiesta esta noche, seria bueno que te distraigas un poco.

Se que no íbamos a ir solas, y eso implicaba ver a Jaden, sus ojos, su cabello y sus labios carno...

CONCÉNTRATE MAIA.

—No estaría mal, pero creo que paso—Verónica rueda los ojos y hace pucheros como niña pequeña, da tanta ternura.

—Solo piénsalo, ¿Si?—la miró fijamente y después asiento, solo lo pensaré, nada más eso.

Salimos del local poco después de pagar. Empezamos a andar en dirección a la universidad.

Salir con Verónica es demasiado divertido, es una chica agradable y maravillosa. Quién diría que seríamos amigas.

Entramos a la habitación cansadas, me tiro en mi cama y Verónica hace lo mismo.

—Entonces...¿Irás?—me lo pensé mucho, no quería dejar sola a Verónica, y tal vez me la pasaría bien.

—Solo con una condición—la chica asiente esperando mi respuesta—No me dejes a solas con Jaden.

Esta se lanza encima de mi dandome un gran abrazo, después de unos segundos, nos separamos para poder acomodarnos en el colchón.

—Lo prometo, ahora a ver qué te puedes poner, ya que tu ropa...—la chica se ríe y sigue hablando—No puedo mentir, es patética.

Ambas reímos, le tiro una almohada mientras que está despalda, la chica me lanza una mirada asesina y luego sigue en lo suyo.

(...)

La fraternidad dónde se supone que es la fiesta está totalmente colapsada.

Verónica y yo vinimos con los chicos, menos con... Jaden, el dijo que llegaba después cuando la fiesta de verdad este buena.

Diferente mente iguales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora