1

1.1K 128 13
                                        

Mark cerro la puerta detrás de el para después estirar sus brazos hacia arriba e ir directo a su habitación al mismo tiempo que bostezaba. El día de hoy había sido demasiado agotador, las clases fueron demasiado tediosas y parecían eternas.

En cuanto Mark iba a subir el primer escalón para dirigirse a su cuarto fue interrumpido por un grito lejano. Este soltó un quejido para retroceder y acercarse hasta la habitación de su madre.

─Ya llegue, se me olvido avisar. ─dijo Mark asomando su cabeza en la puerta. Este iba a volver a irse pero su madre volvió a gritar su nombre─. ¿Qué sucede ahora?

─Mark, querido. Tenemos que hablar.

En ese instante el se asustó. Siempre que su madre decía "tenemos que hablar" significa regaño o que hizo alguna maldad.

─ ¿Sucedió algo...mami? ─preguntó tratando de actuar tierno. Su madre siempre caía ante su ternura, era la única manera en que salía vivo.

─Ven, toma asiento.

El entro con pasos asustadizos para después tomar asiento a su lado y comenzar a pensar sobre algo grave que haya hecho para ser regañado. Su madre lo miro seria, cosa que no ayudaba para nada.

─ ¿Cómo vas en la escuela?

─Bien, ¿por qué? ¿te llamo el director?

─No. ─respondió su madre cambiando su expresión a una mas suave─. ¿Y tus amigos? ¿Cómo están?

─Están bien. Mamá, ¿por qué preguntas? ¿qué hice?

─Nada hijo, no te asustes.

Esas palabras no calmaron para nada a Mark. Este movió su pie nervioso pero lo detuvo colocando su mano encima.

─Tu padre consiguió un aumento en su trabajo, lo van a mandar a otro lugar.

─ ¿En serio? ¿En dónde? ¿Cerca de Hongdae? ¿Gangnam? ─preguntó Mark entusiasmado─. ¿Sera en Hongdae, no? Ahí vive Chenle, seria perfecto si nos vamos allá. Si nos mudamos el se pondrá tan feliz que v...

─No. ─lo interrumpió su madre─. Lo van a mandar a Canadá.

La sonrisa de Mark desaparecio de su rostro lentamente mientras procesaba sus palabras. Tenía que estar bromeando.

─ ¿Canadá?

─Si, en verdad es una gran oportunidad para irnos los tres. Toda mi familia esta allá y nuestra economía subirá.

─Pero...¿qué hay de mi?

─ ¿No te agrada la idea? Tu siempre habías dicho que querías volver a Canadá.

─Pero de vacaciones, no para vivir.

─Sera un gran cambio en tu vida, podrás mejorar tu inglés y conocer a mas personas.

─Pero yo no quiero conocer a mas personas. Estoy bien con las que tengo alrededor mio.

─Lo lamento tanto, tu padre acepto y...

─ ¿Aceptaron sin siquiera habérmelo dicho?

Su madre estiro su mano para acariciar su cabello y tratar de calmarlo pero Mark hizo su cabeza a un lado, negándole el tacto.

─ ¿Desde cuándo le propusieron eso a mi padre?

─El mes pasado.

─ ¿Y hasta ahora me lo dices? ─pregunto comenzando a ponerse de mal humor.

─Teníamos que pensarlo.

─No quiero. ─el se levantó─. No voy a ir a Canadá

─Mark...

─Tengo que seguir mis estudios aqui y...mis amigos, no quiero abandonarlos.

─Podremos tener un futuro mejor si nos vamos, tu sabes que nuestra economía nunca ha sido buena.

─Pero...

─También piensa en nosotros hijo. Tu padre ganara mas dinero y estaremos con nuestra familia.

Su madre tenia razón, pero se negaba a aceptarlo. Odiaba ver a su madre triste por extrañar a sus familiares y a su padre preocupado por el dinero cada dia. Hasta Mark de vez en cuando conseguía un trabajo para ayudarlos.

No podía ser egoísta esta vez.

─ ¿Cuándo nos vamos...? ─preguntó Mark temiendo a esa pregunta.

─La próxima semana. Mañana iba a ir a tu escuela para hablar con el director sobre la situación y darte de baja.

─ ¿Una...semana-a?

Mark no podía creerlo. El esperaba dos meses o hasta cuatro. Pero ¿una semanas? Era demasiado poco. ¿Cómo lo iban a tomar sus amigos? ¿Arruinar años de amistad por irse al extranjero? Esto iba a destrozarlos completamente.

En toda la tarde se quedó devastado por la noticia. Cuando su padre llego de trabajar había entrado a su habitación para ver como seguía de la noticia. Mark lo ignoro totalmente. No quería hablarles a ambos hasta que al menos el enojo desapareciera.

Su padre le había dicho que era una oportunidad que tuvo que aceptar y que lo perdonara por arruinarlo. Mark ni siquiera lo miro, solo le dio la espalda y siguió haciendo su tarea.

El siguiente día seria duro para Mark.

Thanks for the memories.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora